Capítulo 41

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"No importa dónde estés, yo voy a encontrarte y cuando lo haga. Voy a bañarme en tu sangre"







No importaban el calor insoportable durante las largas caminatas, no importaban las rafagas de viento, o la lluvia que caía con la fuerza para lastimar.

Todos y cada uno de ellos, avanzaban a las ordenes del antiguo alfa. Así lo quisieran o no. No había opciones.

Ordenes que no podían debatirse, ordenes que debian cumplir ciegamente.

—¿Aun falta demasiado para alcanzarlos Nikolai?— Ieelen miraba a los demás fatigados y sedientos.

—No. Es justo a pies de esas montañas.

Ieelen lo miro con curiosidad. Nikolai noto su confusión.

— Lo sé por quea kilómetros a la redonda no hay nada mas. Solo ahí pueden estar, solo ahí encontrarían refugió. Estamos cerca.

—Si ese es el caso, es mejor recuperar fuerzas ¿no lo crees? No querrás llevar hombres sin fuerzas para levantar una espada... mi señor.

Nikolai giro la vista a los lobos que marchaban, se les miraba agotados. Esta vez la loba tenía razón.

—Bien, que descansen. Pero solo unas horas. Después seguiremos. No quiero mas retrasos.

—¡Alto! ¡Descansen y recuperen el aliento! ¡Seguiremos en unas horas!

Todos miraron a la loba, dejando caer armas y pesado armamento.

Björk sólo observaba los movimientos de la despreciable loba. La odiaba al igual que ese maldito viejo.

Cuando los vio alejarse a inspeccionar el terreno. Se dirigió a sus hermanos.

—¡Cuanto tiempo mas hermanos míos seguiremos sirviendo a este alfa! ¡Somos roges! ¡No obedecemos las órdenes de nadie, somos libres! Es tiempo de decidir, es tiempo de que ustedes formen su destino, no ese lobo despreciable. ¡Yo dejare este grupo de ciegos! Y me iré. ¡A matar cazadores! ¡Y ha ser mas que una marioneta en las manos de Ivanov! ¡Quien me sigue!— muchos lo miraban, asustados otros afirmaban sus palabras, con decisión.

Ieelen llego a toda prisa en el caballo.

—¡Alto! ¡Que pretendes con esto Björk! ¡Tu maldito orgullo te llevara a la ruina! ¡Deja de sublevarte! ¡Deja de conspirar!

—¡No esta vez maldita perra! No estaré ni un segundo mas bajo las ordenes de un maldito alfa, el cual, durante mucho tiempo nos mantuvo alejados de la libertad. Y ahora, viene con falsas esperanzas de una Utopía. ¡Mentiras, solo Despreciables mentiras! —

Esta bajo del caballo, desenfundó la espada y le apuntó.

—¡No te dejaré seguir con este complot! He soportado por mucho tiempo tu lengua venenosa pero ahora, llegué a mi límite. ¡Te cortaré la cabeza aquí mismo! 

Muchos se apartaron, otros mas se pusieron a la defensiva.

—¡Sera un gusto cortarte esa maldita lengua que tienes maldita mujer!

Justo cuando estaban por batir las espadas, el relichar de un caballo llamo la atención de todos. Nikolai se acerco, lento y en su mirada sólo un silencio indescriptible, les hacia bajar la cabeza.

Kennya: Cazadora de Lobos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora