-Jean, quiero festejar mi cumpleaños. –me dijo Chris mientras miraba hacia alguna parte del campus.
Nos encontrábamos sentados en las gradas esperando a que Matt y Amelia volvieran con nuestros cafés, el frío era abrazador y necesitábamos algo caliente.
-Pero faltan aún dos meses. –espeté.
-Lo sé, pero quiero hacer una fiesta.
-¿Cómo cada año? –lo miré divertida.
Él se giró, me miró y entrecerró los ojos.
-¿Qué? No recuerdo ni un año que no hayas festejado tu cumpleaños.
-Lo sé, o sea, este año quiero hacer algo diferente. –dijo girándose de cuerpo completo hacia mí y moviendo sus brazos.
-¿Algo como qué?
-¿Te has dado cuenta de que mi cumpleaños es un día antes de Halloween?
-No, no me he dado cuenta de hecho.
-¿Lo ves? Yo tampoco lo he hecho, hasta hace una hora.
Fruncí el ceño sin entender a dónde quería llegar mi amigo, estaba dando tantas vueltas que ya me hacía marear.
-¿A dónde quieres llegar con todo esto, Chris? Ve al punto de una vez, me haces marear.
-Quiero hacer una fiesta de disfraces.
-¿Disfraces de Halloween?
-Exacto y necesito que me ayudes....
Me encontraba en mi habitación terminándome de vestir para ir a casa de... Jane.
Como odiaba el hecho de tener que hacer equipo con esa arpía. ¡Me odiaba! Nadie en su sano juicio me hubiese hecho hacer un trabajo con Jane, toda la universidad y por lo tanto todos los profesores sabían que éramos como el agua y el aceite. Brian Haner me pagaría ésta muy cara, no se da ni la más mínima idea de lo que le espera.
-¿Puedo? –dijo Alex golpeando la puerta de mi habitación.
-Claro, pasa. –dije terminando de peinar mi cabello.
Alex pasaba tanto tiempo en la agencia que era demasiado extraño verlo en casa. Cuando le ofrecí quedarse a vivir aquí conmigo me advirtió que no lo vería en todo el día. Cumplió su promesa.
-¿Qué haces? –me preguntó dando un beso en mi mejilla mientras yo seguía de espalda mirando el espejo.
-Me termino de preparar para ir a casa de Jane.
Miré por el espejo a Alex y vi su cara de incredulidad, frunció el ceño y luego me miró a través del espejo.
-¿Jane? ¿La chica que te odia?
-Exacto.
-¿Pero no me habías dicho que todos los profesores de la universidad sabían que tú y Jane se odiaban a muerte?
-Sí, pero hay un estúpido que no lo sabe.
-Dime si quieres que lo mate.
-Es Brian, él y sus estúpidos celos me obligaron a hacer esto.
-Tú siempre hacías equipo con Chris, ¿qué problema tiene con él? Si son primos.
-No lo sé, pero te juro que tengo ganas de agarrarlo y matarlo, ahorcarlo, asfixiarlo y...
-Tranquilízate. –dijo tomándome por los hombros. –Es sólo un trabajo, demuéstrale a Haner que puedes pasar cada obstáculo que él te pone en medio y que no eres una infantil.
Asentí y mi cara pasó del enojo al triunfo, Alex tenía razón, yo podía hacer eso y demostrarle a Brian que era capaz de cualquier cosa y no como él....
Antes de llegar a la casa de Jane, me paré en un Starbucks a buscar un cappuccino y unas donas para comer en el camino. Moría de hambre pero no tuve tiempo de merendar en casa, se me había hecho tarde y la verdad no tenía ganas de escuchar los reclamos de Jane toda la tarde.
Me subí de nuevo a mi coche y comencé a beber de a sorbos pequeños mi cappuccino. Dejé el vaso en el portavasos y luego saqué una dona de la caja para comenzar a comerla. Su cobertura de crema de chocolate era un manjar para mi paladar, amaba con el alma estas rosquillas.
Finalmente llegué a la casa de Jane, era una casa bonita al decir verdad. Todos los que estaban en esa universidad eran de buenas familias, tenía hermosas casas y buena posición social.
Estacioné mi Audi en frente de su casa y me bajé. Suspiré profundo antes de tocar el timbre de su casa.
