Capítulo 21 | Guerra por un beso

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Si dijera que el corazón se me estrujo en el pecho hasta cortarme la respiración al ver cómo Tyler me miró entre la rabia y el dolor, me quedo corta. Porque en realidad me sentí desfallecer, como si hubiera traicionado algo inexistente entre nosotros.

—¿Qué fue lo que te hice para que me hicieras tanto daño? —susurró al tiempo que se acercaba a mí.

Estaba cerca, muy cerca, pero el dolor en su mirada me hizo retroceder. Nadie había escuchado lo que dijo, solo yo, porque Tyler se había asegurado de decírmelo prácticamente en los labios. ¿Por qué le dolía esto? ¿Por qué le enojaba tanto? Yo no era nada para él, me lo había dejado claro más veces de las que quisiera.

No aparté la mirada de sus ojos cafés.

—Yo no te debo nada.

Sean se precipitó a mi lado y empujó a Tyler como si quisiera pelear.

—Esto no es su culpa.

—No me vuelvas a tocar ni una puta vez en tu vida.

—¿Y si no quiero qué?

—¿Estás de coña, Lydia? —Nick soltó un bufido, incómodo—. Sé que yo no debo meterme en tus estúpidos juegos, pero... Te paso que te beses, no sé... con Jack, pero con Sean no pues.

Tyler se quedó callado, cerrando sus puños con fuerza.

—Nick, yo besé a Lydia —dijo Sean con hastío—. Y me encantaría volver a hacerlo.

Y eso fue lo único que Tyler necesitó para perder el control de sus impulsos y terminar estampando su puño en la mandíbula de Sean, que trastabilló sorprendido hacia atrás y empezó a sangrar por una de sus comisuras.

—¡¿Qué mierda te pasa?!

Sean arremetió contra Tyler, su puño le impactó en la ceja izquierda y lo hizo estamparse contra los casilleros, pero Tyler como es Tyler, volvió a lo mismo y le dio pelea. Jack, que había estado con la mente volando, levantó la mirada rápidamente de su celular y lo intentó detener... Pero se tropezó y se fue de bruces hacia un grupo de chicas que rieron y lo sostuvieron gustosas.

—¡Tyler, ya basta! ¡Sean!

Jack se recompuso y le hizo una seña a Josh para que le ayudara. Este último corrió hacia Sean y le hizo una llave que lo inmovilizó en un par de segundos, mientras Jack intentó hacer lo mismo con Tyler, pero él sí opuso resistencia y por poco le mete un codazo en la cara.

—¡Tyler!

Demonios, mi garganta. Él dejó de luchar. Se volvió hacia mí y me miró fríamente.

—Esto es una estupidez —espetó.

—Ya lo creo, pero tienes que calmarte —ordené.

Su mirada se volvió dura e incrédula, como si le hubiera dicho la estupidez más grande del mundo. Se zafó de los brazos de Jack con una sacudida y se limitó a acomodarse su casaca, pero al pasar su mano por su labio y verlo manchado de sangre, gruñó en voz baja.

—Me ha partido el labio.

Sean se cruzó de brazos.

—¿Qué esperabas que pasara si te me tiraste encima?

—Te metiste con alguien importante para mí, idiota —dijo sin pensar, se quedó en silencio—. Es la hermana de Nick —añadió.

Sean entrecerró los ojos.

—¿En verdad quieres decir eso?

Tyler vaciló en su sitio y antes de irse lejos de nosotros, lo miró con fiereza y sonrió burlón.

Inevitable DestrucciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora