Capítulo 39: ''Las huellas del tiempo''

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Capítulo 39: ''Las huellas del tiempo''

Once años después...

La correspondencia había llegado, siempre había algo nuevo que ver. Cartas de mis padres, de mis amigos y de mi abuela.
Eso me hacía extrañarlos muchos más.
Tomé las cartas entre mis manos y me senté en el sofá plateado de la sala.
Jared y Thomas, mi hijo, habían salido a pasear. Era típico de los días viernes salir a pasear. Yo no me sentía muy bien así que decidí quedarme en casa a ver televisión.
Algunas cartas eran de los padres de Jared y finalmente llegué a una que llamó por completo mi atención. Una invitación a una boda.
En letras doradas al reverso de la carta decía Christopher Haner y Melanie Williams.
¿Ellos iban a casarse?
¿Era en serio?
Cuando leí el nombre de mi ex mejor amigo en aquella carta el corazón se me paró por un segundo. No podía creerlo, él se había acordado de mí y me había invitado a su boda. Quizás ya no está enojado conmigo.
Pero después me llegó a la cabeza Melanie, ella también era mi amiga, quizás ella insistió en enviarme la invitación para su boda.
Me decepcioné por aquello.
Abrí la invitación y comencé a leer.

''Está usted cordialmente invitado a la boda de Christopher Haner y Melanie Williams, que después de tanto tiempo deciden sellar su amor ante Dios. La fiesta se realizará el 5 de Marzo a las 20:00 hs en el Casino Hotel de Las Vegas. Su presencia hará de esta una noche espectacular.
Los esperamos.''
C.H & M.W

Esto me había tomado por sorpresa.
Leí las letras pequeñas que estaban en la punta de la tarjeta.

''_______, lee lo que está detrás de la invitación''

Eso captó mi atención así que di vuelta la invitación y había una gran carta detrás de ella.

________:

Soy Chris... la verdad es que no sé por dónde empezar. Primero que nada quiero pedirte disculpas por haberme enojado contigo y por haberte dado la espalda cuando más me necesitabas. Me enteré que sí estabas embarazada de Brian, me enteré por Brian, quién te estuvo buscando por mar y tierra desde que te fuiste. Hace once años te fuiste y yo recién me enteré hace un mes en dónde estabas. Me alegra que te hayas ido con alguien como Jared, que es una buena persona. También sé que él se está haciendo cargo del niño como si fuera su padre. Quisiera ir a dónde estás tú, darte un abrazo y pedirte las disculpas que te mereces después de tantos años. No sé cómo he sobrevivido tanto tiempo sin ti. Tampoco sé cómo lo ha hecho Brian. Seguro te estás preguntando cómo la está pasando él con su bebé. Pues te tengo una noticia, el embarazo de Jesica era falso. Ellos se separaron y Brian ha vuelto a caer en el alcohol. Hace dos meses salió de una rehabilitación para estar sano y poder volver a buscarte. Quiere saber de su hijo, saber cómo está. Aunque sabe que su hijo piensa que Jared es su padre. Bueno, en fin. Las disculpas por aquí quizás son sirvan, te he llamado y tu número al parecer ya no es el mismo. ¿Lo cambiaste? Bueno, quiero que vengas a mi boda, quiero que vuelvas a California (aunque la boda sea en Las Vegas) quiero estar contigo de nuevo, quiero conocer a mi sobrino. Si no asistes a mi boda no será lo mismo y me pondré muy triste. Bueno, en fin. Te amo mucho _______, espero verte pronto.

<<Y tú no asististe a mi boda hace once años>> pensé.
Todo lo que Chris me había dicho me había llegado al alma. Estuve esperando tantos años para que él se disculpara conmigo, para volver a saber de él pero sus cartas o sus mensajes nunca me llegaron, hasta hoy. Después de once años.
¿Haré bien en perdonarlo?
Sí, sé que haré bien porque él es mi amigo y aunque haya pasado el tiempo, él volvió, y si él volvió es porque de verdad me quiere y porque de verdad le importo. Así como él a mí.
Así que lo voy a perdonar pero se lo diré en persona cuando vaya a su boda. Obvio que iba a asistir.
Otra cosa que llamó mi atención de aquella carta fue el falso embarazo de Jesica.
¿Era cierto eso?
¿Era cierto que Brian ha estado buscándome todos estos años?
¿Es cierto que ha caído en el alcoholismo por mi culpa?
Un remordimiento llegó a mi corazón al arrepentirme de haberme ido tan lejos con un hijo que es de Brian. No debí hacerlo.
Pero después recordé que él me había dicho que me hiciera cargo yo sola del niño así que ese remordimiento se fue al instante.
-¡Mamá! ¡Volvimos! –me gritó Thomas desde la puerta de entrada.
Unas lágrimas habían estado presentes hace unos momentos así que con la manga de mi camiseta me las quité y me levanté del sofá para recibir a mi hijo y a mi esposo.
Jared ha sabido ganarse mi amor durante estos años. Y no por regalos y salidas, sino por palabras y hechos amorosos que ha hecho que este matrimonio funcionara.
-Hola, amor. –le dije a Thomas abrazándolo.
Mi hijo ya tenía diez años, en dos meses cumpliría los once. Tenía pensado festejarlos en California con toda mi familia y la familia de Jared. Aunque sus amigos estén aquí pero el único cumpleaños que ha pasado con la familia fue en su primer año que todos se vinieron a Dubái.
-Mamá, papá compró un regalo para ti. –dijo feliz.
-¿Ah sí? –fruncí el ceño. -¿Y qué es?
-En realidad es para los dos.
-¿Para él y para mí o para mí y para ti?
-Para mí y para ti.
-Oh, ¿qué será?
Entonces Jared entró a la casa con una caja de color marrón que tenía agujeros por todas partes.
Me parecía extraña aquella caja.
-Esto es para ti, amor. Y para nuestro hijo. –sonrió y me entregó la caja.
-A ver...
Abrí la caja y un perrito Golden estaba dentro de ella. Tan chiquito y peludo como a mí me gustaban.
-¡Es hermoso! –exclamé.
Besé a Jared y abracé a mi hijo porque seguramente él habría elegido al perro.
-Ponle nombre, mamá. –dijo entusiasmado mi hijo.
-¿Por qué no se lo pones tú? –le dije dulcemente.
-¿En serio? ¡Sí!
-Sube a tu habitación con el perrito y piensa en un nombre para él.
Thomas sacó al Golden de la caja y subió a su habitación para pensar un nombre para él.
-¿Estás bien? –me preguntó Jared al notar mis ojos algo enrojecidos.
-Sí...
-Has estado llorando. ¿Qué pasó?
-Chris me envió una carta. Se va a casar.
-¿Y...?
-Me ha pedido disculpas por todo lo que pasó entre nosotros.
-¿Y qué vas a hacer?
-Lo voy a perdonar porque aunque haya pasado el tiempo él volvió a mí.
-Está bien, amor. ¿Y asistirás a la boda?
-Corrección, asistiremos.
-¿Y yo por qué tengo que ir?
-Eres mi esposo. Además es en Las Vegas.
-¿Christopher no tiene apellido Haner? –preguntó pensativo.
-Sí, ¿por qué?
-Eso significa que Brian va a estar ahí.
-Ese es otro tema... Jared, Chris me comentó que el embarazo de su esposa fue falso y que estuvo buscándome todos estos años. Ha caído en el alcohol y hace dos meses salió de rehabilitación.
-¿Y eso qué?
-¡Va a reclamar a su hijo!
-Es por eso que no quiero ir a esa boda. Tampoco quiero que lleves a Thomas.
-Pero él no tiene derecho a hacerlo porque él me dijo que yo sola me hiciera cargo de eso.
-No quiero que Thomas se entere de que yo no soy su verdadero padre. –me dijo Jared preocupado.
-Padre es el que cría, no el que engendra. –le dije convencida.
-¡Pero Brian es su verdadero padre, no yo! –exclamó.
-¿Quién es Brian, mamá? –dijo Thomas bajando las escaleras. -¿Y por qué es mi padre?
Yo miré a Jared en forma de reproche por haberlo gritado a los cuatro vientos y su cara pasó de enojado a preocupado.
-Eres idiota. –le dije en voz baja. –Ven amor, siéntate. –le dije sentándome en el sofá.
Él dejó al perro en brazos de Jared y se sentó sobre mi pierna.
-Sabía que en algún momento iba a tener que decirte la verdad. Sólo espero que no te enojes conmigo, hijo.
Thomas me miraba con atención y no me decía nada. Luego miró a su supuesto padre y volvió su mirada hacia mí.
-En realidad tu verdadero padre se llama Brian... me vine a vivir con Jared aquí para alejarme de él.
-¿Por qué? –preguntó.
-Tuvimos problemas.
-¿Mi verdadero padre no me quiere? –dijo algo triste.
No iba a mentirle, Brian lo amaba con toda su alma así que debía decirle la verdad.
-Él te ama.
-¿Entonces por qué te escapaste de él, mamá?
-Porque él iba a tener un hijo de otra persona, pero el bebé murió y nunca nació.
-Pero yo estaba feliz sabiendo que mi padre era él. –señaló a Jared.
-Y va a seguir siéndolo, mi amor. Mira, que no lleve tu sangre no significa que no sea tu padre. Él te ha criado, te ha dado todo lo que tienes y siempre ha estado para ti.
-¿Y mi verdadero papá?
-Está en California. De ahí somos nosotros, no somos de aquí.
-Yo quiero conocerlo. –pidió.
No había duda alguna que Thomas era la réplica exacta de los Haner, el pelo alborotado y negro como su padre, los ojos cafés e intimidantes también de su padre. Y de la anatomía ni hablar. Lo único que había sacado a mí era mi personalidad y mi orgullo.
-¿En serio quieres conocerlo? –le preguntó Jared.
-Sí, papá. Pero de todas formas tú seguirás siendo mi padre y viviremos aquí porque soy feliz estando en este lugar.
Yo le sonreí y unas lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas. Estaba tan orgullosa de mi hijo, tenía valores inculcados y era tan comprensivo.
Lo abracé fuertemente y él también lo hizo.
-Mamá, me estás asfixiando. –dijo en voz baja.
-Iremos a la boda de tu tío Chris y ahí conocerás a tu padre. –le informé.
<<Al que nunca dejé de amar>> pensé.

...

Las semanas pasaron y el día de la boda de Chris y Melanie ya había llegado.
Habíamos llegado hace media hora a Las Vegas y sólo faltaban dos horas para la boda.
-Thomas, ¿tienes tu traje? –le pregunté mientras me preparaba para ir a la peluquería.
-Sí, mamá. Está colgado en el armario.
-De acuerdo, iré a la peluquería. Cuando tu padre vuelva dile que envuelva el regalo que está sobre la mesa, ¿ok?
-Ok, mamá.
Di un beso en la frente de mi hijo y salí de la habitación del hotel donde sería la boda.
Saqué mi teléfono del bolsillo del vaquero que tenía puesto y me dispuse a enviarle un mensaje a mi madre que también estaba en este hotel para la boda pero en otro piso.
Obviamente no iba con la mirada al frente así que me choqué con un hombre en el pasillo y casi caigo al suelo de no ser por él que me agarró por los brazos.
-Gracias. –dije levantando la mirada avergonzada.
No quería encontrarme con él ahora.
Lo mire a los ojos, esos ojos cafés que me intimidaban y a la vez me volvían loca.
Nunca había dejado de amarlo.
Con cuarenta y cuatro años Brian seguía estando tan bueno como yo lo recordaba. Su pelo ahora más arreglado, sus labios finos, su rostro perfecto y su cuerpo endemoniadamente sexy.
Vestía un pantalón de chándal negro con una campera gris.
-¿_______? –me miró extrañado.
-Brian. –afirmé.
Su rostro se quedó estupefacto al verme en ese momento, en ese lugar. Una sonrisa quería escaparse de sus labios pero la contuvo.
De un momento a otro me abrazó tan fuertemente que su pecho no me dejaba respirar.
-No sabes cuánto te he buscado, cuando te he extrañado. No sabes el dolor que sentí cuando te fuiste con mi hijo. ¿Cómo está él? ¿Lo trajiste? Quiero conocerlo. ¿Sabe que existo?
-Está bien, si lo traje y si sabe que existes. Pero lo verás recién esta noche. Ahora estoy apurada.
-Estaré contando los minutos por verlo de nuevo.
Cuando volví a mirarlo a la cara unas ganas tremendas de besarlo me invadieron y si no fuese porque mi teléfono acababa de sonar no sé qué hubiera pasado.
-Sólo compórtate. Jared ha sido su verdadero padre todos estos años.
-Lo fue porque tú me quitaste la posibilidad de criarlo como mi hijo.
-Tú no quisiste hacerte cargo, ahora hazte cargo de las consecuencias.
Lo dejé solo en medio del pasillo y comencé a caminar lo más rápido que pude para poder salir del hotel. Ya no quería estar ni un segundo más en frente de él.

Mañana subo el último capítulo D: 

Entre mi profesor y yo (Synyster gates 2° Temporada) Terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora