Capítulo 40

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"No debes temer. Nuestras mentes, cuerpos y corazones ahora son uno sólo. Ya jamás tendrás que estar sola. Nunca me iré de tu lado.

Somos uno"

El aroma dulzón de sus cabellos llenaba sus pulmones, el calor de su piel, su suave respirar. Todo. Se acerco y beso su mejilla abrazándola desde atrás. No quería soltarla. No quería separarse de su lado. Era la sensación mas maravillosa del mundo.

Me sentía completo y en armonía.

Los recuerdos llegaron a su cabeza como un cóctel de luces y cosas confusas. El dolor, placer y el sentirse pleno al fin. Todo se mezclaba.

Al fin... ella era suya.

Se comenzó a remover en sus brazos. Sé acerco y le besó de nuevo.

-Buenos días preciosa- susurro, mordiendo el lóbulo de su oreja. Estar a su lado era lo mejor, no solo había sido el sexo, no, su cuerpo, sus labios, su piel. Todo, ahora le pertenecia. Cada pulgada.

Aun con la mirada adormilada, se giro. Sus ojos negros se llenaron con el reflejo del lobo a su lado.

Sonrió de tal manera que unos pequeños hoyuelos se formaban en sus mejillas haciéndola ver preciosa. La imagen viva de la ternura.

Sergei no perdió tiempo y empezó a besar su rostro.

-Sergei... espera.

-No quiero perder ni un segundo de ti. No más. Te amo, solo eso es lo que importa- de nuevo deboro sus deliciosos labios.

Deslizó sus manos a su pecho y trató de apartarlo. Jugueton se lo permitió.

-Yo... necesitó que hablemos un poco. Esto es tan rápido aun no puedo creer que estés aquí... bueno ambos. Lo de anoche fue una locura. La mejor de mi vida debo decir... pero- detuvo su balbuceo poniendo un dedo sobre sus labios, sonrió de lado mientras la observaba.

La abrazó fuerte. La sentía temblar. Apretó su espalda desnuda. Y el la suya.

-¿Me amas? No me importa nada mas que esa respuesta.

No contestó de inmediato, para el lobo esos segundos se hicieron eternos.Hasta que sintió algo cálido resbalar por su hombro. Eran lágrimas.

-¡Pues claro que te amo perro tonto! ¡Como lo preguntas! Es solo que... ¡Hay un remolino de emociones en mi mente y necesito poner todo en orden! O acabaré diciendo algo estúpido- escondió su rostro en elpecho del licano. Él como autómata, asimilaba su confección.

Y con una felicidad inimaginable, la arrojó a la cama, subió a su rostro y la besó con todo lo que sentía en esos momentos.


-¡Oye!

No la dejó eplicar, deseaba tomarla de nuevo. Las veces necesarias para que lo le quedara duda que su corazón ahora le pertenecia. Y que sólo muerto le alejarían de ella.

-Me has hecho el lobo mas feliz del mundo. Quiero hacerte el amor de nuevo. Esta ansiedad me quema. Por tenerte delirando en mis brazos...- el rostro de Anka cambio de pálido a un rojo muy evidente. Estaba avergonzada, esa manera de expresar sus sentimientos no eran propios de ella. No sabia como manejarlo.

Kennya: Cazadora de Lobos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora