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-Manu, eres muy controlador.

-Soy un padre ansioso.

Nos habíamos vuelto a Múnich y él no reparó en gastos para que me instalara en su gran casa del centro. Yo volví al hospital y trabajaba mientras él me acosaba a llamadas y a mensajes para preguntarme si estaba bien. Yo en el hospital y él en Säbener Strasse entrenando.

Las tardes después del duro trabajo nos relajabamos mientras me mimaba a más no poder. Controlaba mis comidas, lo que hacía, las horas de sueño que dormía...a mi me hacía mucha gracia verlo tan nervioso.

En cuestión de semanas noté que mi cuerpo estaba cambiando. Mis cambios de humor eran muy variados y mi apetito era mucho.

Dicen que a algunos hombres también les afecta el embarazo.

Manu fue uno de esos hombres. En cuestión de semanas se mareaba, le daban vómitos y los dos estábamos más sensibles de lo normal. Yo moría de risa cada vez que lo veía llorar o quejarse porque había subido de peso.

Hoy después de un día largo de trabajo salí a mi hora para ver como Manu me esperaba en la puerta para recogerme. Al verme vino, me besó, se arrodilló delante de mi y me levantó la camiseta para besarme el vientre. Yo me reí.

-Hola, cositas.

-Hola súper papá-Sonreí.

Se levantó y me besó. Luego se abrazó a mi.

-¿Estás bien mi súper oso?-Miré sus ojos azules.

-Sí, cariño-Sonrió-¿Y tú? ¿Y mi osito?

-Yo bien cariño, cansada y tu osito está ahí, seguro que está bien.

-Deberíamos ir al ginecólogo.

-Manu fuímos la semana pasada.

-Ya pero...

Lo agarré de las manos.

-Está bien, ¿Vale?-Sonreí.

Asintió y me besó.

Me subí al coche mientras nos dirigíamos a casa. Allí nos dimos una buena ducha y luego nos sentamos a comer mientras veíamos la tele. Yo le miraba mientras él estaba concentrado escuchando lo que decía la tele. Yo estiré mi pierna y rocé con mi pie su entrepierna. Dio un salto alarmado y me miró mientras yo le miraba con una sonrisa.

-Diana, no.

-¿Por qué no? Jo, que no pasa nada.

-Sí, si pasa.

Hice un puchero y lo miré. Él me sonrió y negó con la cabeza. Seguimos comiendo entre risas.

Manu llevaba varias semanas así, yo quería pero él sentía absoluto pánico de hacerme algo por mínimo que fuese. Según él, le haría daño al bebé.

A pesar de todo, la situación iba bien y cada día sentía más por Manu. Mi familia y la suya se conocieron y se llevaban bastante bien.

Mis amigos me apoyaron mucho y Erik me deseó lo mejor para este cambio tan radical en mi vida. Jessica también hizo lo mismo. Estaba más feliz que nunca porque Mats incluso cambió de equipo por estar con ella. Empezaron a salir juntos oficialmente mientras Mats se divorciaba de Cathy.

Bastian siguió el mismo camino, tramitó la separación con Ana y empezó a salir con Julia. De vez en cuando quedabamos los 6 para cenar y ponernos al día en Múnich.

Manu y yo íbamos de camino al ginecólogo, esta cita iba a ser diferente ya que íbamos a saber lo que era. Manu moría de nervios y se mordía sus preciosos labios rosados con nerviosismo. Esperabamos en la sala mientras el movía su pierna.

Acquainted - Manuel Neuer {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora