Capitulo 11

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Dedicado a rosall96

Las ramas golpeaban mi cara, tenía raspones en los brazos y cortadas en las piernas, no eran graves pero, ¡como ardían las desgraciadas!

No sabía cuanto había corrido. Solo escuchando un gadeo de tras era más que suficiente para no parar.

¡Un enorme, aterrador y feroz Lobo negro de ojos amarillos venia por mi!

Narra Kennya

El fango se pegaba en mis pies, pero aún así debía correr

Volteé para atrás, no veía nada, ya no se escuchaba nada. El bosque quedo en silencio.

Me pare, jadeante, sudada y llena de fango.

¡Cuanta falta me hacían mis armas de cazadora!

Ahora que recordaba. Justo cuando Alekseí había casi destrozado la habitación del piso había recogido un habré cartas. Tal vez, si lo usaba bien. Podría defenderme. Lo mire. Era curioso pero, parecía más una daga.

¡Maldije a Mijail, la organización, bueno, hasta a mi suerte!

Me agazape, y espere. Nada.

¿Lo había perdido?

¡Y como una pantera saltó detrás de mi!

Me quedé estupefacta.

¡¿A que hora se había acercado tanto?! ¡Ni siquiera sentí su presencia!

Gruñia y mostraba sus enormes y afiladas fauces.

Lo miré, jadeando, sin aliento. Saqué el abre cartas.

-¡SI TE ACERCAS MAS, TE JURÓ QUE TE CLAVARÉ ESTA DAGA JUSTO AL CORAZÓN! SERA TU FIN ALEKSÉI.

El enorme lobo se acercaba más y más. Jadeante y hambriento.

De pronto la lluvia caí sobre ambos, empapandonos, en medio del bosque. El cielo eran solo nubarrones, solo los rayos iluminaban por segundos el lugar. Sin embargo ambos
cazadora y lobo, nos distinguíamos a la perfección.

Yo sostenía firmemente la enorme cuchilla en la mano, en mis ojos no había duda, pero mi corazón. Era otro asunto.

-¿A caso crees que puede escapar de mi?! Este lugar me pertenece. Al igual que tu. ERES MIA KENNYA.

Ahora si estaba segura. Ese ya no ERA Aleksei. Era su lobo que me hablaba telepaticamente.

¡¿Como demonios era eso posible?! Lo miré incrédula.

-Por que te resistes. Tu eres mía y lo sabes. No puedes evitar sentir lo que sientes.

Estaba asustada, pero tenia razón. Yo...

¡Estaba enamorada de Alekséi! ¡Pero no quería perder! ¡Y menos contra él!

-¡Alejate! Por favor- susurré levemente. Estaba agotada.

Caí de rodillas al fango, sollozaba. Me dolía demasiado, la verdad.

Kennya: Cazadora de Lobos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora