"Mía" (Kendall)

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"Duerme con la tranquilidad de saber que estoy a tu lado cuidando por tus sueños porque mi amor es eterno y solo tuyo como yo se que tú eres parte de mí."

Su cabello en forma de cascada caía por la blanca almohada de la cama en donde la había colocado. El suave vestido verde de seda resaltaba su suave piel, haciéndola parecer del lino más suave jamás tocado por el hombre, y la orquídea blanca en su pequeña cabecita la hacía lucir cómo el ángel más puro jamás visto en su vida. Sus manos estaban atadas para evitar que escapara de él.

Se removió en el sillón de cuero blanco, no quería ser agresivo con ella pero la forma en la que le había contestado lo puso de una forma que jamás creyó tener. Pero tarde o temprano tenía que actuar y ese momento no sería fácil, alguien lo descubriría y lo atraparían, no quería que lo alejaran de ella, la magia sólo existía cuando estaba con ella y él se sentía seguro.

Creía haberlo probado todo, pero cuando la vió y su voz delicada acompañó a la suya en una canción, supo que era lo mejor, pero aún quería más.

- ¡Carajo! -gritó Maslow- ¡Déjame salir de aquí, Schmidt!

Estaba atado de manos, no tenía playera y tenía rajones en la espalda que sangraban a más no poder.

Kendall rió: - ¿Dejarías que ____ luchara sola en ésto?

Maslow se quedó callado, lo estaba pensando, no quería que pensara, eso lo inquietaba era un niñato estúpido que sólo pensaba en sí mismo.

- Si. -fue su respuesta final.

Él lo miró con los ojos abiertos, no esperaba eso por nada del mundo.

- ¿Enserio? -volvió a preguntar.

Una lágrima salió del ojo izquierdo de James, e incluso el rubio se sintió mal, pero... ¿enserio iba a abandonarla?

- Si. -su voz quebrada resonó en las paredes de la habitación.

Lo había dicho, se prefiría a él antes que a ____, una sonrisa surgió de sus labios empapados con la sangre que salpicaba de la espalda de Maslow.

- Tendrás tu libertad, si no dices nada. -habló en su oído- Recuerda que puedo matar a tu familia con sólo chasquear los dedos.

Maslow tragó duro, y asintió.

- De acuerdo. -respondió.

Lo desató dejando que su cuerpo cayera y un sonido estruendoso sonara. Se arrepintió de inmediato, ____ despertó.

- ¡James! -gritó ella.

Maslow tosió, Kendall lo tomó por la nuca y lo forzó a mirar a ____.

- Dile que te vas, dile que la dejarás. -susurró el rubio.

- ¡Eres un maldito monstruo, Kendall! -gritó la castaña.

Kendall sonrió, le encantaba cuando sus labios pronunciaban su nombre.

- ¡Díselo! -exigió de nuevo.

Maslow siseó, bien, al menos le había roto una costilla, se lo merecía.

- Kendall me ha dejado libre...

- Continua. -le forzó

- Me voy de aquí. -dejó su cabeza caer.

Las lágrimas se alojaban en los ojos de su pequeña, era bueno que llorara, al menos así se olvidaría más pronto de él.

- ¡No puedes dejarme aquí! -le dijo a James.

James no la miró: - Es lo mejor que puedo hacer.

Los brazos de ella se estiraban a más no poder para alcanzar al torpe adolescente que estaba ante sus pies.

Lo tomó de nuevo de la nuca.

- Quiero que te vayas... ¡Ahora! -le gritó al oído.

Maslow se levantó como pudo y se marchó de ahí.

____ lo miró con miedo y se encogió, se acercó a ella y le tocó la pierna con ternura.

- No te haría nada malo, ____. -se acercó a su cara- Quiero que tengas lo mejor, y pequeña. Maslow no era lo mejor.

Ella lo miró y le escupió en la cara.

La comprendía, estaba enojada y confundida.

Separó sus piernas con delicadeza y subió la mano por el interior de su muslo. La tocaría al fin.

Al llegar a su más esperado destino, frotó con sus dedos sobre la tela, sintiendo cómo se mojaba entre sus dedos largos.

- Basta. -gimió ella.

Kendall sonrió y sacó su mano del interior del vestido.

- Será en otro momento.

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¡Wazza chicas!

Como algunas ya saben, no había podido subir capítilo porque me robaron el cel D: Y no suelo acostumbrarme a escribir en la lap xd

Las extrañé :') pero ya volví

Espero les guste el cap

xx. Denn

Perfecta Obsesión |Kendall Schmidt|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora