Capitulo 2 '' ser fuerte ''

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Volví a entrar rápidamente al restaurant para pagar la cuenta e irme a la clínica, estaba demasiado nervioso y atontado, debía tranquilizarme para no matarme en la esquina y llegar hasta donde está Jean, después de esto nunca más la dejaré sola. Llegué a mi mesa apurado y Steven me miraba extrañado.
-¿Qué ocurre Brian? –preguntó preocupado.
-Es Jean. –dije deteniéndome un segundo a sacar el dinero de mi cartera.
-¿Qué pasó con Jean? –preguntó levantándose inmediatamente de la mesa.
-Se ahorcó. –dije entrecortado.
Este me miró atónito, me había asustado ya, espero que no se desmaye sino esto me hará retrasar.
-Pero está viva. –dije de repente para que se quedara más tranquilo.
-¿Dónde está? Tengo que verla.
-Está en la clínica privada.
No le diría que estaba en coma y estaba muy grave sino Steven sufriría un ataque y no puedo cargar con eso ahora.
-¿Quién te informó?
-Chris, mi primo.
-¿Chris Haner?
-El mismo.
-Vamos para allá. –dijo sacando dinero de su saco y dejándolo en la mesa.
El mozo se acercaba a nuestra mesa mientras nosotros salíamos corriendo, literalmente, del restaurant, no había tiempo que perder.
-Oigan, esperen, la cuenta. –gritó.
-El dinero está en la mesa, quédese con el vuelto. –gritó Steven y este dejó de perseguirnos.
Creo que la propina de este muchacho son más de doscientos dólares.
Cuando salimos del restaurant, Steven se dirigió directamente hasta su auto, este hombre va muy mal y está cegado, debo decirle que se calme, no sé si ir con él y dejar mi auto aquí o dejar que vaya solo.
-Steven. –grité.
-¿Qué ocurre? –preguntó exaltado.
-Tranquilízate, no quieres morir en la esquina, ¿verdad? Tu hija te necesita bien, por favor cálmate.
Steven suspiró y se quedó en silencio.
-Tienes razón. –suspiró. –Voy a calmarme. Gracias Brian.
-De nada, lo veo allá.
Ahora que lo veía más tranquilo podía ir más seguro hasta la clínica sabiendo que no le pasará nada a él. La verdad es que no sé qué pensar.
¿Por qué Jean se ahorcó?
¿Por qué siempre tiene que pensar en cosas malas?
¿Por qué no puede quedarse en el molde?
¿Qué le costaba esperar?
Esas y muchas más preguntas se vinieron a mi mente luego de que me puse a pensar por qué Jean había hecho lo que hizo. Sólo espero que ella esté bien, que salga de esto y sobre todo que me perdone por haberla dejado sola.
Mientras conducía pensaba en todo esto y trataba de hallar respuestas a mis preguntas, pero era imposible. Puse algo de música para distraerme de mis pensamientos, me es totalmente imposible no pensar en qué hubiese pasado si yo seguía allí, obvio que no iba a pasar esto, todo esto es mi maldita culpa.
Llegué a la clínica y noté que el auto de Matt, el de Chris y el del papá de Jean estaban allá fuera. Seguro los demás aún no se enteraron.
Entré rápidamente a la clínica y vi en la sala de espera a Matt, Chris, Chloe, Melanie, Amelia y a Ryan sentados en la sala de espera y todos con la cabeza agachada, Melanie y Chris llorando y Matt con cara de funeral, luego noté un poco más alejado a Alex parado con la espalda apoyada en la pared del pasillo. Recordé que él estaba viviendo con Jean, ¿por qué no la cuidó? Va a escucharme.
Me dirigí rápidamente hasta donde se encontraba Alex con la peor cara, todos los chicos me vieron pasar y Matt me nombró pero no le hice caso, tenía que saldar cuentas con Alex.
-Tú, ¿por qué no cuidaste a Jean? –dije agarrándolo del cuello de su remera.
Este levantó la mirada y estaba totalmente perdido, en estado de shock y con sus ojos llenos de lágrimas, seguramente él encontró a Jean ahorcada.
-¡Contesta! –grité.
Este reaccionó y su mirada volvió al mundo, me miraba enfadado y con ganas de matarme.
-¿Y por qué no la cuidaste tú futuro esposo? –dijo sacando mis manos de su cuello. –Tanto que la querías, que la amabas, que dabas el mundo por ella y mira cómo terminó por tu culpa, tú no supiste cuidarla, y para que sepas yo estuve todo el tiempo con ella, salvo en ese momento que ella obviamente quería estar sola. –me gritó.
Chris y Matt llegaron en ese momento y me tomaron de los brazos, definitivamente Alex me había dado una cucharada de mi propia medicina, él tenía razón, yo no había cuidado a Jean, quizás sin él Jean ni siquiera estaría viva.
-Ya, hermano, no es momento ni lugar para hacer escándalo. –me dijo serio Matt soltándome.
-Tienes razón, perdóname Alex. –dije y bajé la mirada.
-¿Quieres verla? –me preguntó.
-Sí, por favor.
-Está al final del pasillo. –dijo y luego bajó la mirada.
Me adentré a aquél pasillo encontrándome con varias enfermeras que me reconocieron al instante. Fueron las mismas que atendieron a mi primo, toda esta situación era muy dolorosa, me hacía acordar en la vez que creímos muerto a mi primo, la verdad espero que Jeansalga a delante, sino yo moriré con ella, no me imagino una vida sin ella.
-Buenas noches, señor Haner. –me sonrió enfermera rubia.
-Buenas noches. –dije sin ganas.
-¿Cuál es el motivo de su honorable visita?
-Vengo a ver a mi novia.
-¿Quién es?
-Jean Jefferson.
-Ah, ella es nuestra paciente, pase por aquí. –dijo tomándome del brazo y llevándome a dentro de una habitación especial.
Entré a una habitación que era de color azul, me asustaba un poco, encontré a Jean en una cama conectada a varios aparatos, con respirador y el cuello morado, seguro es por la soga.
-Tengo entendido que se ahorcó.
-Así es. ¿Quién le trajo?
-Un amigo, Alex creo que es su nombre.
-Ah sí, Alex. –dije sin importancia.
-Lo dejaré a solas, no toque nada por favor.
-No se preocupe. –dije y la enfermera salió de la habitación.
Tomé la mano de Jean, estaba calentita, eso era una buena señal. Me dolía mucho verla así, el cuello morado, ojeras en sus ojos, su piel pálida, sus labios arrugados y sin color, todo esto era por mi culpa.
-Discúlpame Jean, sé que puedes oírme, fui un completo idiota al dejarte y no hacer nada para estar contigo, pero ¿sabes? Te tengo una buena noticia, esta noche he cenado con tu padre y él me dijo que podía volver contigo y formar una familia, por eso debes recuperarte, debes salir a delante para que los dos podamos estar juntos, tener hijos, casarnos, viajar, por favor, sé fuerte amor, vive. –dije apoyando mi frente en su abdomen.
Me arrepentía tanto de haberla dejado, si no me hubiese ido quizás ella no estaría en esta situación, nadie sabe cuánto la amo, si ella muere yo moriré con ella.
-¿Brian? –me habló una voz masculina desde la puerta.
Me giré para mirar a quién me hablaba y era Alex parado en el umbral de la puerta, traía un sobre en su mano.
-¿Sí?
-Esta es la carta que dejó Jean antes de ahorcarse. –dijo acercándose a mí y entregándome la carta.
-Gracias, Alex y gracias por salvar a Jean. –dije acercándome a él y abrazándolo. –Y discúlpame por atacarte.
-No pasa nada, tranquilo. Volveré a la sala.
-De acuerdo.
Alex se fue y me dejó solo con Jean, no me despegaré ni un segundo de ella hasta que no abra sus ojos, entonces podré quedarme tranquilo.
Me senté en una de las sillas que había al costado de su cama y abrí el sobre, la verdad no estaba listo para leerlo, seguro lloraría. Finalmente la abrí y comencé a leerla

Entre mi profesor y yo (Synyster gates 2° Temporada) Terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora