Kennya: Cazadora de Lobos ©

Capítulo 24

"¿Que es cierto que cuando estás a punto de morir tu vida pasa por tus ojos? Tal vez, pero yo... sólo vi obscuridad, y una caricia fría como el hielo recorrer mi cuerpo.

Era la muerte, tranquila y serena. Venía a buscarme."

Narra Alekséi

Voces.

Sólo eso escuchaba, no podía abrir los ojos, me pesaban demasiado.

Pisadas, iban y venían por la habitación.

—¡Seguro que está bien! ¡Demonios yo lo veo muy pálido!

Esa voz. ¡Dmitry!

Era el. No había duda. La luz me cegó por un segundo. Las retinas se acostumbraron de a poco. Un techo de madera era lo único que podía ver.

Traté de levantarme, pero un par de manos me lo impidieron.

—¡No te levantes! Aún estas débil. ¡Gracias a la Diosa estas bien!

—!Kennya! ¡¿Donde esta?! ¡Que! ¡Donde esta ella!— aún desorientado, traté de incorporarme.

—¡No seas terco! Estas convaleciente. Ella esta bien, no te alteres. La han estado cuidando y atendiendo. Esta bien.

Me lo quite de encima con brusquedad, sin pensar en mis heridas, asome al pasillo, estaba vacío pero podía escuchar voces, un bullicio.

Seguí mi olfato. Podía oler su aroma mentolado. Llegué a una habitación más al fondo. Y entre sin pararme a pensar, necesitaba verla, y saber que estaba bien.

Al entrar, la habitación estaba vacía. Su aroma seguía aún allí. Tome mi costado, donde seguramente tenía rotó algo.

Cerré los ojos, aspire hondo. Tratando de hacer comunicación.

—¿Sabes donde está?

En la obscuridad de mi mente , unos ojos brillaron.

—Por supuesto, que lo sé. Pero, será mejor que sigas en tu ignorancia. Sufrirás menos. Todo lo que él te ha ocultado. Será una tortura.

—¡Habla de una buena maldita vez ! ¡No quiero mas secretos!

Los ojos en la obscuridad se achicaron.

—Si es eso lo que quieres...

" Tu y yo, somos uno mismo... Si el destino me afecta, a ti también.
Mi destino; matar a tu Luna. Nuestra Luna. Ese es el destino de ambos.
¡Pero no voy a dejar que eso pasé! ¡Ella ahora es mía! Se lo dije muy claro a ese imbécil. La voy a proteger con mi vida.

Y en cuanto a ese maldito. ¡Voy a enterrarlo en lo mas profundo de la tierra! ¡Hasta qué no quede nada de él!

¡Se atrevió a tocarla... Yo voy a hacerlo pagar!

¡Se merece el peor de los destinos!

—¿Que quieres decir?

Una boca grande llena de afilados colmillos parecía ensancharse en una sonrisa.

- El esconde terribles secretos y sus manos estan manchadas con la sangre mas pura. La bestia, que hay en su interior, esta sedienta de sangre. La sangre de Valí. Y no se detendrá, hasta acabarla.