El último día del año es cuando te pones a pensar en todas las cosas que hiciste en ese tiempo, en las personas que conociste y en cuantos recuerdos has ido creando. Es cuando te das cuenta de lo mucho que has cambiado en ese tiempo. Muchas veces es casi como si fueras una persona completamente distinta.
Y Alec se sentía así; ese año había conocido a Magnus y a partir de ahí toda su vida había dado un giro. El hecho de haberse mudado a vivir con Magnus le había hecho ver de forma distinta muchas cosas. Se había dado cuenta de que durante toda su vida, viviendo en el Instituto, bajo las normas de sus padres y presionado por la Clave había estado mal sin siquiera saberlo, ocultando su verdadera forma de ser y actuando de manera que todos estuvieran satisfechos aún si él tenía que vivir en la sombra y siguiendo órdenes de todo el que le rodeaba. Ahora sentía que tenía libertad. Era adulto, podía tomar sus propias decisiones.
Y aunque extrañaba estar todos los días con sus hermanos, seguía yendo al Instituto a entrenar cada semana y seguía siendo el parabatai de Jace.Magnus también estaba pensando sobre eso mientras se arreglaba. Para él, a pesar de haber vivido muchos años, tiempo atrás, el final de un año había significado mucho. Significaba que empezaba una nueva época, una época que podría ser mejor o peor que las anteriores pero sin duda sería distinta. Claro que Magnus llevaba décadas sintiendo que cada año que pasaba tenía menos sentido que el anterior, los años habían empezado a parecerle todos iguales incluso aunque probaba a hacer cosas nuevas. Pero había un problema; probar cosas distintas sin compañía no era demasiado divertido. Y él llevaba mucho tiempo sólo.
Hasta que conoció a Alec.
Al principio, ver como ese chico se iba colando en su vida y en su corazón le había abrumado y aterrado. No importaba cuantos años hubiera vivido ni a cuantas personas había conocido, nadie le había hecho sentir como lo hacía Alec. Oír reír a alguien nunca le había hecho tan feliz ni había deseado poder ver su sonrisa cada mañana al despertar. Alec no sólo era lo mejor que le había pasado a Magnus en ese año, era lo mejor de toda su vida. Y decir eso de alguien que ha vivido cuatrocientos años es algo muy grande.
Los dos chicos se encontraban pensando en cómo el otro había irrumpido en su vida y la había cambiado por completo. Ninguno de los dos seguía siendo como cuando se habían conocido, ambos cambiaron mucho en ese tiempo, de alguna manera, habían avanzado juntos.Sonó el timbre del apartamento y sacó a ambos de sus pensamientos. Clary, Izzy, Jace y Simon habían llegado.
Magnus salió de la habitación y Alec del baño al mismo tiempo y Alec se quedó asombrado. El brujo llevaba unos pantalones dorados demasiado pegados, una camisa blanca de botones, más maquillaje de lo habitual y parecía que se había bañado con purpurina.
Alec, como siempre, llevaba vaqueros negros, una camisa negra con una corbata blanca y el pelo desordenado.
- Mi amor, ¿seguirás poniendo esa cara cada vez que me visto así? -Preguntó Magnus con una sonrisa burlona.
- ¿Q-qué...? -Alec se puso rojo y miró hacia la puerta. -Nos están esperando. -Dijo para cambiar de tema.
Magnus rió y tiró de la corbata de Alec para acercarle y darle un largo beso.
Después abrió la puerta y ambos salieron a reunirse con sus amigos.
- ¡Nos vamos de fiesta! -Gritaron Isabelle y Magnus mientras caminaban hacia la discoteca donde celebrarían el fin de año.Horas más tarde, la cuenta atrás acababa de llegar a su fin.
- ¡FELIZ AÑO NUEVO! -Fue el grito colectivo que resonó por todo el local.
Jace y Clary, al igual que Simon e Izzy, estaban besándose. Magnus no se quedó atrás y se abalanzó sobre Alexander.
Hacía rato que el brujo se había quitado la camisa y Alec no sabía cómo, pero Magnus tenía todo el pecho lleno de purpurina.
Llevaba varias copas de más y estaba bastante borracho, Alec lo notó al ver que había perdido el glamour que cubría sus ojos. Al menos el local donde se encontraban era para nefilim y subterráneos de modo que no tenía que preocuparse por que le vieran.
Magnus rodeó la cintura de Alec con los brazos y se acercó a él mientras le besaba cada vez con más fuerza. Alec se separó para poder respirar y vio que las pupilas de Magnus estaban dilatadas y su mirada estaba llena de deseo.
Cuando Magnus fue a besarle de nuevo Alec le frenó poniendo las manos en sus hombros.
- Magnus, estamos en público... -Dijo lo bastante alto para que le oyera a través de las voces y la música.
- Eso no me ha frenado nunca y menos lo hará hoy. -Dijo y empujó a Alec hasta pegarle a la pared de un pasillo alejado de la multitud. -¿No te apetece empezar el año nuevo de esta forma?Alec estaba completamente rojo, nunca había visto a Magnus de esa manera. Sabía que Magnus era muy consciente de como estaba actuando ya que aunque Magnus estuviera borracho, siempre sabía controlar lo que hacía y decía. Y a Alec ver a lo que se atrevía le estaba gustando más de lo que habría pensado.
- Pero...
- Shh... -Magnus puso un dedo sobre los labios de Alec para que se callara.
Cogió las manos del nefilim y hizo que las pusiera en su cintura. La piel de Magnus estaba ardiendo.
Magnus empezó a besarle el cuello provocándole escalofríos. Le mordió suavemente y luego se apartó y le miró a los ojos.
- Te quiero...
- Lo sé. -Respondió el ojiazul.
- No me refería a eso. -Gruñó Magnus.
- Seguimos estando rodeados de gente. -Dijo Alec en un susurro.
- Eso puedo arreglarlo. -Respondió Magnus y un portal apareció en la pared.
- Pero no podemos dejar aquí a nuestros amigos.
- Oh vamos, Alexander. Creo que saben el camino de vuelta a casa. -Magnus pasó sus manos tras el cuello de Alec y rozó sus labios. -Vámonos.
- ¿Para qué? -Susurró. El poco alcohol que había tomado y el calor en sus mejillas empezaba a afectarle.
La respuesta que Magnus le dijo al oído hizo que perdiera la poca razón que le quedaba. Empujó a Magnus a través del portal mientras le besaba. Cayeron en la cama y Alec se puso sobre él sin dejar sus labios. Le mordió el labio y se apartó un poco.
- Mañana tendrás resaca. -Susurró y Magnus asintió con una sonrisa. -Y tampoco podrás sentarte. -No le dio tiempo a responder pues ya le estaba besando de nuevo.Bueno chicos, se acaba el 2016 y quería desearos un divertido fin de año. Este año para mí ha sido fantástico en muchos aspectos. Y quería aprovechar para saludar a algunas personas que he conocido en este tiempo. Habéis hecho que viera que no era la única loca fangirl y creo que me entendéis mejor que nadie. Sabéis quienes sois. 🌚💖
Adiós, feliz 2017!!!✨😍🌈
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MALEC
FanfictionHistoria del Gran Brujo de Brooklyn, Magnus Bane y su Nefilim, Alexander Lightwood. Aquí inventaré capítulos en los que se demuestra el amor que siente Magnus, (a su manera) y dónde intentaré que Alec venza su timidez en lo respectivo a su relación...