Había pasado una semana desde el ataque de los demonios y Alec seguía inconsciente. Los Hermanos Silenciosos habían logrado extraer todo el veneno de su cuerpo pero los efectos secundarios seguían siendo desconocidos.
Magnus llevaba esa semana sin apenas dormir, había pasado los días y las noches en la enfermería junto a Alec. Casi no había comido y tenía unas horribles ojeras bajo los ojos que habían perdido su brillo dorado.
- ¿Cómo está? -Preguntó una voz desde la puerta.
Magnus miró y vio a Isabelle, la hermana de Alec, entrando en la enfermería.
- Igual.
- Se pondrá bien. -Dijo la chica tratando de calmar los nervios del brujo.
- Ya... Esto es culpa mía.
- ¿Qué dices? -Preguntó Isabelle sentándose al otro lado de la cama donde se encontraba Alec.
- Yo maté a aquel demonio y no me di cuenta de que Alec estaba ahí, por mi culpa el demonio cayó sobre él y le envenenó. -Confesó el brujo con la voz tensa.
- No es culpa tuya, le salvaste la vida, Magnus.
El brujo suspiró y miró al cazador de sombras inmóvil sobre la cama. Estaba pálido y tenía los pómulos más delgados que antes. Su pecho subía y bajaba lentamente cuando respiraba y Magnus no podía evitar pensar que lo que estaba sintiendo por el nefilim era algo que no creía haber sentido nunca en su larga vida. Estaba enamorado de Alec, eso lo sabía, pero conforme pasaban los días y no despertaba se había ido dando cuenta de que lo que sentía realmente era algo mucho más fuerte. Y tenía miedo de no tener la oportunidad de decírselo.
Alec no había admitido ante nadie su relación con el brujo, ni siquiera le había dicho a su familia que era gay. Sólo su hermana lo sabía, ambas cosas, a pesar de que Alec nunca le había confirmado a Isabelle que estuviese saliendo con Magnus. Isabelle vio la oportunidad de responder a esas preguntas.
- ¿Magnus? ¿Puedo hacerte una pregunta? -Isabelle le miró.
- Dime.
La chica cogió aire y habló:
- ¿Alec y tú sois novios?
Tras varios minutos pensando, Magnus le respondió.
- Me gusta pensar que sí, pero él se niega si quiera a admitir que existo. Sé que sentía algo por Jace, aunque me dijo que ya le había olvidado, aún así no entiendo porqué se esconde. -El brujo respiró aliviado, nunca había dicho lo que pensaba a nadie.
- Alec es... Complicado. Debes saber que no está preparado para que nuestros padres lo sepan, ellos son...
- Lo sé. -Dijo Magnus. -Pero no quiero ser el secreto de nadie, ni siquiera sé lo él siente por mí.
- ¿Y tú que sientes por él? -Preguntó Isabelle.
- Le amo, de una forma que no creí posible. -Confesó Magnus en voz baja.
Isabelle sonrió y tras varios minutos de silencio volvió a hablar.
- Alec te quiere, Magnus. Lo sé.
- ¿Como lo sabes? -El brujo se había sorprendido de las palabras de la cazadora de sombras. La esperanza le golpeaba en el pecho y notaba el corazón latirle con fuerza.
- Soy su hermana, noto esas cosas. Cuando habla de ti sus ojos se iluminan y está más feliz desde que te conoce. Tú serás quién tenga que esperar a que él éste preparado para decírtelo, pero recuerda que tiene miedo a ser rechazado, no dirá nada si no sabe que tú sientes lo mismo.
Magnus la miró asombrado mientras entendía sus palabras.
- ¿Y cómo se lo demuestro? -Preguntó algo aturdido.
- ¡Dile que le amas en cuanto despierte! -Exclamó Isabelle.
- Lo haré.
Al brujo le pareció que Isabelle iba a decir algo más pero Jace apareció en la puerta y la llamó.
- Tenemos que ir a entrenar. -Le dijo con una mueca.
Isabelle resopló, se despidió de Magnus y se fue, dejando al brujo a solas con su nefilim.
Se inclinó sobre la cama y le acarició la mejilla con suavidad.
- Mi Alexander, mi amor. Despierta, por favor, te echo de menos. Quiero volver a ver tus ojos azules, quiero verte sonreír, quiero besar tus labios. Te necesito. Despierta. -Dijo el brujo y una lágrima rodó por su mejilla.
Magnus besó la mano de Alec y después sus mejillas, que habían perdido el rubor que tenían normalmente. Apoyó su mejilla contra la de Alec y a los pocos minutos notó como las pestañas del cazador le hacían cosquillas al moverse.
Se incorporó de golpe y al mirarle, se encontró con los ojos azules que le habían enamorado en aquella fiesta y que tanto había extrañado esa última semana.¡HOLA! QUERÍA DECIROS QUE PRONTO ESCRIBIRÉ EL CAPÍTULO DE LA PRIMERA VEZ MALEC. TENGO UNA DUDA: NO SÉ SI ESCRIBIRLO DE MANERA SENCILLA, ES DECIR SIN MUCHOS DETALLES O ESCRIBIR UNA ESCENA HOT/LEMON/SMUT.
¿VOSOTROS QUE PREFERIS? Decidme en los comentarios y la idea que tenga más votos será la que escriba.
Adiós Malec Shippers, Shadowhunters y Subterráneos.😘😘💋💞
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MALEC
FanficHistoria del Gran Brujo de Brooklyn, Magnus Bane y su Nefilim, Alexander Lightwood. Aquí inventaré capítulos en los que se demuestra el amor que siente Magnus, (a su manera) y dónde intentaré que Alec venza su timidez en lo respectivo a su relación...