Aprendiendo a sobrevivir.

Capítulo 8.

-No que no iba a haber alguien- le digo a Carlos al ver que luces de la casa están encendidas.

-Pues su Facebook dice lo contrario- me responde.

-Miren- dicen los demás y volteamos.

Se puede ver a una señora mayor que está acompañada de un bastón caminando por el portal de la casa.

-Ah es ella-dice Carlos y todos lo miramos.

-Ella es la señora Carlota no se preocupen, es buena y nos puede ayudar si se llega a enterar a que vinimos.

-Como estos tan seguros-le pregunto a Carlos.

-Porque Layla la trata peor que a sus amigas -dice.

-Ok, estamos perdiendo tiempo y me quiero ir a casa a hacer algo mejor- digo.

-Enserio que cosa es mejor que hacer una maldad-dice Jared.

-Comer chocolate- le respondo acercándome a la casa.

-Espera que le decimos- pregunta Luke- no se de eso se encarga Carlos, Andrev y tú de algo debe funcionar que sean los más grandes le digo guiñando mi ojo izquierdo y sacando la lengua.

-Yo voy con Loreine, Agust, Logan y savana a la habitación, si llega a suceder algo uno de ustedes señalo hacia Andrev y Luke suben a buscarnos.

Y caminamos hacia la entrada.

-tercer cuarto puerta rosa- me dice Carlos rápido cuando toca la puerta y yo muevo mi cabeza para que sepa que entendí.

Esperamos unos segundos ya que la señora había entrado a la casa cuando nos quedamos hablando en una esquina para que no nos viera.

-Hola Carlos oh veo que traes mucha compañía-dice la señora mirándonos, si buscas a Layla tengo que decirte que no está-no se preocupe señora Carlota vine a visitarla a usted y a buscar algo en el cuarto de Layla- entonces pasen dice la señora y todos entramos.

-Layla y sus padres llegaran como dentro de una hora ya que se le presento un problema en el trabajo tuvieron que venirse rápido y me llamaron para que les hiciera la comida- miro rápidamente a Carlos haciéndole un gesto para irnos de la casa, pero al parecer no quiere renunciar a la misión porque habla.

-Camile puedes ir con Lorein, Savana , Agust y Logan a buscar mi trabajo ustedes saben cómo es más que yo- nos dice y la señora pone un gesto estaño pero nos deja pasar.

-Muévanse yo les digo que me pasen y que hagan tenemos poco tiempo.

Terminamos de subir las escaleras y busco la puerta al verla y entrar al cuarto si no fuera porque tengo que cumplir con mi palabra me voy solo por ver su cuarto sé que su color favorito es el rosado claro, puro, intermedio pero rosa.

-Me quiero ir-dice Savan.

-Todos en este momento-le digo.

-Pasen me el vinagre y los huevos-les hablo y me los pasan al instante,-vayan abriendo la Harina pero con cuidado de que no se riegue, no queremos dejas rastro.

Agarro una taza y mezclo el vinagre junto con los huevos, me es inevitable hacer un gesto de asco al igual que a los demás.

Abro la botella de shampoo y al notar que está llena boto un poco para que quede a la mitad y poder llenar lo que sobra con la mezcla extraña, al terminar de echarlo agito el frasco y lo mismo hago con lo que sobro en el acondicionador, prosigo con la harina, pido que me la pasen y busco su secador de cabello lo agarro y volteo el paquete por donde sale el aire al encender el aparato, creo que es suficiente, coloco todo donde estaba y miro si hay algo extraño y todo está normal, al voltearme miro que me están viendo con cara de espanto y no sé pero sonrío.

-Camile enserio debo decirte que cuando nos pediste comprar todo eso no me imagine que era para eso-dice sorprendida Loreine señalando los productos.

-Creías que era para mirarlos?-le digo sonriendo y ella no cambia su rostro.

-Esta versión de Camile me da miedo- dice Agust y los demás lo apoyan.

-Esta versión no se muestra siempre- le digo saliendo del cuarto y bajando las escaleras.

-Carlos lo sentimos pero no lo pudimos encontrar, acaban de llamarme y nos tenemos que ir-hablo seguido para que todo sea más fácil.

-No te preocupes tendré que hacer otro, ya nos vamos Señora Carlota que siga pasando una bonita noche y por favor ya sabe no quisiera que Layla se entere que estuve aquí por usted.

-Oh no se preocupe joven yo no le diré nada-dice la señora inocente.

Nos despedimos y salimos de la casa de prisa y del mismo modo nos montamos en el auto y nos fuimos.

No me agrada hacer este tipo de bromas o maldades ya que no me gusta hacer daño y cuando la conozca sinceramente espero que se lo merezca porque de lo contrario me arrepentiría.