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Pasaron las semanas y con entreno duro mejoré y me recuperé de mis heridas. Estas habían desaparecido y con ellas el amargo recuerdo de lo que nos hizo Ariadna.

Todo volvió a la normalidad con Diana y mi niña. Volvíamos a ser una familia y yo no podía estar más feliz.

Hoy hemos viajado a Hof para comer con los padres de Diana y pasar la tarde allí. Diana jr estaba pletórica de alegría porque le agradaba mucho el pueblo y también los mimos que le proporcionaban sus abuelos.

Llegamos allí y nos bajamos del coche mientras mis suegros nos recibían con un abrazo. La pequeña Diana jr corrió a los brazos de su abuela y esta la cogió emocionada y la abrazó besándole la sien.

-¡Qué grande está!

-Mamá la viste hace 2 semanas-Dijo Diana riéndose.

-Está grande, no me discutas.

Nos reímos.

Entramos dentro de la casa para ver la gran mesa puesta. Allí estaba mi cuñada y su marido. Nos saludamos y nos sentamos a la mesa para empezar a comer. Los padres de Diana nos preguntaban por todo tipo de cosas, las chárlas eran bastante amenas y nunca habían silencios incómodos.

-¿Estás nervioso por la final de la Champions?

-Lo estoy, hace años que nos quedamos a las puertas y pensar en que estamos a un paso de ganar nuestro 5to título de Europa...

Sentí la mano de Diana por mi pierna. Subía lentamente y sin pudor alguno acarició mi entrepierna despacio.

Tragué saliva.

-Me pone de los nervios-Sonreí nervioso.

-Ojalá ganéis, el Madrid no puede ganar, otra vez no.

-Esos españoles siempre ganándolo todo...-Dijo mi cuñada riéndose.

Miré a Diana. Ella me miraba con su mirada inocente mientras que seguía acariciando mi entrepierna. Yo reprimí los jadeos y bebí de mi copa nervioso. Después, deslicé mi mano por su pierna desnuda (ya que llevaba una falda) y la subí para provocarla a ella también.

Cada vez me endurecía más.

Noté que no llevaba ropa interior. La miré sorprendido, ella bebió de su copa y se comió un trocito de patata con salsa. Seguidamente se lamió el dedo mirándome.

-¡Diana! ¿Cómo va el trabajo? ¿Te pagarán bien no?

No apartó la mano de mi entrepierna, ni yo de la suya.

-Genial, es duro-Resaltó eso último- pero me encanta, y sí, me...

Rocé con mis dedos su clítoris.

-Pagan bien-Dijo ella dándome un tirón en el pantalón.

Me miró. Yo le sonreí.

Mis padres se dispusieron a recoger la mesa y yo me acerqué a su oído despacio.

-Mira como estás...no me vuelvas a dar un tirón de esos, porque te juro que no podrás sentarte en una semana.

Me miró inocente, después tiró con fuerza. Reprimí a duras penas un jadeo.

-La niña no aprende...

Me besó y yo intenté controlarme para no darle un beso lleno de lascivia.

-Te amo-Le dije al oído.

-Te amo más-Dijo acariciando mi pelo.

La tarde transcurrió tranquila y en familia. Diana jr jugaba con el pequeño cachorro que mis suegros habían comprado. Corría por el jardín mientras se reía.

Acquainted - Manuel Neuer {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora