Capitulo 14: "Noticias"

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No sé qué era más difícil, si tratar de prestarle atención al profesor de matemáticas o dejar de pensar en Brian. Últimamente no había dejado de hacerlo.
Era martes, la semana estaba pasando demasiado lenta para mi gusto, ya quería irme a casa y sólo eran las diez de la mañana, faltan cinco horas para irme y ya estaba cansada.
Apoyé el codo en la mesa y recargué mi cabeza en mi mano, estaba bastante aburrida y el profesor no dejaba de hablar. Jared se encontraba a mi lado haciendo garabatos con el lápiz negro en la última hoja de su cuaderno.
Miré hacia donde estaba sentado Chris con la chica que nunca había visto en mi vida y estaba recostado en la mesa, él tampoco prestaba atención. De hecho a Chris no le gustaba la arquitectura, sólo está estudiando para tener un título y hacerme compañía.
-Señorita Jefferson, ¿puede decirme cuál es el mínimo cuadrado que debe haber en un plano para un edificio? –preguntó el profesor fijando su mirada en mí.
Todo el mundo se giró a mirarme y Jared me miraba con sonrisa divertida, él sabía que yo no tenía la respuesta.
Miré a Chris esperanzada de que él me dijera la respuesta pero sin embargo él seguía recargado en su mesa sin prestar atención a nada.
-La estoy esperando, señorita. –me dijo el profesor golpeando el reloj de su muñeca.
-Yo... yo no lo sé. –dije algo insegura.
-Preste atención. –dijo y quitó su mirada de mí. –Haner, ¿usted sabe la respuesta? –dijo mirando a mi amigo.
Chris levantó la cabeza, tenía ojeras y su cara era horrorosa, al parecer no ha estado durmiendo bien.
-Usted y todos los que me están mirando saben que no sé la respuesta. –dijo sin importancia.
-Haner, preste atención. –le ordenó.
-¿No cree que tengo problemas más importantes? –preguntó algo furioso.
El profesor volvió a mirarlo ya que estaba a punto de seguir con la clase.
-¿Cómo dice?
-Lo que escucha. –dijo levantándose de su asiento, tomando la mochila y así salió del salón.
-No piense volver después de esto. –le dijo en voz alta el profesor.
¿Qué le pasaba a Chris?
Estaba preocupada por él.
Miré la pantalla de mi celular y faltan sólo cinco minutos para que la clase terminara, no me era conveniente salirme al igual que Chris ya que no quería que me regañaran con cuarta vez en el día. Sí, cuarta vez.
-¿Qué sucede con él? –me preguntó en voz baja Jared.
-No lo sé pero lo averiguaré.
Finalmente el timbre sonó y el profesor acabó con la clase. Guardé mis cuadernos en mi bolso y luego salí detrás de Jared.
-Iré a buscar a Chris. –le dije a Jared y me despedí de él.
-Te veo en la próxima clase. –dijo y se dirigió en la dirección contraria.
Caminé por todo el pasillo de la universidad, llegué al campus y algunos estaban sentados bebiendo agua, otros caminando de un lado para el otro. Miré hacia las tribunas y encontré a Chris apoyado sobre sus brazos, la verdad es que no sé qué le pasaba.
Caminé por todo el campus, crucé varias mirada con unos conocidos y unas sonrisas hasta que llegué a la tribuna. Subí todos los escalones hasta llegar al lado de mi amigo.
-Hola, Chris.
-¿Qué quieres? –preguntó frío.
-Hablar contigo.
Él levantó la cabeza y me miró de arriba abajo, sabía que él odiaba que usara remera amarilla y más con un pantalón negro, siempre dijo que parecía un pato.
-¿Qué te hace pensar que yo quiero hablar contigo después de dos semanas de pura ignorancia? –preguntó penetrando su mirada en mí.
-Estoy preocupada por ti...
-¿En serio? –preguntó sarcástico.
-Sí, en serio Chris. Oye porque me haya enojado contigo no significa que dejes de preocuparme.
-Bueno, no me importa lo que tengas para decir, quiero que te vayas.
-¿En serio quieres que me vaya? –dije con un tono más delicado.
Él me miró y luego miró hacia otro lado, en sus ojos veía que no quería que me fuera, quería que me quede allí, que le dé un abrazo y que le diga que todo estaría bien. Pero primero lo haría sufrir un poco.
-¿Eso responde a tu pregunta? –preguntó.
-Tus ojos me dicen que me necesitas. –le dije poniendo mi mano en su hombro.
-Pero mi corazón me dice que me lastimaste, así que vete.
-¿En serio quieres que me vaya? –volví a preguntar.
-Sí, vete.
Suspiré y me resigné, él no daría brazo a torcer, siempre fue así.
Acomodé mi bolso en mi hombro y me levanté de la tribuna. Sacudí un poco mi pantalón y me dispuse a caminar pero una mano en mi codo me evitó el paso.
Sin poder decir nada, Chris ya me tenía sentada en su regazo y estaba apoyando su cabeza en mi hombro y comenzó a llorar.
Rodeé su cuello con mis manos y comencé a acariciarle la espalda diciéndole que todo va a estar bien.
-Se nota que me conoces. –dijo entre sollozos.
-¿Por qué lo dices?
-Sabes que mis ojos son el reflejo de lo que siente mi corazón.
-Lo sé, sólo quería probarte.
-¿Dónde has estado estas dos semanas cuando te necesité?
-Actuando como una estúpida, perdóname por favor.
Él seguía apoyado en mi hombro, ya sentía mi blusa toda mojada, la verdad es que él no estaba nada bien, nunca lloraba y cuando lo hacía era porque algo grave le había pasado.
-¿Me contarás que te pasó?
-Es que tengo una mejor amiga muy estúpida que me abandonó dos semanas, la extrañé muchísimo, terminé con Melanie, me peleé con mi padre y ahora vivo en el departamento que era de Brian y creo que nada más.
-Esa amiga que tienes es muy estúpida, no sé cómo la soportas. –reí.
-Es que la amo, por eso.
-Yo también te amo, Chris. –dije y le di un beso en la mejilla. -¿Qué pasó con tu padre?
-Quiere que me encargue de la empresa y deje la universidad.
-Eso está mal, debes tener estudios.
-No es por el estudio, lo sabes. Sólo que aún soy joven y no quiero hacerme cargo de la empresa, sólo tengo veintiún años, toda una vida por delante.
-¿Y se lo dijiste?
-Sí pero no me hace caso.
-Déjalo, se le pasará pronto.
-Eso espero.
-Vamos a tu departamento.
-¿A hacer...?
-A buscar tus cosas, no seguirás viviendo allí.
-¿Y por qué no?
-Por el simple hecho de ser la casa de Brian.

...

Llegamos a mi casa con las cosas de Chris en mano, llamé a Tina y le avisé que preparara un cuarto para Chris porque ahora viviría conmigo. Era lindo tener a mis dos mejores amigos viviendo conmigo, sólo que Alex vivía en la agencia y casi nunca lo veía.
-¿No crees que Alex se moleste?
-Por décima vez no. Además no tiene por qué hacerlo, es mi casa.
-Sí, supongo que tienes razón.
-¿Supones? Tengo razón. –afirmé. -¿Quieres comer?
-Sí, muero de hambre.
-Ven, acomodemos las cosas en tu cuarto y mientras le diré a Tina que caliente la cena.
Eran las nueve de la noche, las clases terminaron a las tres de la tarde y luego fuimos a casa de Chris, entre una cosa u otra se nos hizo tarde.
Entré a la cocina y Tina estaba preparando algo en unas ollas.
-Tina, ¿qué haces? –le pregunté dirigiéndome al refrigerador por algo de jugo.
-Hice estofado, señorita.
La verdad es que el estofado no era mi santa devoción, no me gustaba mucho esa comida pero ni al caso, a Chris le gustaba mucho y esta era su primera noche aquí, quería que se sienta bien.
-Está bien, me daré un baño y en un rato Chris y yo bajamos a comer.
-¿El joven Alex no vendrá a cenar?
-Hablé con él y me dijo que vendrá tarde ya que su jefe le pidió que presenciara un desfile de moda.
-Entonces le guardaré comida en el microondas.
-Perfecto.
Tomé el vaso con mi mano derecha y con la otra busqué mi celular en uno de los bolsillos de mi pantalón para hablarle a Matt, no sabía si él estaba enterado de esta situación y también hacía mucho tiempo que no hablaba con él.
Llegué a las escaleras y me senté en el segundo escalón, dejé el vaso a un costado y le marqué a Matt.

