💖Feliz Navidad⛄

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Era el día de Nochebuena. 24 de diciembre. Clary, Simon, Jace, Luke y Jocelyn iban a celebrarlo cenando en casa de la madre de Clary. Al final, Isabelle había decidido ir con ellos ya que quería estar con Simon.
Por más que todos hubieran insistido, Alec no había aceptado la invitación y había preferido quedarse en casa con Magnus. Alec no era de esas personas a las que les gustaba estar con mucha gente celebrando las fiestas y Magnus lo sabía, por eso no había intentado que accediera a ir con los demás. Se quedarían en casa y Max estaría con ellos. Izzy le había pedido a Alec que cuidase de su hermanito porque era posible que bebieran bastante y alargaran el evento hasta tarde. El nefilim no había dudado ni un segundo en aceptar, le encantaba pasar tiempo con su hermano pequeño.

La casa estaba decorada con motivos navideños; un árbol enorme junto a la chimenea, de la cual colgaban calcetines rojos y guirnaldas. Todos los muebles tenían objetos decorativos, en las ventanas habían pegatinas de copos de nieve y la purpurina prácticamente volaba por toda la casa.
- ¿Cuándo vamos a cenar? -Preguntó Max a Alec.
- Pronto, la cena ya está casi lista. -Le sonrió al niño y sacó del horno unas galletas que habían preparado juntos.
Magnus le había enseñado cómo hacer un pastel de carne con almendras y había preparado una mezcla de arroz con pimientos y una sopa.
Cuando la cena estuvo en la mesa Alec salió de la cocina para llamar a Magnus y a su hermano.
Magnus estaba colocando hojas de muérdago sobre una estantería. Alec se acercó y le abrazó desde atrás. Magnus se giró y con magia dejó el muérdago flotando sobre ellos y sonrió. Alec le rodeó el cuello con los brazos y le besó. Magnus le abrazó y giró un poco la cabeza para besarle con más pasión.
- ¡Holaaaaa! Chicos, quiero cenar y abrir los regalos, podéis seguir enrollándoos luego.
La voz de Max les hizo separarse y Alec se puso rojo. Magnus se río y cogió a Max.
- Venga pequeñajo, vamos a cenar. -Caminó hasta la cocina con el niño en brazos y Alec le siguió.
Cenaron entre risas e historias de navidades anteriores y en cuanto terminaron, Magnus recogió todo con magia.
- ¡Wow! ¿Puedes hacer más cosas con magia? -Pidió Max mirando a Magnus con los ojos muy abiertos.
- Claro. -El brujo miró a Alec y sonrió. Luego chasqueó los dedos y aparecieron un montón de regalos bajo el árbol.
- ¡Qué pasada! -Max salió corriendo hasta los regalos y empezó a abrirlos.
Los dos se acercaron hasta el pequeño y se sentaron a su lado. Había desenvuelto un montón de libros de manga, algunos juguetes y ropa.
- ¡Me encanta la navidad! -Exclamó.
- Falta un regalo. -Le dijo su hermano, cuando Max le miró, Alec le dio una caja de terciopelo negro. -Toma, cuidala bien.
Dentro había una estela gris decorada con las runas básicas.
- ¡Mi primera estela! ¡Gracias Alexander! -Max se tiró sobre su hermano y le abrazó. Alec se rió y miró a Magnus con alegría.
- También tengo un regalo para ti. -Dijo cuando Max se apartó y empezó a leer uno de los libro.
Sacó otra caja un poco más pequeña y se la dio a Magnus.
Cuando la abrió, vio que dentro había un colgante con una piedra verde turquesa. Lo sacó de la caja y se lo puso.
- Es una piedra originaria de Indonesia, quería que tuvieras un trocito de tu antiguo hogar. -Le explicó Alec sonriendo.
- Es precioso, muchas gracias.
Magnus hizo aparecer un paquete envuelto en papel azul y se lo dio.
- Esto es para ti.
Alec lo abrió y descubrió un carcaj con flechas de color negro con su nombre grabado en letras plateadas. El chico pasó los dedos por la inscripción y miró a su novio.
- Me encanta, es muy bonito, gracias.
- Y es mágico, las flechas nunca se acaban. Feliz navidad, Alec. -Dijo Magnus y se perdió en sus ojos azules.
- Feliz navidad. Te amo. -Dijo Alec y le besó en la mejilla.
- Te amo. -Magnus le cogió la cara con las manos y le besó en los labios de manera tierna.
- ¡Malec, sois unos cursis! Id a besaros a la habitación y dejadme leer. -Se quejó Max haciendo una mueca.
- ¿Has dicho Malec? -Preguntó Alexander riendo.
- Sí, es la unión de vuestros nombres. -Respondió con obviedad.
Ambos se rieron con ganas y volvieron a besarse para volver a oír al niño quejándose.

Un rato más tarde, Magnus estaba dormido en el sofá con Max apoyado en sus piernas también dormido. Habían estado jugando y riendo juntos y al verlos tan unidos, Alec se imaginó si sería así el formar una familia. Se imaginó junto a Magnus, criando a su propio hijo, jugando con él y enseñándole todo y una granc alegría se instaló en su pecho. Estaba seguro de querer dar ese paso junto a Magnus. A su lado podia hacer cualquier cosa. Daba igual si eran o no inmortales, ambos sabían que, su amor perduraría por toda la eternidad en sus corazones y que el recuerdo de todas las cosas que habían vivido y las muchas que les quedaban por vivir nunca se apagaría.

¡HOLAAA! Quería desearos unas felices fiestas y que lo paseis muy bien. Os quiero mucho a todos, por leerme, por votar y por vuestros comentarios que siempre me sacan una sonrisa y me animan a seguir escribiendo. Os mando un abrazo virtual💖❄❄❄😊

MALECDonde viven las historias. Descúbrelo ahora