Le había seguido desde que salió de la gran casa azul en la que vivía. Llevaba un fresco vestido con flores y sandalias que se amoldaban perfectamente a sus pequeños pies.
Comenzaba a sonreír cada vez que ella sonreía. Le gustaba.
Él era su ángel guardián, ella era tan inocente y frágil. Era su niña. Era su ____.
*
Escuchaba cómo leía en silencio, escuchaba cómo tarareaba su canción favorita, le encantaba su voz. Era suave y melodiosa
Lo hipnotizaba. Le hipnotizaba su piel, su piel apiñonada, la había tocado y bajo su tacto se había sentido suave y tersa. Cómo la cáscara del durazno que estaba comiendo en ese momento.
La había tocado y había sentido cuán magnífica era. Él podía darle todo lo que quería.
Pero ese estúpido niñato se interponía, sus manos se apretaron alrededor del durazno causando que sus nudillos se volvieran blancos e inclusive se lastimara la piel de la palma; debía eliminarlo, debía eliminarlo pronto.
Había aprendido tanto de ella, incluso tal vez sabía más de su vida que ella misma, le encantaba que la voz de James Blunt llenara sus oídos, así como la voz de Hayley Williams, con Paramore y Jared Leto, con Thirty Seconds to Mars. Eran sus bandas favoritas y en poco tiempo también lo fueron para él.
Ella comenzaba a sentir su presencia, eso le encantaba. Y de vez en cuando pasaba por su lado pidiendo un pequeño permiso, Kendall aprovechaba ese instante para oler el delicioso aroma que su cabello emanaba.
Ella era perfecta, demasiado perfecta y pura para el pequeño bastardo que tenía como novio. James Maslow. Un chico de familia adinerada y capitán del equipo de baloncesto. Era un chico correcto, pero su error siempre había sido meterse con ____. Porque ella era suya. Le pertenecía y no dejaría que nadie la tocara además de él mismo. James la había tocado y la había manchado, pero Kendall sabía que su pequeña no quería eso, el bastardo la había obligado; sin embargo ella había seguido con James.
Su parte cuerda le decía que ____ nunca se fijaría en un demente como él, que ella prefería a los chicos lindos y mimados. Como James.
Pero su interior, su retorsido interior le decía que ella no se merecía una vida con un estúpido que terminaría engañándola con una mujerzuela. Ella se merecía a un chico como él. Un hombre mayor que ella para que le diera el placer que ____ necesitara. Para que le diera el mundo.
*
Su pequeña había tomado un autobús cuando él tenía miles de coches almacenados en el garage de su mansión.
La iba a sorprender y ayudarla a llegar a casa sana y salva, cuando apareció el niñato.
Vió como se besaban y su corazón se partío en dos, al mismo tiempo que la rabia se extendía a través de su cuerpo, Maslow debía alejarse de ella. Pronto.
Vió como la dejaba en casa y otro abrazo surgió, la ira convirtiéndose en rabia. Ella lo había visto, lo había notado y él por primera vez se sentía importante.
Maslow caminaba canturreando una canción de Maroon 5. Se puso en su camino.
- Profesor Schmidt. -dijo James.
- Es demasiado peligroso para un alumno deambular a estás horas de la noche. -comentó el rubio.
- Sólo fui a dejar a mi novia. -su tranquilidad lo hizo estallar, ¿cómo podía hablar tan fácil de ella?
- Deberías tener más cuidado. -le mencionó, su voz más grave que antes- Hay cualquier tipo de psicópata fuera.
Acto seguido: ya no había más James Maslow... por el momento.
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Perfecta Obsesión |Kendall Schmidt|
Fanfiction"El demonio es real, pero él no es un pequeño hombre rojo con cuernos y cola. Él puede ser hermoso, porque es un ángel caído y solía ser el favorito de Dios."