*Inicio de llamada*

-¿Bueno? –dijo con comida en la boca.
-¿Estás comiendo?
-Sí, ¿qué necesitas?
-Hola, ¿cómo estás? Bien, ¿tú? Oh bien, gracias. –dije irónica.
-Disculpe señorita ''no le hablo a Matt por dos semanas y después hago de cuenta que nada pasó'' –dijo en el mismo tono.
-Discúlpame Matt.
-Estás disculpada. –dijo bebiendo algo.
-Quería hablar contigo.
-¿Sobre qué?
-Sobre Chris.
-¿Ya volvieron a ser amigos?
-¿Estabas enterado de todo lo que le estuvo pasando? –le devolví con una pregunta.
-Claro que sí, lo tuve viviendo conmigo unos días.
-Sí, ahora está conmigo. Me preguntaba si querías venir a cenar para que hablemos con él y le hagamos compañía.
-Discúlpame pero yo ya cené y tengo trabajo que hacer para la universidad.
-Está bien, discúlpame si te quité tu tiempo. –dije cortante y colgué la llamada.

*Fin de la llamada*

Siempre con Matt fueron diferentes las reconciliaciones ya que él era más frío y sus amistades eran muy selectivas, aún no sabía cómo él me había elegido como su amiga.
Tomé el vaso de nuevo, guardé el celular en mi bolsillo y subí a la habitación donde se hospedaría Chris.
-¿Todo bien? –pregunté recargándome en el umbral de la puerta.
Él estaba de espaldas sacando la ropa de sus maletas.
-Sí. –se giró, sonrió y volvió a girarse.
-Oye... -dije entrando a la habitación.
-Dime.
-Acabo de hablar con Matt y estaba bastante frío, sé que estas dos semanas no le hablé por una estúpida razón pero... no sé, hay algo más.
Chris se tensó y se puso derecho, pero no estaba mirándome a la cara.
-¿Tú sabes si le sucede algo?
-Eh... no... ¿por qué tendría que saber? –preguntó nervioso.
-Vamos, suéltalo Christopher. –dije cruzándome de brazos y obligándolo a hablar.
Sabía que él sabía algo, su tono de voz lo delataba, era pésimo mintiendo.
-¿Qué quieres que suelte?
-Lo que sabes, yo sé que sabes algo.
-No sé nada. –dijo levantando sus hombros.
-Vamos, Chris, dime. –dije sentándome en la cama.
-No voy a decirte nada. –afirmó.
-Oh vamos, soy su amiga también tengo derecho a saber.
Chris suspiró y negó con la cabeza, estaba nervioso y a la vez serio.
-Matt... y... Chloe... -hablaba nervioso.
-¿Matt y Chloe qué Chris?
-Jean, Matt va a ser papá. –dijo bajando la cabeza.
Si fuesen otras circunstancias estaría más que feliz por ellos porque un hijo es la bendición de Dios pero ahora no pueden con un hijo, ambos estudian y tienen mucho por delante.
-¿Qué? –dije en un susurro apenas audible para los dos.
-Lo que escuchas, es por eso que Matt está así.
-¿Y Chloe cómo está?
-¿Cómo esperas que esté? Por un lado feliz y por el otro mal.
-La entiendo, mañana iré a visitarlos después del colegio.
-Aún sigo sin creerlo.
-Lo sé, yo tampoco caigo pero ellos son grandes personas y creo que sabrán afrontar la situación.
-¿Tú dices?
-Claro.
Chis terminó de preparar sus cosas y yo me dirigí a mi habitación, dejé el vaso de jugo en la mesa de noche, mi celular y mi bolso. Templé el agua para poder entrar y mientras se templaba fui a mi armario y saqué un short de color morado y una camiseta mangas largas de color negra.
Me quité la ropa en el baño y luego me metí en la bañera, era bueno descansar.

Entre mi profesor y yo (Synyster gates 2° Temporada) Terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora