Capítulo 23 | No te quiero follar y ya

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Me quedé anonadada. Él esperó mi respuesta con impaciencia, pero no supe qué responder.

—¿A qué te refieres? —Traté de que mi voz no sonara nerviosa.

—¿Cómo que a qué?

—No sé, yo... Explícate.

Tyler me había confundido tanto con sus cambios de humor que ya no estaba segura de si lo había dicho en serio o en broma.

—Lydia... —protestó.

—Si no piensas decir nada, te irás de mi habitación —le advertí.

Tyler se pasó una mano por el cabello, frustrado.

—¿Qué quieres escuchar? Estoy celoso. Listo, ya está. Detesto verte con él. Detesto que lo hayas besado. Eso es todo.

—¿Eso es todo? ¿En serio eso es todo lo que me quieres decir?

—No le des tantas vueltas.

—¿Cómo...? —Me sujeté la cabeza con las manos—. Eres increíble. ¡No te entiendo!

Él se puso de pie, pero se detuvo cuando me escuchó.

—¿Por qué viniste aquí, Tyler? ¿Te pusiste tan celoso de que me haya besado con otros y decidiste no quedarte atrás o qué? —espeté enojada.

—¿Qué?

—¿Querías probarte a ti mismo que eres capaz de follarme? —Lo encaré a centímetros de su rostro—. ¿Eso es? ¿Querías sumarme a tu lista de trofeos, soltarme una bomba en las narices para tenerme comiendo de tu mano y luego largarte como si nada? ¿Eso querías?

—¡No! ¡Yo no vine...! —Él me miró dolido—. No quiero sumarte a ninguna maldita lista, Lydia.

—Vete.

—¿Qué?

—¡Vete!

—¡Vine por ti, maldición! —La furia en su voz me hizo abrir los ojos de par en par, pasmada—. ¡Vine por ti! Eres importante para mí. Joder, ¿no puedes entender que no te quiero follar y ya?

Me quedé callada. Él se acercó más a mi rostro.

—Eres la hermana de Nick. Tú y yo no estamos hechos para follar y ya.

—Me confundes. —Me aparté de su rostro, enojada—. Primero me dices que solo soy una amiga, luego cambias y te comportas como si fuera algo más. Me celas, me reclamas. No entiendo por qué haces y dices esas cosas. ¡Ya deja de decir eso, maldita sea!

Tyler bajó la mirada un momento. Se quedó pensativo y finalmente la subió hacia mí.

—Tienes razón. Soy un imbécil, pero ¿sabes que la amistad es lo más confuso de todo? Nunca sabes qué pasará al final. Tal vez ambos caminos se unan.

Se acercó hasta quedar a centímetros de mí.

—O tal vez se destruyan.

Me dio una última mirada y se fue. En cuanto lo vi desaparecer, la confusión me abordó.

Me puse al día en la mitad de mis clases, menos mal tenía los apuntes de Nick a la mano. Pero a las dos horas me aburrí hasta de mi existencia y me puse a revisar mi celular. Tenía un mensaje de Sean.

Estoy aburrido. ¿Qué te parece si adelantamos nuestra salida?

Me sentí culpable, pero le respondí. En cierto modo, yo no había cometido un error porque Sean no me había aclarado que era una cita y Tyler simplemente me besó. Era libre de salir con quien yo quiera y eso nadie lo iba a cambiar. Ni siquiera unas palabras bonitas después de un beso que no tuvo que pasar.

Inevitable DestrucciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora