Después de esa noche no volví a saber nada más de Diana. Los días pasaron y llegó la semana en la que Nina se fue a Dubai. Me quedé solo en casa y a lo único que me dedicaba era a entrenar, jugar los findes y demás cosas.
Me molestó mucho que el imbécil ese se presentase ante mi así.
''Su ex''
Gilipollas.
La verdad es que la culpa la tengo yo porque ese enfado no venía a cuento. Se suponía que yo la estaba animando y he hecho lo mismo que hizo el imbécil de Carl.
Una de esas tardes decidí hablarle para ver como estaba.
D
Últ vez hoy 17:38
Diana...
Siento lo del otro día, encima no estaba de humor y tenía alcohol en la sangre. Perdóname.
Pasaron varios minutos hasta que oí el tic de notificación.
Hola Manu.
Tranquilo. Estás perdonado.
¿Cómo estás? ¿Qué estás haciendo?
Bien. Estoy en el hospital. ¿Cómo estas tú? Al final me echaron xd
Bien. ¿A qué hora sales? ¿En serio? ¿Necesitas trabajo? ¿Quieres que le parta las piernas?
A las ocho. No hace falta, tengo dinero ahorrado, ya veré qué puedo hacer.
¿Puedo ir a recogerte? Te invito a cenar y hablamos...
Vale.
¿Estás enfadada?
No Manu. Estoy 'trabajando'.
¿A las ocho entonces?
Sí.
Dejé el móvil y sonreí. Hice unas cuantas llamadas, arreglé unos cuantos asuntos y esperé hasta que fuesen las siete y media. Cogí el coche y me dirigí al hospital universitario de la ciudad. Aparqué y vi como salía, se despedía del tal Erik.
Apreté la mandíbula.
Vió mi coche y se dirigió a él. Abrió la puerta y se subió, vi que Erik miraba el coche para seguramente ver quien había recogido a su ex.
-Hola Manu-Sonrió.
Me acerqué y le di un besazo.
-Hola-Sonreí.
-Arranca, que a ver si nos va a ver alguien.
La llevé a mi casa. Entramos y nos dirigimos al salón. Se sentó en el sofá, y pude ver como llevaba el uniforme de enfermera. Le quedaba muy bien. Le traje agua, se la bebió.
Me senté y la cogí de la mano para sentarla en mi regazo.
-Te he traído la cazadora y la chaqueta del traje.
-La cazadora puedes quedártela. La chaqueta si me la puedes dar-Sonreí.
Me dio la chaqueta y luego me pidió si podía ir a ducharse arriba, acepté y me metí con ella.
En la ducha, en el suelo del baño, en la cama...pasó todo lo que no había pasado entre nosotros todo estos días.
La tenía debajo de mi, tenía su cabeza echada hacia atrás mientras la embestía. Besaba todo su torso mientras hacía chupetones en sus costados, su pecho y sus pechos.
-Ah...
Sonreí y luego subí por su cuello para besarla. Paré y salí de ella.
-Espera un momento aquí.
Bajé rápidamente al salón y abrí el armario donde estaban todos los licores. Cogí la botella de vodka. La abrí y le di un buen trago.
Al instante noté como me subía a la cabeza. Cuando subía a las escaleras oí sus gemidos. Entré y vi como me miraba mientras retiraba sus manos de lo más íntimo de ella. Me sonrió.
-Eso no se hace-Me acerqué-De eso me encargo yo.
-Es que no venías...-Se mordió el labio.
Sonreí y la besé. Luego le mostré la botella y ella sonrió. La abrí y le di un otro buen trago. Ella me la cogió y le dió otro trago. Subí a la cama y me volví a meter entre sus piernas.
Continué con mi cometido mientras le echaba vodka por el torso, recorrí su cuerpo con mi boca mientras retiraba el líquido. Bebí y luego la bese para pasarle el alcohol, ella se lo bebió. Luego le dí un trago y seguí penetrándola.
La puse encima de mí y me incorporé para quedarnos frente a frente. Pude sentir como el alcohol ya estaba en mi cabeza. Tenía las mejillas rojas y ella igual.
La besé con ganas mientras sentía su lengua y el sabor agrio del vodka. Me mordió el labio y justo en ese instante sentí el orgasmo, ella justo después. Se dejó caer hacia atrás mientras yo la agarraba de las caderas.
-Mmmm-Me miró sonriente.
-Creo que estoy un poco borracho-Sonreí.
-Yo también-Sonrió.
Deslizo su mano bajando por su cuello, sus pechos, su torso y luego por mi mano hasta subir a mi pecho. Cogí su mano y besé sus nudillos. Ella sonrió.
-Vamos a cenar, cielo-Sonreí.
Se abrió de piernas.
-Venga, cena...
-Eso es el postre, cariño-Me mordí el labio.
Se puso una camiseta mía y bajamos. Pedimos unas pizzas y nos sentamos a cenar.
Después de esa cena nos metimos en la piscina. Ella iba sólo con la parte de abajo, hacía largos de un lado a otro, y lo hacía bastante bien.
Salió y se quedó al otro lado de la piscina. La miré. Nos sonreímos. Me acerqué, la agarré de las piernas, y se abrazó a mi.
-Nadas bien.
-Iba a natación.
Nos separamos y nos sonreímos de nuevo.
-¿Y el Erik ese es amigo tuyo ahora?-Intenté sonar relajado.
-Sí, es buen chico.
-Estudia lo mismo que tú, ¿No?
-Sí, iba con el grupo de los pijos porque su padre es cirujano y claro, niño de papi siempre.
Me reí.
-¿Y tú? ¿Eres niña de papi?
-Mi padre es segurata, y mi madre trabaja en una empresa de telecomunicaciones, niña de papi total vamos-Se rió.
-Les salió una obra de arte de hija-Me acerqué y la besé por el cuello.
Se rió.
-Hombre...salir lo que es salir...
-No entiendo.
-Soy adoptada, Manu.
Me quedé helado.
-Oh...yo...yo...lo siento, yo...
-No lo sabías, tranquilo-Sonrió.
-¿Cómo lo supiste?
-Encontré unos papeles en mi casa. Además no me parezco en nada a mi familia, todos son rubios, y yo morena.
-Morenaza-Sonreí.
Nos besamos.
-¿Salimos?
-Vale-Sonrió.
La cogí en brazos y nos fuimos fuera. Entramos dentro y la envolví en una toalla. Ella se quitó la parte de abajo del bikini.
-Creo que es la hora del postre...-Sonrió.
-Estoy de acuerdo-Sonreí.
Nos fuimos arriba y volvimos a disfrutar del otro como mejor sabíamos.