Capitulo 10

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Dedicado a rosall96

Como no caer en la tentación de tu piel, de tu aroma, de tu cuerpo. Si desde que mis ojos se giraron a tu dirección, dejé de pertenecerme a mi mismo.

Ahora, en mi interior, la bestia permanece dormida. Esperando, por su alma gemela, por ti mi amor. Que en las noches de luna llena, el lamento de dolor es insoportable.

Solo tus manos, tu tacto, tu maravilloso olor, pueden domarme. Solo tú vida mía, solo tu... Kennya.


-Al menos con esa pócima, podrás soportar ¿no es así? La bruja dijo que sería difícil, y que a partir de este punto, depende de ti Alekseí ¿Crees poder soportarlo?

Dmitry disfrutaba de una copa de vino. Su mirada no dejaba un segundo al hombre sentado frente al escritorio, se le miraba nervioso o para ser más exactos, ansioso.

Y como no estarlo, si el pobre hombre trataba controlar sus impulsos animales.

Tomó un pequeño frasco, diminuto. Con una sustancia rojiza.

La sangre de un unicornio.

Lo bebió asqueado. Pero para el, su último recurso.

Se sintió adormecido. Relajado, en un estado de control total.

Espero y esta cosa no provoque adicción, pensó.

La puerta sonó. Y una hermosa mujer entro. Con un elegante vestido. Su cabello tan sedoso se movía con ella.

-La he visto ¡Es hermosa querido hermano! Sin embargo, Sergei me ha dicho, que ella es una humana. Ya se me hacía raro no sentir a su lobo. ¡Oh! Alekseí ¡No sabes cuanto lo siento!

Cayó a sus pies y abrazo su cintura. El se limitó a acariciar su largo y negro cabello.

-No hay por que sentirlo mi dulce Erión. Ella, esta aquí por la madre luna, ella sabe el destino de cada uno de nosotros, y el de ella esta atado al mio. Y con eso, soy el hombre más feliz de la tierra.

-Los dejare solos, con permiso. Dmitry los dejo en el despacho.

-¿Nuestro padre la ha visto? -dijo la chica.

-Desearía que no, pero conoces las reglas, el debe aprobarlo. El a hecho esto -le mostró el frasco- es más que obvio que no cree en mi. ¡Jamás lo ha hechó!

-Nuestro padre puede ser muy duro. ¡Pero nos ama! ¿Por que están tan distanciados? ¡Me duele verlos así! Si al menos yo tuviera a mi mate... -

La miró con ternura. Su hermana menor, siempre dando amor y comprensión a todo el mundo. Sería una perfecta luna si así lo quisiera la Diosa.

-Aun eres pequeña para eso. A su tiempo ¿de acuerdo? Además, sabes que ahuyentaria a los idiotas que te rondaran.

Ambos rieron como no lo hacían en mucho tiempo, pues con los ataques de rogues ¿había tiempo para reir?

No eran tiempos felices, pero ahora con la llegada de la luna las cosas había cambiado.

Sergei llegó abriendo de golpe la puerta. Al mirar a la encantadora mujer, solo atinó a sonrojarse de lo lindo.

-¡Es que no te he dicho que debes tocar Sergeí!

-Lo siento es solo que... Ella esta aquí, como lo ordenaste.

-Suerte hermanito -besó su mejilla, saliendo y detrás de ella Sergei haciéndole caravanas.

Sé preparo mentalmente, para lo que vendría.

Kennya: Cazadora de Lobos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora