-Quédatela-Le di la camiseta-Cuando vayas al Allianz me tienes que apoyar solo a mí, a ver si el imbécil de tu amigo revienta.
-Qué manía le has cogido...-Se rio.
Me acompañó hasta la puerta, eran ya como las 7 de la mañana, al final con la tontería me quedé a dormir con ella.
-Mira como me has dejado...ahora como me vea alguna amiga me van a acosar a preguntas...-Dijo mientras miraba los chupetones que le había dejado en el pecho, en el costado...
-Una noche loca y ya está-Sonreí.
Nos miramos de nuevo de esa forma perversa. Antes de besarnos oímos unas voces detrás de la puerta.
-Dios...son Carla y Carl-Me miró riéndose.
-Interesante...-Sonrió.
Se puso el calzón que había llevado yo la noche anterior y la camiseta. La agarré de la cintura y saboreé sus labios una vez más. Me separé de ella y la puerta se abrió. Los dos se nos quedaron mirando, y el Carl ese aún más.
-Buenos días-Dije sonriendo.
-Buenos días-Dijeron los dos mirándonos sorprendidos.
Clara pasó para adentro conteniendo la risa y el tal Carl se quedó mirándonos a los dos.
-Adiós, preciosa-Le toqué la cara y le sonreí.
-Adiós-Me sonrió.
Dirigí mi mirada al niñato y le miré de forma burlona.
A jugar a los playmobil, imbécil.
Salí del piso.
Cuando tomaba rumbo a mi casa el cielo estaba empezando a esclarecerse en Múnich, llegué rápidamente y me duché para despejarme. Salí de la ducha y antes de secarme miré mi cuerpo en el espejo con atención para ver si no tenía ninguna marca sospechosa.
Nada, todo correcto.
Nina estaba en Frankfurt con su familia, cuando vuelva le compraré un billete a Dubai o algún sitio de estos para que se vaya con Cathy y me deje en paz. Así podré disfrutar de Diana las veces que quiera.
Mientras me afeitaba pude ver la sortija en el lavamanos, me reí al verla y seguí con lo mío.
No me la pienso poner más.
Me vestí, lo preparé todo y bajé a desayunar, me hice leche con cacao y varios panes untados con nutella. Mientras comía miraba el bote con atención.
D
En línea
Esto y tú sería la combinación perfecta.
Estás enfermo.