Hace dos días que no como ni me levanto de la cama, francamente quiero morirme. He caído en cuenta de lo solo que estoy. Hace quince días probando al velero he navegado hasta Florianópolis. Fondeé en “Beiramar” a pocos metros del centro comercial. Con Indio a mi lado entro en librerías y casas de música. Con un carrito de un shopping cercano cargo libros en español, cd´s de música de mis autores preferidos, un reproductor de dvd y una gran cantidad de películas que, con el televisor ya existente en la casa me proporcionarán esparcimiento. Leer, escuchar música y ver alguna película pasan a ser mis entretenimientos cuando cae la tarde. Pero la nostalgia y la realidad me vuelven loco. Me he abandonado, no tengo el coraje de quitarme la vida, Indio al lado de mi cama me acompaña en el ayuno.
No dejo de pensar en la ironía de todo. Los poderosos del mundo tenían el poder de destruir el planeta siete veces mediante billones y billones de dólares invertidos en armamentos, hasta existía un escudo defensivo en órbita, ejércitos, aviones bombarderos teleguiados, misiles de alta precisión, cabezas nucleares… pero un insignificante virus nos liquidó a todos… recuerdo al poeta que decía “la destrucción del hombre está en su interior…”.
Esta mañana me despierto debilitado, cuando voy al baño veo que Indio no se incorpora, lo llamo y con dificultad abre un ojo. ¡Está enfermo!..
- ¡No Indio, no me abandones!.
Lo levanto con dificultad y con una cuchara le doy agua, me mira triste.
- ¡Indio vamos por favor!.
Haciendo un esfuerzo se incorpora y apoya su cabeza en mi pierna. No puedo contener el llanto.
- ¡Indio, ya esta, te prometo que no te voy a abandonar!.
Para la tarde ya está mejor, lo mimo y alimento y a la noche salimos a caminar por la playa cercana.
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El Ultimo
AdventureEl olor nauseabundo me descompone, las imágenes son horripilantes, los perros vagabundos y las aves de rapiña son los nuevos amos de las ciudades.