Boda

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¡Aquí está! Llevaba tiempo trabajando en este capítulo y aquí lo tenéis. Espero que os guste.
P.D: leed la nota del final.

Alec:
No podía creerlo. El día había llegado. Se iba a casar. Se iba a casar con el amor de su vida, con Magnus Bane, con el maravilloso brujo que había puesto su vida patas arriba. Alec estaba al borde de un ataque cardíaco, le costaba respirar y no lograba hacerse bien el nudo de la corbata.
- Anda ven aquí. -Dijo Isabelle entrando en la habitación. -Cálmate, hermanito.
- Eso intento. -Respondió Alec girándose para mirarla.
- Tranquilo. -Izzy le arregló el nudo y le ayudó a ponerse la chaqueta dorada de su traje. -Todo saldrá genial, estáis hechos el uno para el otro. -Las palabras de su hermana le calmaron un poco pero seguía temblando.
- Gracias. -Dijo Alec y la abrazó con fuerza.
- Estoy muy orgullosa de ti, Alexander. -Dijo Izzy sonriendo. -Y ahora vamos, no querrás llegar tarde.
Ambos hermanos salieron de la casa y fueron hacia la gran carpa que habían montado en la granja de Luke.
Al ser un nefilim y un subterráneo tenían que casarse mediante la ceremonia mundana pero habían encontrado a alguien de los nefilim que estaría encantado de casarles.
Alec respiró hondo y asintió en dirección a su hermano Max. El niño sonrió y entró en la carpa para recorrer el camino hasta el altar tirando pétalos azules. Isabelle enganchó su brazo al de Alec; sus padres se habían negado a asistir a la ceremonia y sería Izzy quien acompañara a Alec.
Aún con el aire atrapado en la garganta y las manos temblando, los dos chicos entraron en la carpa. Alec miró a Magnus. Caminó junto a su hermana hasta llegar frente a él y ambos sonrieron, tratando de calmar al otro con la mirada.
- Chicos, vamos a empezar. -Dijo el hermano Zacariah.




Magnus:
- ¡No puedo! ¡No puedo hacerlo! ¡Me voy a desmayar! ¿Es muy precipitado? ¿Y si no quiere casarse? ¿Lo estoy obligando? ¡Es demasiado joven! ¡No puedo atarle a mí!
Magnus no hacía más que dar vueltas por toda la habitación, gritando y desvariando. Parecía que se había vuelto loco.
- ¡MAGNUS BANE! -Gritó Catarina para que se callara. Nunca, jamás, en todos los años que llevaban siendo amigos había visto a Magnus tan nervioso, era una prueba absoluta de lo que ese nefilim causaba en él.
Magnus se sobresaltó al oír el grito de su amiga y la miró aún muy intranquilo.
- Todo va a salir bien, puedes hacerlo. Eres el Gran Brujo de Brooklyn y sobre todo eres a quien Alexander quiere. Él te ama y sé, puedo ver que tú le amas a él como nunca te ha pasado con nadie y probablemente nunca más te pase, porque Magnus, sólo tienes un amor de tu vida, no importa cómo de larga sea, sólo hay uno real, uno que te marcará para siempre, y ese es Alec. Así que sal ahí y casate con él. -La chica se acercó y le colocó el traje plateado y la corbata azul.
Magnus la miró, asintió y le sonrió. Cogió aire y entro en la carpa para ir hacia el altar.
- Magnus, calmate. -No podía dejar de colocarse las mangas de forma compulsiva.
- ¡No puedo! Jem, ayudame, el corazón me late tan rápido que me va a dar un infarto. -El chico que iba a casarles sonrió. Nunca creyó que llegaría a ver a Magnus Bane en tal estado de ansiedad. Y mucho menos a punto de casarse.
- Respira, todo irá bien. Nunca te había visto así.
- Es que no puedo creerlo, Jem. ¡Voy a casarme! -Jem rió un poco al verle tan emocionado.
Entonces empezó a sonar la música y Max recorrió el pasillo tirando pétalos azules. Ese era el color principal de la boda, como los ojos de Alec y la magia de Magnus.
El brujo notaba los nervios y el miedo recorrer su cuerpo pero trató de estar tranquilo cuando Alec llegó al altar y se puso frente a él. Ambos de perdieron en la mirada del otro.

Ceremonia:
La voz de Jem les trajo a la realidad:
- Chicos, vamos a empezar.
Tras algunas palabras iniciales llegó el momento de decir sus votos. Alec fue el primero en hablar:
- Antes de conocerte mi vida era una vida simple, aburrida. Llegaste, hiciste de mi mundo un caos y me cambiaste. Nunca pude imaginar que encontraría a alguien como tú, que me quisiera con mi mal humor y que supiera ver más allá de la máscara que había usado para ocultar las cosas de mí mismo que pensaba que no eran buenas. -Alec sonreía y hablaba sin apartar la vista de Magnus ni un segundo. -Me has enseñado cosas sobre mí mismo y sobre el amor que han hecho que me vida sea maravillosa. Me has dado mucho más de lo que podía haber deseado y haré lo que sea para pasar el resto de mi vida a tu lado. Te prometo ayudarte siempre y estar cuando me necesites. Abrazarte y besarte hasta mi último aliento. Haré todo esto y más por ti porque me gustas, porque te quiero y porque te amo, Magnus, y seguiré haciéndolo siempre.
Magnus trató de controlar el temblor de sus manos agarrando las de Alec, sonrió y empezó a hablar:
- Alexander Lightwood, para algunos sólo será un nombre, para otros representará a un gran guerrero o a un hermano pero para mí, lo eres todo. Eres mi vida, Alexander. Aún no sé si fueron tus ojos, tu sonrisa tímida o tu carácter pero conseguiste ser lo único en lo que podía pensar. Te convertiste en lo mejor que me había pasado y me haces sentir cosas que nunca creí que fueran tan intensas. Cuando te conocí no hubiera podido imaginar lo que llegarias a significar. Te amo, Alec y prometo estar a tu lado cuando me necesites, ayudarte y quererte todos los días de mi vida.
Ambos sonrieron y miraron a Jem, quien dirigió su mirada al nefilim.
- Alexander Lightwood, ¿aceptas a Magnus Bane como tu esposo?
- Sí, quiero. -Aceptó Alec sin apartar la mirada de Magnus, quien le puso el anillo.
- Magnus Bane, ¿aceptas a Alexander Lightwood como tu esposo?
- Sí, quiero. -Contestó Magnus y Alec cogió su mano para colocarle la alianza.
- Entonces, por los poderes que me han sido concedidos, yo os declaro marido y marido. Podéis besaros.
Alec se hizo adelante y puso las manos en el rostro de Magnus para acercarle y se besaron.
Todos los presentes aplaudieron y cuando Magnus miró al frente vio a Catarina, Izzy, Tessa y Clary sentadas juntas y llorando emocionadas.
Magnus le dio la mano a Alec y salieron mientras todos les felicitaban. [...]



- ¡No me lo puedo creer, Magnus! ¡Estamos casados! -Exclamó Alec.
Estaban sentados en una mesa comiendo tarta ya que Magnus había hecho un pastel de bodas enorme.
- Lo sé. -Dijo el brujo y cogió nata de la tarta para manchar a Alec en la cara.
- ¡Eh! -Se quejó el ojiazul y le manchó también.
Ambos rieron y tuvieron que limpiarse ya que acabaron cubiertos de pastel.
Magnus le estaba quitando chocolate de la mejilla a Alec cuando se quedó mirándole fijamente.
- ¿Qué? -Preguntó el nefilim.
- Te amo, mi estúpido nefilim. -El chico le sonrió y se acercó hasta que rozó sus labios.
- Yo también a ti, mi brujo de ojos de gato*. -Susurró Alec y le besó de forma dulce, demostrándole todo lo que sentía por él, más de lo que se podía explicar con palabras.
                                
                                 FIN
*Esta frase la he sacado de un grupo de rol. Silvia, Laia, tenía que ponerla es demasiado bonita💖

Nota:
Vengo a hacer un poco de spam, no me tiréis ninguna chancla porfis😂.
Es sobre mi nueva cuenta de instagram, es sobre libros, música, series, ships, etc. Os agradecería que la sigáis:
@_glitter_queens_
Gracias y hasta el siguiente capítulo.😘😘😘

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