"Desaparecido"

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Había despertado y el olor a colonia masculina estaba por toda mi habitación.

La ventana estaba abierta y el suave viento tiró de mi buró una orquídea. Alrededor de ella se encontraba una suave cinta de seda de color dorado. La examiné, era perfecta. Pero, ¿quién la había traído aquí?

- ¿____? -Deborah, mi madre, me llamaba detrás de la puerta- El desayuno está servido.

- Bajaré en un instante. -la orquídea era hermosa y estaba suficientemente bien cuidada

*

Había buscado a James sin parar, no lo había encontrado. Tampoco pasó por mí para llevarme a la escuela como siempre lo hacía, Phillip Maslow, su hermano y el profesor de literatura me había dicho que no llegó a casa anoche...

- ¡Dios! -estúpida. gritó la vocecilla interior de mi cabeza- ¡Lo siento profesor Schmidt, estaba distraída...

- No se preocupe señorita Green. -me interrumpió, su voz suave inundando mis oídos- ¿Ésta bien usted?

Kendall Schmidt, un gran profesor de música. Me encantaba cuando tocaba su guitarra y las delicadas notas que salían de ella me hipnotizaban, sus labios moviéndose en un lento y agradable baile de sonidos que jugaba con mis pensamientos.

Sus ojos verdes siempre siendo tan cálidos ante mis preguntas y sus duras pero cálidas manos enrollándose en mis muñecas cuando me enseñaba a tocar el piano.

- Profesor, ¿le puedo hacer una pregunta?

- Ya la hiciste. -sonrió.

Su juego y sonrisa electrificando hasta el nervio más pequeño en mí. Sonreí y sus ojos mágicamente se iluminaron cómo dos esmeraldas verdes expuestas al sol.

- ¿Ha visto al alumno James Maslow? -hice mi pregunta, esperando que mis nervios de estar frente a él no afectaran mi voz.

Su mirada se apagó y su mandíbula se apretó. Esa ligera tensión sexual desapareció, convirtiéndose en una tensión a la que podías cortar con un cuchillo.

- ¿Por qué ha de interesarme un chico cómo él? -su voz fría comenzando a asustarme, me encogí- Ve a ver detrás del gimnasio, es seguro que esté follando con una animadora.

¿Qué demonios le pasaba? James no era así.

Pasó a mi lado, golpeando mi hombro fuertemente que me dolió. Lo ví alejarse, los hombros tensos y su postura derecha emanaba enojo.

- ¡Wow! ¿Qué pasó aquí? -Heather a mi lado.

- Nada.

- Se puede cortar la tensión. -miró en dirección a Schmidt- Si, lo suponía.

- ¿Qué supones? -dije.

- Schmidt es candente y está en mi lista de "Probablemente follar", y tu chica, es increíble que lo ignores.

Heather Williams, mi mejor amiga, cabello rosa o ¿naranja?  (no bromeo ella lo tiene así), maravillosos ojos hazel, y un "cuerpazo" según los chicos.

La descripción de los chicos hacía mi era "tiene novio", pero según Heather si James no fuera mi novio, "soy extremadamente follable".

- ¿____, has visto a James? -se acercó Logan.

Logan era uno de los mejores amigos de James.

- Iba a preguntarte lo mismo. -Logan hizo una mueca.

- No llegó al entrenamiento de basquetbol, el entrenador está enfadado.

Me quedé pensante: - ¿En el gimnasio no está?

Lo sé era tonto seguir las palabras del profesor, pero tenía un mal presentimiento y rogaba a dios que no estuviera ahí.

- No está. Él no es así ____, tu lo sabes. -tenía razón, ¿por qué ahora estaba dudando de él?

Heather volteó y me tocó el hombro despacio. Cathy, la mamá de James estaba ahí junto a Mike, Schmidt estaba hablando con ellos y lucía bastante enojado.

Cathy me vió e inmediatamente corrió hacía mí.

- ¡____! -dijo dándome un muy, muy fuerte abrazo.

Kendall estaba detrás de ella y su expresión fría, me hizo sentir como una muñeca de porcelana y a él como un niño pequeño con muchas ganas de romperme, instintivamente me protegí con Cathy.

- ¿Has visto a James? -preguntó, lo suficiente fuerte como para que Schmidt lo escuchara.

- ¿No lo encontraste detrás del gimnasio? -su sarcasmo pareciendo un balde de agua fría, cayéndome de golpe.

Lo miré a los ojos y por primera vez, lo confronté: - Lo busqué, sí. Pero después me dí cuenta que eso era estúpido.

La sonrisa sarcástica que mantenía en sus rosados labios se borró. Sus ojos oscurecidos más de lo normal. No me gustaba este profesor Schmidt.

- ¿____, puedes acompañarme al salón de clases? -se dió media vuelta y comenzó a caminar.

Miré a Cathy, pero estaba hablando con Mike y Heather. Cathy me vió y asintió en confirmación.

Fui tras él. Sólo es tu profesor, no te hará nada malo niña cobarde.-la voz de mi interior dándome el coraje que necesito.

Cuando entré la misma fragancia de hoy por la mañana invadió mis fosas nasales, haciendo que millones de sensaciones vibraran en mi cuerpo. Había una orquídea en la mesa y Kendall no estaba, sentí un pinchazo en mi brazo derecho e inmediatamente me desmayé. Lo último que ví fueron esas esmeraldas que Kendall tenía por ojos.

- Mía. -susurró.

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¡Oh my godness!

Perfecta Obsesión |Kendall Schmidt|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora