"Hematomas" (Kendall)

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" Él solía llamarme veneno. "

La sonrisa que tenía en el rostro se desvaneció cuando vio el auto de su hermano estacionado frente a su casa.
Susurró una maldición y entro con precaución a su propia casa, tomó de la cajonera que se encontraba del lado derecho de la puerta de la entrada, la pequeña pistola nueve milímetros.
Tenía una en cada rincón de la casa, escondidas, para su protección y para la de su nena.

Subió las escaleras despacio, sin hacer ruido. ¿Por qué su hermano estaba ahí? Sólo habían pasado treinta minutos de haberse terminado la hora de clase y él había salido corriendo y tomado el camino más corto. Quería ver a su nena rápido.

La puerta de la habitación de ellos estaba abierta. Sintió la garganta seca y algunas lágrimas asomándose listas para salir.

Justo en ese momento Kevin salió con ____ en sus brazos y Carlos los seguía, ella estaba envuelta en una sábana y temblaba de frío, quizá de miedo.

- Suéltala, Kevin. -apuntó a su hermano mayor con el arma- Dispararé si no lo haces.

Kevin levantó la mirada, un deje de enojo mezclado con pánico y miedo deformó su cara en esta mueca extraña.

- Hermano, por favor. Es tu alumna, la mía también, una niña. -levantó la mano, cubriéndose.

Disparó justo en la punta de uno de los zapatos de su hermano mayor, sin tocarlo, sólo amenazando.

- Tienes razón, Kev. -se limpió una pequeña lágrima que salía de su ojo- Es mi alumna, mi mujer, mi vida.

Disparó a su hermano justo en el brazo, y con esto dejará a ____ en paz. Aunque no lo mataría, no lo haría, incluso aunque intentó apartar al amor de su vida lejos de él, no podría sobrevivir sin él. Y mucho menos con otros años en la cárcel.

___ cayó al suelo débil y él sólo pensamiento de sus rodillas moradas por ese golpe lo hizo ponerse duro como roca. Carlos se aseguró de que Kevin siguiese vivo, y así era, aunque su pulso era suave.

-Llévalo al cuarto de huéspedes, cura su herida. -Carlos levantó a Kevin y lo ayudó a caminar- Y por favor, no dejes que se vaya sin que yo haya hablado con él.

Levantó a ____ en sus brazos y la llevó a su habitación. Estaba más delgada y eso no le gustó, más tarde le haría unos ricos pancakes con moras, aquellos que tanto le gustaban cuando estaba con sus padres, o pediría sushi dulce, seguro que le encantaría.

La depositó en la cama y después le tomó de la mandíbula, no tan fuerte como las anteriores, pero no con delicadeza.

- Sé que estás despierta, nena. -ella apretó los ojos más fuerte, las lágrimas pudieron salir así con facilidad- Te conozco mejor que tú.

La pequeña y frágil chica abrió los ojos, estos mostraban miedo, demasiado miedo.

- Intentaste matar a tu propio hermano. -le recordó- Él sólo quería ayudarme, nada más.

Kendall la miró extrañado, como si lo que estuviese diciendo no tuviera sentido, peor aún como si ella no pudiera hablar y sólo fueran gestos los que estaba haciendo.

- Si necesitas ayuda, estoy yo, mon chérie -dejó su mandíbula y acomodó su cabello- . Incluso Carlos lo puede hacer, pero nadie más.

Ella negó con la cabeza y adquirió un color rojo, la estaba exasperando. Él actuaba como si la amase pero, ¿era verdadero?

- Duerme, pequeña, más tarde hablaremos de lo mal que te has portado. -,tomó una pequeña jeringa del buró que se encontraba a la derecha de la cama y con una pequeña dosis de morfina llenó la capacidad de los mililitros- Voy a castigarte un poco cuando regrese, chérie.

Pensaba en enterrarse profundo dentro de ella, justo como lo había hecho la última vez.
Inyectó la morfina en su brazo, era curioso que está fuese llamada de esta manera por el dios griego Morfeo. Que era hermano de Tánatos, su dios favorito, la muerte. No veneraba la muerte o la idolatraba, sino que veía cierta belleza en ella, la belleza de no sentir nada, de liberarse, de ser feliz.

La respiración de ____ se hizo tranquila y suave, estaba dormida. La cubrió con la sabana y la dejó dormir.

Carlos estaba esperándolo fuera de la habitación con el ceño fruncido y los brazos morenos cruzados sobre el pecho.

- Señor Schmidt -tomó aire y se armó de valor para seguir con su sermón- , necesita saber que ella..., ahmm..., la señorita Schmidt, necesita acostumbrarse a todo esto.

Kendall frunció el ceño, le había dado tiempo, más del que necesitaba, más del que él podía esperar.

- No entiendo, Carlos. -abrió la puerta del cuarto y justo antes de entrar Carlos llamó su atención.

- Estaba muy mal por la mañana, demasiado lastimada. -le dijo, pero sonó como un susurro.

Kendall volteó y lo encaró, estaba tan enojado porque él pensara eso. ¿Qué le sucedía? ____ era de su propiedad, él no podía decirle cómo cuidar a su mujer.

- Eso, Carlos. -dijo con una voz profunda, peligrosa, casi tanto como la isla Sentinel en el mar Índico- Es amor, puro y maravilloso amor. No me interesa que sientas algo por ella, porque nunca será tuya. ¿Crees qué no sé que después de verla casi desnuda usaste tus malditas manos y tu asquerosa mente para satisfacerte a ti mismo? La amo, más de lo que imaginas. Cómo nunca lo imaginé. -se replantó en su lugar, derecho e inquebrantable y entro a la recámara.

Su hermano tenía los ojos cerrados, el brazo cubierto por una venda sangrante y la camisa rota. Sus dos hermanos mayores, eran también personas importantes para él, lo hubieran sido más sino lo hubieran dejado solo e indefenso con esa cualquiera.

- Kendall la estás matando-pronunció débilmente Kevin.

Kendall se inclinó hacia él: -Es mía. Por favor no te la lleves.

Kevin lo miró, justo las mismas palabras cuando la encontró en el suelo y él tenía las pequeñas manitas llenas de sangre.

- No la puedes mantener aquí, -le dijo- Lo que estás haciendo es ilegal, no puedes mantenerla en contra de su voluntad aquí, y mucho menos en estas condiciones. -bajó la voz- Ella no es mamá.

Kendall se tensó, cerró el puño y golpeó a Kevin en la cara. Tomó su brazo y apretó la herida de bala con fuerza.

- No la menciones a ella. -Kevin gimió de dolor, tan fuerte que pudo escucharse por todo el bosque rodeaba la gran mansión- Su elección iba a ser dejarme, ____ nunca elegiría eso. Ella me ama.

La herida en el brazo de de su hermano comenzó a sangrar más, se había abierto y sentía la sangre correr libremente por sus dedos.

- No te sigas mintiendo, Kendall. -golpeó su mano para que dejase de apretar su herida- Está atemorizada. Sangraba cuando llegué, estás dañándola, matándola lentamente.

No iba a creer esas mentiras, su dulce ____ habría mencionado que se sentía incómoda o inconforme, confiaba en él, lo amaba a él. Lo tenía que amar.

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Perdón por la tardanza, pero la prepa es dura :'c
Ya no tengo amigos y mi crush es más enano que yo, ah y no le puedo hablar porque soy demasiado tímida:'v

He estado pensando en qué hacer de mis novelas y cómo subir rápidamente, pero no se puede xdxdxd

Las amo, en serio, por esperarme y ser pacientes, y claro, por no matarme.

Everything is blue será actualizada más tarde, al igual que Una razón para seguir viviendo.

Xx, Denn.

P.d: Dear Future Husband probablemente se actualize hasta mañana.

Perfecta Obsesión |Kendall Schmidt|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora