Academia Dalton

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Bueno, este capítulo está basado en un universo alternativo. Por lo tanto no son nefilim ni brujos.
Si alguien ve la serie Glee, reconocerá algunas cosas.😜😊💖💫

La Academia Dalton era conocida como la escuela de canto más prestigiosa del estado. Su coro masculino había ganado numerosos concursos años atrás. Todo chico al que le gustase cantar, soñaba con entrar en esa escuela y muy pocos lo conseguían.
Alexander Lightwood había sido uno de esos pocos. Pero no había resultado tan genial como él esperaba. Parecía que todos los alumnos eran unos pjjos mimados que no conocían el significado de la palabra humildad. Alec había entrado en la academia gracias a una beca y en cuanto los demás se habían enterado de que su familia no salía en las listas de los más ricos de América, le habían dado de lado y solo se habían dirigido a él para insultarle.
Llevaba ahí seis meses y sólo tenía un amigo; Magnus Bane.
Era un chico divertido, alegre y creativo. Todo lo contrario a él. Pero de alguna manera, ese chico se había fijado en él y había decidido ponerse en contra de los demás para defenderle. Porque así era como se habían conocido; un día tras las clases, un grupo de matones le habían acorralado y seguramente, de no ser por Magnus, le habrían dado una paliza. Pero el chico se interpuso entre Alec y los demás.
Desde ese momento, Magnus no se había alejado de Alec. Y se habían vuelto bastante inseparables. Ningún chico volvió a atreverse a meterse con Alec y éste no acababa de entender como el destino había decidido poner a Magnus en su vida, casi como si fuera su ángel de la guarda.
Pero Alec era probablemente la persona más torpe del universo y había encontrado sin darse cuenta la manera de romper su amistad; se había enamorado de Magnus.
Y le esta a costando mantenerlo en secreto. Cada día que pasaba con Magnus, junto a sus bromas, su buen humor y sus sonrisas, ese sentimiento crecía. Le había empezado a doler cada vez que le veía y se sentía como si le estuvieran estrujando el corazón. Quería decírselo pero tenía miedo a ser rechazado y aún más a perder su amistad.

Era viernes y Alec llevaba toda la semana nervioso porque en su primera clase de ese día debía cantar una canción frente a sus compañeros. Llegó tarde a la escuela así que no vio a Magnus en la entrada como solía hacer cada mañana. Eso solo hizo que sus nervios aumentasen.
Cuando llegó el momento de cantar, Alec se puso en pie. Los primeros acordes de Defying Gravity comenzaron a sonar y Alec cerró los ojos. Los tuvo cerrados toda la canción, que había sido elegida pensando en Magnus, y no vio que él estaba en la entrada de su clase, escuchándole cantar.
Terminó y todos sus compañeros aplaudieron más para no hacer enfadar al profesor que porque les hubiera gustado. Sus caras de desprecio lo decían todo pero Alec había aprendido a no hacerles caso.
Cuando acabó esa clase, Alec tenía una hora libre y fue a una sala vacía para estudiar un poco.
Al poco rato notó que alguien se acercaba y levantó la vista. Sonrió en cuanto vio a Magnus.
- Hola. -Dijo el chico de ojos verdes.
- Magnus, ¿no tienes clase? -Preguntó Alec sonriendo.
- Sí, pero tenía que venir a felicitarte. -Dijo sentándose en una silla a su lado.
- ¿Por?
- Por lo genial que cantaste antes. Lo hicieste muy bien.
- ¿M-me viste? -Preguntó Alec que se había sonrojado al instante.
- Claro. -Sonrió. -Alec...
- Dime.
- Esa canción... ¿Por qué la elegiste? -Preguntó Magnus mirándole a los ojos.
- Pues... Es una de mis favoritas y... -Alec sentía arder sus mejillas pero no dejó de mirar a Magnus mientras hablaba. -Y me hace pensar en ti. -Añadió susurrando.
Magnus se quedó mirándole y Alec se preparó para cuando Magnus le dijera que no sentía lo mismo. Podría soportarlo. Pero no fue eso lo que oyó.
- Alec... Hay un momento en que conoces a alguien y dices "Wow, ahí estás, llevo toda la vida esperándote." Y es lo que siento cuando estoy contigo...
Alexander se había quedado sin palabras, su corazón se aceleró y le costaba respirar. Sólo reaccionó cuando Magnus se inclinó sobre él y lo besó.
En ese mismo instante se sintió morir y renacer de nuevo. Los labios de Magnus eran el paraíso.
Alec puso su mano en la mejilla de Magnus y le acercó más sin separar sus labios.
Magnus se separó para respirar y miró a Alec sonriendo. Éste aún estaba sorprendido.
- Creo que... Debería dejarte estudiar... -Murmuró Magnus, tímido de repente.
- No creo que pueda volver a concentrarme. -Le dijo Alec con las mejillas rojas.
Magnus le miró y se inclinó de nuevo para volver a besarle.

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