Capítulo 5

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•~ Capitulo 5 ~•
Dulce amanecer

Kennya POV

Obscuridad.

Estaba inconsciente así que no veía nada.
La superficie era cómoda y suave. Jamás me había sentido mas cómoda en mi vida.

"Quien fuera dueño de la cama que se despida de ella por que me la llevo" pensé.

Quise cambiar de posición. Pero un dolor agudo en la pierna me hizo despertar de mi sueño.

Lentamente abrí los ojos. La cálida luz del sol entraba con su total resplandor por la ventana.

¡Un segundo! ¡Esta no es mi habitación!

De hecho esa no era mi cómoda. Ni el color de mis cortinas. ¡Ni esa horrible pintura en la pared!

¡¿Que carajos?!

Que es esta presión en mi estomago.

Quité la sabana. Y me congele.

¡Era el brazo de un hombre!

— ¡SUÉLTAME PERVERTIDO SEXUAL! — como resorte salte de la cama para caer de bruces al suelo.

¡Oh Dioses! ¡Era él!

Alekséi Ivanov.

En la cama y wow... ¡En ropa interior!

Me quede de piedra. No podía mover un musculo. Ni pronunciar palabra.

Abrió sus ojos. Sus hermosos ojos tupidos en pestañas negras. Aquellos ojos tan. ¡Intensos!

¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda!

Yo sólo traía un camisón y mis pataletas estaban expuestas ¡Ni siquiera el ridículo camisón las cubría!

¿Abra notado mis bragas de corazones?

¡Mi cara era un tomate!

Él se levanto un poco.

¡Oh! Infiernos ¡Que cuerpazo tiene! ¡Y esos abdominales de acero!

Estaba babeando cuando noté el gruñido que hacía. Sus ojos habían cambiado a unos negros aterradores.

"Ahora si estaba muerta!"


Alekséi POV


Corría por los largos corredores de la mansión. Agitado y sudoroso.


Maldición.

—¡Debes calmarte! ¡Lyosha! Detente ¡Vas a lastimarla! —

¡Puedo sentirla! ... ¡Ella está aquí! ¡Siento su aroma! ¡Mi mate! ¡Mi luna!.... ¡MIA! ¡MIA!— gritaba el lobo en mi interior.

La enorme puerta de roble que daba a los dormitorios era fuertemente custodiada por Lobos.

Sergei me sujeto por detrás antes de arrancarles la cabeza por entrometerse entre mi mujer y yo.

— ¡Alfa! Alekséi... ¡No entres así! Lo echarás a perder hermano. ¡Debes calamar a tu lobo o podrían lastimarla de gravedad! —

— ¡Suéltame!—

Dmitriy llegó con cinco lobos más. Su mirada estaba llena de pena y decepción.

— Alfa. Se que está preocupado. ¡Pero no podrá entrar si no se relaja un poco! La Luna esta durmiendo y esta siendo atendida por los mejores médicos de la manada. Esta a salvó —

— ¡DONDE! ... ¡DONDE ESTAN LOS MALDITOS HIJOS DE PUTA QUE OSARON PONER SUS MANOS EN ELLA... VOY A ARRANCARLES EL CORAZON LATENTE DE SUS INMUNDOS CUERPOS!—

— No debes preocuparte. ¡Esos malnacidos están bien muertos ahora Alekséi! Y tu luna esta aquí, bajo tu protección. Ahora relajate hermano —

Era inútil.

Lyosha quería tomar el control total de mi cuerpo. Necesitaba transformarme con urgencia y salir corriendo de aquí.

Me solté de su agarre y salí corriendo por los patios terceros de la mansión al obscuro bosque. Donde con suerte, pudiera liberar la furia en mi interior.

Unas horas mas tarde, cerca del medio dia, ya había desahogado mi irá.

Regresé, sucio y cansado. Tomé una ducha fría. Eso me calmaría por completo.

Cuando me dirigía a mi habitación. El magnifico aroma a mentas llego e impregnó todo el lugar.

No lo resistí mas. Salí por la ventana y trepe hasta llegar a la fuente de la ambrosía.

Entré. Estaba obscuro.
Encendí la luz de la lampara junto a la cama.

Que silueta mas perfecta tenía ante mi.

Era perfecta no había duda. Un monumento.
Su hermoso rostro bañado por la cálida luz amarilla era glorioso.

Me acerqué a ella. Sus labios entre abiertos eran una invitación a comerlos. Como fresas rojas  y maduras.

Hale un poco la sabana, para acar de admirar su excitante cuerpo.

Se me puso como roca al ver sus torneadas y desnudas piernas lechosas y más al ver sus encantadoras y tiernas bragas.

Sonreí feliz y agradecido.

La tenia conmigo . Al fin a mi lado. Como debía ser.

Me metí a la cama. Presioné delicadamente su cuerpo para pegarlo al mio y darle todo el calor posible.

Quería que mi aroma se impregnara en su piel. Así todos sabrían que ella era mi mujer

¡Mía!

Con una sonrisa dibujada. Caí rendido al sueño.

(***)

El hombre miraba a la chica con lujuria y con deseo.
Tanto que la bestia en su interior luchaba por hacerse al mando de la situación. Ella corrió asustada a la puerta encontrándola cerrada con llave.

Sintiendo una respiración a sus espaldas. Gritó fuertemente.

Los hombres entraron, junto con un hombre muy atractivo de cabello negro y largo hasta los hombros.

— Lleven al Alfa hasta la planta más alta. Y vigilen que no sé lastime ni a nadie— se giró a la chica y haciendo una reverencia la dejó en la habitación. Confundida y asustada.

Asustada por el futuro que le esperaba.

Continuará...

Kennya: Cazadora de Lobos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora