2029
Encendí las luces de repente para sorprender a Diana jr, estaba sentado en el sofá y la miraba impasible.
-Oh...papá, aún despierto...
-¿Qué horas de venir son estas?
Empezó a reírse. Yo me levanté alarmado y la cogí del brazo.
-¡¿Estás borracha?!
-Un poquito...-Me miró riéndose.
-Vete a tu cuarto, ¡YA!
-¿Qué escándalo es este?
Bajo Diana frotándose los ojos mientras nos miraba. Yo la miré.
-¿Tú lo ves normal Diana? Mira que hora es, y esta va borracha perdida por ahí.
Ella bajó y le ayudó a su hija con el abrigo y con los tacones.
-Vete a la ducha y acuéstate, a tu padre le va a dar un infarto.
Se rio.
-Haz caso a tu madre-Dije en un gruñido.
Vino a mi y me besó la mejilla mientras me abrazaba. Yo miré a otro lado pero no me resistí.
-Papi, no te enfades...
-Vete a la cama.
Ella subió arriba y yo suspiré furioso. Diana me agarró del brazo y me miró.
-¿Puedes calmarte?
-¿No le vas a decir nada? Está castigada eh, y que yo no me entere que le levantas el castigo.
Se rio.
-Manu tranquilo...por favor.
Me abrazo y yo deslicé mi mano por su trasero. Seguía igual de firme que el primer día.
-Pervertido...
Nos reímos.
•••
Miraba como Diana jr se arreglaba en el espejo del coche mientras yo la llevaba al instituto. La pequeña Lisa iba detrás mirando por la ventana concentrada.
-No vas a un desfile de modelos.
-De verdad, qué pesado estás, eh.
-A mi no me hables así.
-Luego a otros si que les hablas bonito...-Dijo Lisa mirando mal a su hermana.
Miré al retrovisor para ver la cara de mi segunda primogénita.
-Dile al chico que te ayude un poco con ese mal humor...
-¡CÁLLATE!-Gritó Diana jr a su hermana.
-¡YA! ¡BASTA LAS DOS!
Paré delante del instituto y miré a mi hija mayor sorprendido.
No...no puede ser...no...
Todo tipo de cosas se me vinieron a la cabeza.
Llegué a casa y me encontré con Diana.
-Hola, cariño.
-Dímelo.
-¿El qué?
-¿Tiene novio verdad?
Se quedó callada.
-Bueno...
-¿Desde cuando lo sabías?
-Desde hace unos meses.
-¿Se ha acostado con él?
Se quedó de nuevo callada.
-No...no...no puede ser...
Me mandé las manos a la cabeza desesperado, ella vino y me abrazó mientras se reía.
-Cariño, tenía que pasar.
-Es mi niña...
-Y lo seguirá siendo, cariño, tranquilo-Se rio.
-¿Desde cuando?
-Manu...
-¡¿Desde cuándo?!
-En verano.
Me abrazó y me besó. Yo me quedé acurrucado en su pecho pensando en todo lo que había crecido.
-Lisa también tendrá su momento.
-No estoy preparado para otro trauma.
Se rio.
Ella me beso despacio, yo deslicé mis manos por sus caderas y sonreí.
-Te amo.
-Te amo más.
-Ew, de verdad, id a un hotel.
Miramos a Lisa, estaba en la puerta mirándonos asqueada. No nos habíamos dado cuenta de que habían pasado varias horas y nosotros estábamos ahí sentados mirándonos y besándonos.
Diana entró y dejó la mochila de mala gana. Me levanté y la miré.
-Diana.
Me miró.
-¿Le das un abrazo a papá?
Me miró raro y luego vino y me abrazó.
-Te quiero, mi niña. A ti y a mi otra niña.
Lisa vino a unirse al abrazo y les besé la cabeza a las dos. Diana nos miraba con una sonrisa. Ella vino también y nos abrazamos los cuatro.
Ende