MALEC

Halloween

- No entiendo por qué vamos a celebrar una tradición mundana. -Alec llevaba quejándose de ello los últimos tres días, osea, desde que Magnus se lo había dicho.
No tenía ninguna gana de estar rodeado de arañas y fantasmas decorativos. Y mucho menos le apetecía tener que disfrazarse. Su novio le había convencido para ser él quién eligiese el disfraz que llevaría el nefilim. Alec tampoco sabía de que se iba a disfrazar el brujo.
- Pues porque será divertido. -Replicó Magnus mientras ponía más tela de arañas falsa sobre los muebles.
El nefilim suspiró y miró el reloj. En menos de dos horas, en el loft que compartía con el mayor estarían sus amigos, disfrazados y celebrando una gran fiesta de Halloween montada por Magnus, quien no había dejado ni un rincón de la casa sin decorar. Había despejado el salón dejando un gran espacio abierto y a los lados colocó mesas con gran cantidad de comida y bebida y una tarta en forma de casa encantada.
- Garbancito, ven para que te pongas tu disfraz. -Le llamó Magnus desde la habitación.
Cuando Alec entró en el cuarto sintió que la sangre se le helaba en las venas; sobre la cama había una camisa blanca de tiros, unos pantalones elásticos del mismo color y unas alas y un tutú de seda transparente.
Un disfraz de ángel.
- ¡No! ¡Ni de coña, Magnus! -Gritó el chico horrorizado. Cuando miró al otro le vio riéndose de tal forma que se le había olvidado el glamour de los ojos y Alec pudo ver los ojos felinos que tanto adoraba pero que Magnus casi nunca le dejaba ver.
- Pero Alec, por favor, estarás muy guapo, es sólo por esta noche. -El brujo hizo un puchero y convenció a Alec pero éste no lo admitió aún.
- No me pondré eso.
- Venga. -Magnus se acercó y le abrazó por la cintura. -También te verás muy sexy.
- Mmm, ¿sí? ¿cómo de sexy? -Preguntó Alec mientras le miraba a los ojos, que seguían sin glamour.
- Como yo. -Respondió el mayor y provocó que el otro se riera.
Alec juntó sus labios con los de Magnus y por un momento olvidaron todo lo demás. Pero Magnus se separó y sonrió.
- Será mejor que te vistas, angelito. Los demás llegarán pronto.
- Me pondré eso. -Dijo Alec mirando hacia la ropa sobre la cama. -Con una condición.
- ¿Cuál?
- No te pongas el glamour esta noche.
- De acuerdo. -Magnus besó a Alec y se metió en el baño para vestirse él también.

Casi una hora después, Alec estaba sentado en la cama con lo que creía sería lo más ridículo que había llevado nunca.
La puerta del baño se abrió y salió Magnus vestido con una camisa de rejilla, unas mallas y un tutú rojo. También llevaba cuernos, una cola, un tridente de purpurina y el pelo del mismo color.
Magnus iba disfrazado de diablo.
-Mi amor, si no cierras la boca te van a entrar moscas.
Alec salió de su asombro y se ruborizó. Magnus se acercó a él y cuando éste se levantó de la cama, le colocó una diadema con un halo de ángel.
- Ahora estas listo. Y muy muy guapo.
- Me siento raro. -Se quejó el nefilim. -Pero a ti te queda muy bien. -Añadió pasando las manos por la camisa del otro.
Magnus pasó sus manos por el cuello de Alec y le besó de forma profunda haciendo que el chico gimiera. Alec le empujó hasta llegar a la pared y se pegó a él. El nefilim comenzó a besarle de manera lenta, volviendo loco a Magnus.
Sonó el timbre pero Alec no se separó sino que empezó a besarle el cuello.
- Alexander. -Magnus se apartó un poco y Alec pudo admirar sus ojos verde y dorados. -Han llegado nuestros amigos, pero luego pienso hacer que dejes de ser un inocente angelito.
- ¿Sí? ¿Cómo? -Preguntó el ojiazul arqueando una ceja.
- Primero te quitaré ese disfraz. -Susurró en su oído. -Y luego te tumbaré en la cama y haré que grites mi nombre.
Alec enrojeció por completo y se sobresaltó al oír el timbre de nuevo.
Magnus le dio un pequeño beso y fue a abrir la puerta.
Habían llegado Clary, Simon, Izzy, Jace y Max. Iban vestidos de vaquera, Spider-Man, Wonder Woman, zombie y esqueleto, respectivamente.
- ¡Alec! -Max corrió a abrazar a su hermano y se pusieron a hablar de cómics.
El resto de la noche la pasaron riendo y bailando todos juntos.
Y aunque Alexander nunca lo admitiría, aquella noche de Halloween se lo pasó tan bien que deseó en secreto volver a celebrarlo al año siguiente.

¡¡FELIZ HALLOWEEN MIS PEQUEÑOS NEFILIM!! PASADLO BIEN Y COMED MUCHAS GOLOSINAS.👻👻👿👿