<<Es sólo una tarde, hazlo bien y demuéstrale a Brian lo que eres, no la cagues>> me dijo mi consciencia. Volví a suspirar y finalmente toqué el timbre.
-¿Quién? –dijo su voz fría del otro lado.
-Jean. –dije con un tono más agradable.
No dijo nada más y luego de unos segundos la enorme puerta marrón de abrió de par en par dejando ver la silueta de Jane detrás de ella.
-Hola. –le dije en tono intermedio.
A tono intermedio me refiero a ni frío, ni amable. Intermedio.
-Hola. –dijo fría. –No trates de ser amable hoy, no voy a creerte.
-No trataba de hacerlo, créeme. –dije sacándome el bolso. -¿Me dejarás pasar o haremos el trabajo en la puerta de tu casa? –pregunté irónica.
Ella rodó los ojos y luego se hizo a un lado de la puerta.
-Pasa y toma asiento. No te sientas como en tu casa.
-No lo haré.
Era una casa muy bonita por dentro, tenía muchos colores, las paredes eran amarillas y tenía complementos rojos y negros, era una muy buena combinación. Los sillones eran de color negro con cojines verdes y anaranjados. La mesa ratonera era de color plateada y de vidrio.
Si hubiese sido otra la situación de inmediato hubiese dicho <<qué bonita casa>> pero ahora ni en sueños lo haría.
Tomé asiento en uno de los sillones y comencé a sacar mis cosas para comenzar rápido con el trabajo, quería irme rápidamente de aquí. Aún debía ir a casa de Chris a organizar su fiesta.
-¿Quieres tomar algo? –preguntó.
Sí, seguro piensan que el tono en que lo dijo fue de pura amabilidad pero no, eso fue más frío que el invierno en el polo sur.
-No, gracias. –le contesté y coloqué mi carpeta sobre mis piernas.
Pasaron dos horas y habían transcurrido de lo más normal, ninguna hablaba sobre otro tema que no fuese el del trabajo que Brian nos había asignado ni más de lo normal.
-¿Puedo preguntarte algo? –me dijo cuándo me levanté del sofá para irme.
Fruncí el ceño ya que su tono era más suave y la miré sorprendida.
-Dime.
-Tú... no, olvídalo. –dijo dándome la espalda. –A mí no tiene por qué importarme eso.
La miré con el ceño más fruncido aún, no entendía nada de lo que ella quería decirme. No sabía a qué punto quería llegar.
-Dime, en serio. ¿Qué ocurre?
-No quiero que pienses que soy una entrometida y más porque no nos llevamos para nada bien.
-Pero si tienes una duda puedo quitártela, eso no quiere decir que seremos las mejores amigas.
-Está bien, ¿tú tuviste algo con el profesor Brian?
Abrí mis ojos de par en par, ¿era tan obvio eso?
-Eh... ¿por qué lo dices? –pregunté nerviosa.
-Es que viven peleando y... no, en serio olvídalo, no es de mi incumbencia. Puedes irte.
-Está bien, adiós. –le dije y salí de su casa.
Su pregunta me había dejado algo aturdida, no creí que eso se notara tanto y todo es por su culpa porque él inicia las peleas, él hace todo en mi contra y eso nos jugará en contra a los dos.
Me subí a mi coche y me comí la última dona de la caja bañada con crema de fresa. Tiré el vaso del cappuccino al tacho de basura que estaba al lado de mi coche y me dispuse a conducir hasta la casa de Chris.
Llegué hasta su casa y vi el auto de Matt estacionado a fuera junto con el auto de alguien más, desconocía el auto así que seguro Chris debe haber invitado a un organizador de eventos.
Me bajé del coche y toqué el timbre de la casa de mi amigo quién del otro lado respondió <<Si eres Jean pasa>> me dijo y yo entré a su casa.
Al hacerlo me llevé una grata sorpresa, el auto desconocido no era de ningún organizador de fiestas. Era de Brian y su esposa.
Matt, Chloe, Amelia y Melanie estaban sentados en el sillón de cuatro personas, mientras que Chris estaba en uno individual y Brian y Jesica estaban en uno de a tres, donde seguro me tendré que sentar yo también.
-Hola. –dije algo tímida.
Me sentía intimidada por la presencia de Brian y Jesica, me sentía muy inferior a ellos.
-Hola, hermosa. Pasa, siéntate allí. –señaló Chris el lugar vacío al lado de Brian.
Yo lo miré tratando de que entendiera mi indirecta y que me cambiara el lugar. Pero no quería levantar sospechas con su esposa así que finalmente me senté a su lado.
-Hola. –los saludé a ambos con la mano.
-Hola, querida. –dijo Jesica con una enorme sonrisa.
Yo sólo asentí y luego miré a Chris.
-Estábamos hablando sobre el tema de mi fiesta, no es nada de lo que no te comenté esta mañana en el campus. –me informó Chris. –Jesica propuso hacer una fiesta de máscaras.
-Es una buena idea. Pero no todos los disfraces tienen máscaras. Por ejemplo los vampiros no lo tienen. Las momias, relativamente, tampoco.
-Lo sé. –dijo Jesica. –Pero pueden hacer el disfraz y ponerse una máscara como si fuese una fiesta de gala. Obvio que esto es válido para los disfraces que llevan máscaras.
-Está bien. –dije anotando en el cuaderno las ideas. –Se me ocurrió que podíamos hacer bocadillos con cosas de terror, como dedos, cerebros y cosas así.
-Eso da asco. –dijo Melanie. –Pero es una idea genial.
-Lo es. –dijo Chloe. –Yo conozco una pastelera muy buena que puede hacer todo eso.
-Y yo conozco a un decorador de fiestas con temáticas que hace un trabajo increíble. –dijo Amelia.
-Son todas buenas referencias. Sólo queda armar una reunión con todos ellos y organizar bien. –le dije.
En temas serios como estos parecía una verdadera organizadora de eventos. Por eso siempre mis amigos me llamaban para organizar sus fiestas.
-¿Tú qué dices, amor? –le preguntó Jesica a Brian.
-Son buenas ideas las que dio Jean, la de la máscara también. Creo que será genial. –se limitó a decir.
Había estado callado desde que llegué. Debe ser incómodo para él estar entre su esposa y su ex, sé que no es fácil y para mí tampoco lo es. Por eso quiero irme lo más pronto posible. Había acordado con Chris quedarme a comer con él y con los chicos pero él no me había dicho que Brian vendría y mucho menos con su esposa.
-¿Tienes algo para agregar? –le pregunté mirando mi cuaderno.
-Eh... podríamos... lo siento, no tengo nada. –dijo bajando los brazos.
Yo reí ante su nerviosismo, me gustaba cuando se mostraba así porque no se mostraba superior a nadie y era gracioso verlo en ese estado.
-Yo opino que podríamos hacerlo aquí. –dijo Chris.
-¿Aquí? –le pregunté.
La casa de Chris era enorme pero no creo que sea apta para una fiesta. Al aire libre iba a ser imposible porque hacía frío y a dentro tenía demasiadas cosas que no iba a entrar la gente.
-Sí, ¿por qué no? –respondió.
-¿Y si lo hacemos en el mismo lugar que lo hicimos el año pasado? –preguntó Melanie.
-Sí, es un buen lugar. Además quieres una fiesta de disfraces y debes decorar todo, en ese salón no vas a tener que hacer nada. –comenté.
-Creo que Jean tiene razón. –dijo Jesica.
En ese momento sentí la mano de Brian colocarse sigilosamente en mi cintura.
¿Pero qué hacía? Estaba su esposa aquí y él se atrevía a hacer eso.
Con mi mano izquierda retiré su mano que había tomado lugar en mi cintura. Chris lo notó y se puso algo nervioso.
-Bueno, piénsalo bien y luego me llamas. –le dije a Chris mientras me levantaba del sillón.
-¿Ya te vas? –preguntó Matt.
-Sí, debo hacer tarea y...
-Dijiste que te quedarías a comer.
-Discúlpame, es que tuve que juntarme con Jane y no tuve tiempo de hacer la tarea.
-¿Con Jane? –preguntó divertido Matt y de un momento a otro explotó en risas junto con las chicas.
Miré fulminante a Matt quien no dejaba de reír con las chicas, iba a morir por eso.
-Cállate, muro de Berlín. –le dije de mala gana.
-Hey, no te enojes. Además... ¿por qué con ella?
-Nos asignaron un trabajo en pareja y me tocó con ella.
-Pero si todos los profesores saben que con Jane no hay que ponerte a ti.
-Sí, pero hay uno que no lo sabe. –dije enfatizando mientras miraba a Brian fulminante. –Aunque no fue tan malo ¿eh?
Los chicos abrieron los ojos de par en par, no se esperaban que yo les dijera esto.
-Bueno, hasta mañana. –saludé con mi mano y salí acompañada de Chris.
Ya a fuera de la casa, Chris me tomó del brazo y me hizo girarme para mirarlo de frente. Él sabía perfectamente que no tenía ninguna tarea por hacer ya que hoy en día no nos han dejado nada. Pero no insistió porque sabía la razón por la cual no quería quedarme.
-¿Por qué no me dijiste que él vendría? –le pregunté antes de que él dijera algo.
-Me llamó hace una hora y me dijo que vendría a visitarnos con Jesica, después llegaron los chicos y se enteró que íbamos a organizar una fiesta para festejar mi cumpleaños. Quiso participar. No le podía decir que no, después de todo sigue siendo mi primo.
-Lo sé, lo sé. Pero me hubieses enviado un mensaje y no hubiese venido. ¿Sabes lo difícil que es para mí estar con él mientras él está con su esposa?
-No creo que sea tan difícil, él no le demuestra mucho cariño.
-Pero ella sí, y pensar que yo estuve en su lugar y lo desaproveché me duele mucho.
-Discúlpame, en serio. Por favor, quédate.
-No me obligues, sabes que no lo haré. Te veo mañana. –dije dando un beso en su mejilla.
-Por favor. –insistió.
-Ya, Chris. Te veo mañana, adiós.
Y le di la espalda caminando hacia mi auto. Por más que quisiera quedarme no lo podía hacer, mientras Brian siga en mi vida voy a seguir lastimándome a mí misma. Quiero alejarme de él un tiempo para pensar bien.
Ahora que lo pienso mejor, le diré que sí a Jared, después de todo él se merece ese lugar porque poco a poco se lo está ganando. Yo no viviré mi vida alrededor de Brian porque él va a tener un hijo y eso es un impedimento para estar conmigo. Que se quede con su esposa ya que la dejó embarazada. Él se la buscó. En realidad todo esto los dos nos la hemos buscado por ser tan cretinos, orgullosos e imbéciles. Hemos perdido nuestro tiempo....
-Quiero que dejes de seguirme, déjame en paz, deja de tratar de conquistarme. ¿No entiendes que quiero olvidarme de ti?
Me encontraba en el campus de la universidad, nuevamente hablando con Brian.
¿Acaso no podía dejarme en paz? Me he cansado de decirle que no me siga. Creo que he luchado mucho tiempo por esta relación y él también y si no se da es por algo. Algo no quiere que estemos juntos.
-¿Y yo cuantas veces debo decirte a ti que te amo y que voy a luchar por tu amor?
-Vas a tener un hijo, Brian. ¿No entiendes lo que eso significa?
-Sí, lo entiendo. Pero también quiero estar contigo.
-No, no y no. Conmigo no vas a estar jamás, y mucho menos ahora que estás por tener un hijo con tu esposa.
-Suena irónico, ¿no?
-Sí, y no me gustaría estar en su lugar, créeme.
Acomodé mi bolso en mi hombro y le di la espalda. Era tan absurdo seguir discutiendo con Brian siempre sobre el mismo tema. Él no quería admitir la realidad, no quería darse cuenta que iba a ser papá con su esposa. No quería levantarse todas las mañanas, abrir los ojos y aceptar la realidad, aceptar que ya no me tiene, aceptar que está con su ex esposa y aceptar que va a ser papá. Eso es muy inmaduro de su parte. Me dijo que se fue porque yo era una inmadura y ahora el que se comporta como un inmaduro es él. Es un hombre grande y debe saber muy bien lo que quiere, si es que ya no lo sabe o se hace el tonto.
-¿Hasta cuándo vas a callar la verdad? –me preguntó tomándome del brazo.
Me giré a mirarlo a los ojos y no era el Brian decidido y maduro que había conocido hace casi un año. Este Brian era inseguro, tenía miedo, ganas de luchar pero por otro lado reservarse por si las dudas salía lastimado. Su mirada me causó dolor. No era la misma mirada iluminada de antes
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Entre mi profesor y yo (Synyster gates 2° Temporada) Terminada
FanfictionLa segunda temporada de ''Entre mi Profesor y yo'' Lean la primera que esta en mi perfil ✨