Dos meses después:
-Chris, hola... sí, estoy preparando todo para nuestro viaje a Argentina... no, no le dije a nadie, no te preocupes... claro, pasaré por tu casa, adiós.
Hace un mes Chris y yo hemos estado organizando un viaje a Argentina, nos gustaría mucho conocer otros lugares, otros países, costumbres, otras personas, otro ambiente y también prepararnos para volver a la universidad, ya que faltaba un mes. Él se había encargado de comprar los pasajes de ida y yo los de vuelta, ya teníamos todo preparado y esta noche nos iremos al aeropuerto rumbo a Argentina, siempre quise conocer ese país.
Me encontraba preparando todo para el viaje, armando las valijas ya que nos iríamos dos semanas, llevaba varias maletas, la verdad. Dejé todo sobre mi cama y fui a buscar mi cámara profesional para fotografiar todos los lugares de allá. Había estado practicando un poco el acento argentino y sonaba bien por ahora. Volví a mi cama y comencé a guardar toda la ropa en la valija grande y los zapatos en la valija mediana, busqué algunos abrigos, botas y cosas de invierno ya que allá estaban en pleno invierno, va a ser muy lindo conocer otros inviernos diferentes a los de aquí.
-¿Señorita Jean? –dijo Tina golpeando la puerta.
Ella sabía que yo me iba a Argentina y le prohibí decirles a mis amigos, no quería que ellos supieran, se armaría un gran lío con Brian y Melanie.
-Pasa, Tina.
Ella abrió la puerta y se quedó en el umbral de la misma.
-¿Qué necesitas? –le pregunté mientras guardaba las últimas prendas.
-El joven Brian está abajo.
Abrí mis ojos de par en par, ¿qué hacía Brian aquí? La verdad es que él ha sido bastante frecuente con sus visitas, día por medio aparecía aquí y eso a veces me molestaba aunque la pasaba bien con él, pero también necesitaba mi privacidad. Le había dicho que no abusara del permiso que le había dado pero al parecer a él eso nunca lo detuvo y venía a visitarme todo el tiempo, justo en este momento necesitaba privacidad, no necesitaba visitas ya que tenía que preparar todo para el viaje y no quería olvidarme nada.
-Dile que no estoy. –dije aún de espalda guardando todas las cosas.
-Es que yo... -dijo nerviosa.
En ese momento me giré a mirarla y levanté una ceja.
-¿Tú qué, Tina? –le pregunté con un vestido de noche en mi mano.
-Yo le dije que usted si estaba.
-No importa. –dije aliviándome y dándole la espalda. –Invéntale algo, dile que salí con Chris o algo por estilo.
-Está bien, señorita, ¿y por qué no quiere atenderlo?
-No es que no quiera atenderlo, sólo que tengo que preparar todo esto para el viaje y no quiero olvidarme de nada, en un rato tengo que irme a la casa de Chris para ver dónde nos quedaremos y los pasajes.
-¿Quiere que termine de prepararle todo yo?
-No, no hace falta, quiero terminar con esto de una buena vez y con Brian aquí no puedo, no quiero que él sepa que me voy y lo sabes.
-Está bien, algo voy a inventarle.
-Sólo procura que sea creíble, ¿sí?
-De acuerdo.
Ella salió de la habitación y yo terminé de guardar todas mis cosas de playa en la maleta, guardé unos pares de sandalias y zapatillas en la maleta mediana y mis maletas ya estaban terminadas, al fin. Busqué una mochila donde guardaría guantes, gorros, bufandas y orejeras, cremas, perfumes y demás cosas que toda mujer necesita. Guardé todo eso en la mochila y en los otros bolsillos guardé mi cámara, el cargador del celular y auriculares. Luego busqué un bolso de mano en el cual guardé mi cartera con dinero, llaves y otras cosas. Miré el reloj detrás de mí y eran las seis de la tarde, tiempo récord para mí.Narra Brian.
Me encontraba sentado en el living de la casa de Hean esperando que ella bajara a atenderme, creo que ya la había asfixiado un poco y tengo que darle su espacio pero ya estoy aquí y no puedo hacer nada. Tina había subido a buscarla en su habitación hace ya cinco minutos y aún no bajaba.
En ese momento la vi bajar las escaleras y venía jugando con sus manos, vi detrás de ella y Jean no estaba con ella.
-¿Y bien? ¿Bajará a recibirme? –pregunté parándome del sofá.
