—Espero que todos hayan tenido un inicio durante los pocos minutos antes de que cruzara esa puerta —El castaño que minutos atrás ingreso al aula, dice. Su mata de cabello castaño perfectamente peinado solo indican que tan estricto podría llegar a ser, sin embargo, los pequeños rumores que escuché antes de que él llegara, dejaban mucho que decir. Charlie Albret, como muchos había dicho, era un maestro que venía de Francia, había pasado casi la mitad de su vida en España, logrando aprender el idioma con rapidez—. Como muchos ya escucharon, mi nombre es Charlie Albret, vengo de Francia y sí, conozco el idioma muy bien, chicos, no será un problema entendernos.
>>¿Alguna pregunta?
El salón guarda silencio, claramente esperando a que alguien sea capaz de levantar la mano y romper la incomodidad reinaba en la amplia habitación.
—Se tiene entendido que podemos el trabajo final del curso es un trabajo de investigación centrado en los niños de preescolar, ¿elegiremos con quienes queremos trabajar? —Alguien, al final del salón habla, sin embargo no me doy el trabajo de alejar mi atención del maestro.
Era joven, sin embargo la expresión creída en su rostro hace que de inmediato, sienta reticencia a entablar alguna conversación con él. La manera en la que observa a los estudiantes solo demuestra que tan superior se siente, algo que se notaba a leguas.
—Cada grupo contará de tres miembros, cada uno será elegido por mí, señor...
—López —El apellido retumba con algo de fuerza y, nuevamente, el silencio reina en el aula.
—Bien —Charlie habla, nuevamente, está vez regresando a su escritorio y ocupar la silla detrás del mismo. Un gran y pesado libro sale de su maletín, y con ello sé que las clases empezaron—. Hoy empezaremos con las definiciones que necesitamos acerca de la Educación para la Salud.
>>Envié un documento con todos los temas detallados, deberán leerlo y para la próxima semana entregar un glosario con cien términos que sean nuevos para ustedes.
Mi mano cae, casi con vida propia, haciendo que la atención de algunas personas se centre en mí, entre ellos el maestro. Su ceño se frunce y, cuando pienso que va a decirme algo, niega con lentitud, como si le divirtiera mi pequeño momento de torpeza.
—Mejor que sean cincuenta —dice, abriendo su libro—. Un calentamiento es mejor que explotar sus cerebros nuevos.
Y con eso, la atención que estaba sobre mi es arrancada con rapidez. Algunas personas murmuran, otras simplemente sueltan bufidos por lo bajo y otro, al igual que yo, saben que será un semestre bastante difícil con Albret.
Mi bolso cae con algo de fuerza en la silla que estaba desocupada. Los ojos de Andrea están sobre mí y una sonrisa cargada de burla se dirige en mi dirección.
—¿Qué diablos pasó contigo? —dice, moviendo su bolso para dejarme la otra silla libre, de modo que nuestros bolsos terminan juntos—. Solo te dejé por tres horas, ¿tanto sufriste?
—Cuando tengas un maestro como Charlie Albret me entenderás —mi cabeza cae sobre la mesa y, con un gruñido, trato de alejar la bruma de sueño que amenaza con noquearme—. Ese sujeto habla más de lo que yo hablaría en tres horas. Ha dicho palabras que ni siquiera sabía que existían, además de que debo hacer un estúpido glosario de cincuenta palabras.
>>¿Quieres más?
—¿Solo el primer día? —Asiento. Andrea ríe nuevamente, haciendo que ponga los ojos en blanco. El recuerdo de querer entrar a la universidad tiempo atrás se burla de mí. ¿Por qué diablos me ocurría estás cosas? —. Creo que hice bien en decirle a Tobías donde estaríamos.

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WildFire ©
ChickLit"Tocame como a tu primera guitarra, donde cada simple nota es demasiado fuerte." -WildFire, De...