—¿Y qué pasó después?
Estábamos tiradas sobre mi cama con cajas vacías de pizza por el suelo mientras Gwen, como un periódico de chismes, me contaba lo que había pasado en el campus mientras yo me moría lentamente entre mis sábanas por un resfriado. Ahora estaba más decente y menos muerta.
—Fue una discusión bien acalorada. —Sacudió su mano en un intento de secar su esmalte—. ¡Se estaban peleando con todo y jalada de pelos como en las películas! Lo habrías disfrutado. Morgan le arrancó una uña postiza a Kate, pero ella le arrancó un puñado de pelo.
La pelea entre ellas no fue nada más y nada menos que por un chico. Ese chico era Tyler Levin. Sí, pelearon por nada.
—Es muy bajo cuando pelean por un chico —mascullé.
—¿Y sabes qué? Él estaba ahí viendo todo. ¡Parecía un niño viendo a dos monos pelearse por una banana! Bueno, en este caso, su banana. —Dejé de masticar mi plátano, tosiendo—. Si yo fuera Tyler y tendría a la mitad del campus femenino babeando por mí, me haría el difícil. Tipo el inalcanzable, sería increíble, ¿sabes? No me tiraría a...
—Ya entendí —la corté en seco.
Tyler tenía un don para ponerme de los nervios. Si estaba muy cerca, me daba un colapso por querer saltar a su cuello. No sé si para morderlo o ahorcarlo.
Después de lo de la fraternidad, Tyler me buscó por todos lados. Intentó sacarme una sonrisa, se disculpó si me había incomodado, bromeó sobre ese día, después se molestó porque no le hacía caso y luego terminó mirándome con cara de perrito abandonado. No sé si entendió que necesitaba espacio o se rindió aburrido, pero era mejor así. No me tentaba a comérmelo.
—¿Tú crees que se haya tirado a todas como la mayoría dice?
—¿Y a mí que me importa?
—¡Hey, tranquila! —Gwen me miró divertida—. No pensé que te ibas a enojar por hablar de sus conquistas.
—Solo Tyler sabe si se ha llevado a la cama a medio mundo —dije indiferente.
Ella se me quedó mirando con una sonrisita.
—Cierto. No es como si nos importe, ¿no?
—No.
—Porque no te importa nada sobre él, ¿verdad?
—Sí —farfullé.
—Estás con tu mes, ¿no? —Hizo una pausa al ver que no le contesté—. Hey, creo que debes contestar.
—¿Ah?
—Tu celular, mensa. Está sonando. —Lo señaló. Miré mi celular como si fuera la primera vez que lo veía—. ¡El sonido me irrita, Lydia!
Puse los ojos en blanco y contesté.
—¿Hola?
—¿Estás ocupada, hermanita?
—Sí, mucho —mentí—. ¿Por?
—Bueno, no me importa. Es Tyler. Necesita tu ayuda.
Me paré de un salto y comencé a lanzar maldiciones. Gwen se sobresaltó por mi repentina reacción y empezó a susurrarme insistente para que le pasara el chisme.
—Nick, estoy ocupada. Ando en una misión de chicas que no quieren saber nada de chicos.
—Lo atropellaron, Lydia.
—¡¿Qué?! ¡Voy ya mismo al hospital!
—¡Espera! —Fruncí el ceño al escucharlo reír—. ¿Ves que sí tienes tiempo? No te preocupes. Tyler está bien. Lamentablemente. Lo que pasa es que... Bueno, está ebrio en un club de mala muerte.
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Inevitable Destrucción
Teen FictionLydia tiene prohibido causar más problemas, pero cuando el rompecorazones que reina en su nuevo instituto fija su objetivo en ella, todo se complica. Tyler Levin, el chico de ojos cafés y sonrisa encantadora, perfecto para muchas, tiene un error: Cr...