-Disculpe, joven, pero ella no está. –dijo algo nerviosa.
-¿No está? –pregunté enarcando una ceja.
-Exacto, no está.
-¿Y en dónde está?
Seguro me inventaría algo como que había salido con Chris o con Amelia ya que ella y Melanie estaban peleadas.
-Ella salió con Chris. –dijo finalmente.
Lo sabía, ella me estaba mintiendo, yo acababa de hablar con Chris y me dijo que andaba solo haciendo un par de cosas y buscando los papeles para la universidad.
-Me estás mintiendo. –dije entrecerrando mis ojos.
-No, no le estoy mintiendo, joven, por favor.
-Yo recién acabo de hablar con mi primo y me dijo que andaba buscando unos papeles para la universidad y andaba solo, no estaba con Jean.
-Ella... eh... -dijo nerviosa.
-No digas nada, Tina, sólo déjame subir, por favor.
-Pero le digo que la señorita no se encuentra.
-No me mientas, déjame decirle algo y te juro que me voy y no me ves más. Por favor.
-Brian, no. –dijo tratando de detenerme mientras subía las escaleras.
Más yo no le hice caso y comencé a subir las escaleras hasta llegar a la habitación de Jean. Golpeé dos veces la puerta y ella habló del otro lado.
-Tina, pasa, ¿cómo te fue con Brian?
En ese momento abrí la puerta y la vi a ella de espaldas con un par de maletas, ¿qué me estaba ocultando? Me paré en el umbral de la puerta, me apoyé en la pared y me crucé de brazos.
-Pues no muy bien, ¿sabes? Estoy aquí arriba.
Ella se enderezó y se quedó dura, estaba de espaldas a mí.
-¿Se puede saber por qué no quieres recibirme? –le pregunté cuando noté que no se dignaría a decir nada.
-Porque estoy ocupada. –dijo de repente.
-¿Y no podías decir eso y ya? No, tenías que mentir, ¿verdad?
-No quería ser grosera.
-Pero lo fuiste.
-¿Qué haces aquí?
-Vine a verte, como todos los días pero tú no quieres atenderme así que es mejor que me vaya.
-Sí, es mejor que te vayas.
-¿No vas a mirarme?
Ella, a regañadientes, se giró en sus tobillos y me miró algo nerviosa.
-¿Qué son todas esas valijas? ¿Te vas?
-Me voy de vacaciones. –dijo de repente.
-¿Sola?
-Con Amelia.
-Ah. –dije entrando a la habitación.
La verdad es que no le creía, yo sabía que ella algo me estaba ocultando.
-¿Y a dónde se van?
-A España. –dijo rápidamente.
-Qué lindo, ¿no pensabas decírmelo?
-Iba a llamarte. –dijo insegura.
-¿Sabes qué? –dije a centímetros de su cara. –No te creo. –susurré.
-Ese ya no es mi problema.
-He estado viniendo casi todos los días durante dos meses para estar contigo y para que me perdones pero tú eres demasiado orgullosa y no quieres aflojar, me tienes como un estúpido detrás de ti y no tienes ni siquiera la decencia de decirme ''Brian, no quiero estar contigo'' y terminar con esto ahora, me tienes como un perro faldero y no me dices nada. Estoy cansado. –dije algo exaltado.
-Oye, tranquilízate, primero que nada yo no te pedí que estuviese detrás de mí, ¿sí? Y tú a mí también me estás cansando con estas visitas de todos los días, por más que te ame me duele que estemos así pero no estoy segura de perdonarte.
-Cuando tú te ahorcaste yo prometí luchar por ti y no dejarte nunca más, pero la verdad es que ya soy un estúpido siguiéndote a ti y tú no me haces caso, es mejor que abandone esta lucha, ya perdí. –dije retrocediendo.
-Pero Brian...
-Pero Brian nada. Estoy cansado, ¿entiendes? Estoy cansado de pelear por una persona que es orgullosa y no me da respuestas, estaré enamorado pero no tonto, ¿comprendes la diferencia? –le dije señalándola con el dedo.
-Sí, la entiendo pero las cosas no tienes por qué ser así, Brian.
-Vamos, dejémoslo ahí, va a ser mejor. Nunca volveré a molestarte, lo prometo. –dije con lágrimas de los ojos y salí de su habitación.
Bajé, literalmente, corriendo las escaleras y salí de su casa. Me subí a mi moto con toda la furia del mundo y comencé a conducir sin rumbo alguno, quería morirme, no quería una vida sin ella, pero tampoco iba a estar tanto tiempo peleando por su amor, ya habían pasado dos meses y ella no me daba respuestas, estaba cansado, exhausto de venir todos los días como su amigo, de no poder abrazarla ni besarla, así yo no puedo vivir, es mejor que me aleje de ella porque lo único que ha hecho desde que la conozco es hacerme daño, me iré lejos de aquí para olvidarme de ella.Narras tú.
Me senté en mi cama y me tapé la cara con las manos, comencé a llorar, había perdido totalmente a Brian, ya no podría tenerlo y todo era mi culpa por ser una estúpida y no perdonarlo.
¿Por qué no lo hice? Si yo lo amo.
Tengo un cartel en la frente que dice ''la chica más estúpida del mundo''
Ahora me sentía muy mal, demasiado mal, le había mentido y lo había perdido. Quería cancelar este viaje pero no podía hacerle esto a Chris.
Tomé mi teléfono y le llamé a mi amigo para hablar con él.*Inicio de llamada*
-¿Jean?
-Chris... -dije triste.
-Oye, ¿qué pasó? –preguntó preocupado.
-Acabo de tener una discusión de Brian.
-¿Él estuvo en tu casa?
-Sí, estuvo aquí.
-¿Y qué ocurrió?
-Lo perdí, Chris, lo perdí. –dije largándome a llorar de nuevo.
-¿Cómo que lo perdiste?
-Sí, me dijo que ya no va a pelear por mí porque lo viene haciendo hace dos meses y yo no le doy respuestas.
-Él tiene razón, Jean.
-Lo sé, Chris y lo peor de todo es que vio mis maletas y tuve que mentirle.
-¿Qué le dijiste?
-Que me iba de vacaciones con Amelia a España.
-Uf. –suspiró aliviado del otro lado. -¿Qué vamos a hacer?
-No lo sé, sólo quiero volver del viaje y quiero hablar con él para ver si puedo remediar algo.
-¿Quieres que hable con él?
-Ahora no, cuando volvamos del viaje, quizás puedas ayudarme.
-Está bien, ¿vendrás a casa?
-Sí, estaré en un rato allí.
-De acuerdo.*Fin de la llamada*
Todo se desbordaba a mi alrededor, la sonrisa que tenía en mi rostro de borró completamente, ya no tenía lo que más amaba en la vida y eso me dolía mucho, estaba acostumbrada a perder a las personas que amaba y eso dolía demasiado.
...
Estábamos con Chris en el aeropuerto esperando a que nuestro vuelvo saliera, eran las once de la noche y el vuelo salía a las once y media, estaba muy emocionada por llegar a Argentina y conocer Mar del Plata, las Cataratas del Iguazú y demás cosas características de este país.
-¿Estás lista? –me preguntó Chris tomándome de la mano.
-Sí, estoy muy ansiosa por conocer Argentina.
-Fue una buena idea, ¿no?
-La idea más genial que se te ocurrió. –reí. -¿Ya buscaste los papeles de la universidad?
-Sí, hoy estaba haciendo eso y me tomé el atrevimiento de tomar los tuyos. –sonrió. –Están en mi casa, luego hazme acordar que te los dé.
-Muchas gracias, Chris. –sonreí.
-Vuelo 35 rumbo a Argentina sale en diez minutos, hay que abordar. –dijo una voz femenina a través de unos parlantes.
-Ese es nuestro vuelo. –dijo Chris.
-¡Sí! –chillé feliz.
Toda la discusión que había tenido con Brian se había esfumado de mi cabeza, ahora sólo estaba centrada en pasarla bien con mi amigo en Argentina y de disfrutar el viaje.
Nos dirigimos al avión y nos pusimos en la fila para que el chico que se encontraba allí guardara nuestras maletas dentro del avión.
Luego que terminamos de hacer eso, abordamos el avión y tomamos nuestros asientos.
-Yo quiero la parte de la ventana. –dije pasándole a Chris para pasar a mi asiento.
-Siempre me haces lo mismo. –rio.
Me senté y miré por la ventana a toda la gente que estaba en el aeropuerto, habían parejas que se estaban despidiendo, era tan tierno verlos, era una situación muy hermosa, me gustaría que eso me pasara a mí.
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Entre mi profesor y yo (Synyster gates 2° Temporada) Terminada
FanfictionLa segunda temporada de ''Entre mi Profesor y yo'' Lean la primera que esta en mi perfil ✨