Deslizaba mi mano de arriba abajo sobre mi miembro mientras estaba en la ducha.
Pensaba en esa vez que la azoté y luego me la follé bien follada.
''Ah, así grandullón sigue''
-Oh...dios...
Movía la mano más rápido mientras el agua caía por mi cuerpo. Me apoyé en la pared y eché la cabeza hacia atrás mientras sentía como el orgasmo llegaba a mi.
Diana, ¿Qué has hecho conmigo?
Todas las noches ando urgando en mis pantalones. Parezco un crío de 16 años pajeándome todo el día.
Mientras estaba en el punto clave de la situación entró Nina y su voz chillona interrumpió mis pensamientos eróticos.
Apresuré más los movimientos para correrme antes de que subiera, y así fue. Intenté no gemir demasiado fuerte.
-¿Manu?
Tocó la puerta del baño.
-Ya...ya...voy.
Me aseé y me vestí rápidamente. Salí.
-¿Qué te pasa?
-¿Qué me pasa de qué?
-Tienes las mejillas rojísimas.
-Ah, no sé...hace calor, ¿No?
Me puse el pijama y bajé abajo a beber agua para calmarme. Ella vino por detrás y me abrazó, toda mi piel se tensó y me sentí al instante incómodo. Me besó la espalda.
-Nina...para-Me aparté.
-¿Por qué estás tan distante conmigo? ¿Qué te pasa Manu?
-Nina...no tengo ganas de hablar.
-Estamos esperando un hijo y tú estás así conmigo...
-No estamos esperando nada, las pruebas salieron negativas.
-¿No...te gustaría que me quedase?
-No, Nina, quiero el divorcio.
Se quedó blanca. Luego esa impresión se transformó en enfado. Me empezó a gritar y a pedirme explicaciones por lo que le acaba de decir, yo le daba mis razones sin alterarme.
-¡¿Pero por qué?! ¡¿Me vas a dejar tirada?!
-Nina, yo ya no siento lo mismo, no te quiero.
-¿Quién es?
-¿Quién es quién?
-La zorra con la que te acuestas.
Me quedé callado.
-¿Qué dices? Nina, entiéndelo, no te quiero, yo no quiero que estemos más juntos, se acabó.
Se puso a llorar.
Madre mía...
-¿Ya no me quieres? ¿Qué he hecho mal?
-Los dos hemos hecho mal las cosas. Yo el primero, casarme contigo fue un error.
Me miró y me plantó un bofetón fortísimo. Me mandé la mano a la cara.
-¡¿ME ESTÁS DICIENDO QUE LO NUESTRO FUE UN ERROR?!
Me toqué la cara y al mirarme vi algo de sangre. Me fui al baño mientras ella iba detrás de mi gritándome e intentando que la escuchase. Entré y me miré en el espejo, tenía dos pequeños arañazos y toda la mejilla roja. Los arañazos seguramente eran por sus uñas extremadamente largas.