Han recorrido más de doscientos kilómetros en veinte días, aparte de caminar el único entretenimiento es el pillaje Chato, Paco y Luis siguen al Tuerto que parece perseguido por un demonio.
Caminan por la South Dixie Highway, esquivando ocasionalmente algún embotellamiento, cada tanto disparan sus armas sobre aves o algún gato vagabundo.
Al llegar a Miami, bajan de la autopista y toman la Brickell ave. Cruzan el canal por el puente en dirección norte y caminando cerca de la costa llegan hasta el Bay Front Park, junto al Port boulevard una pequeña marina conserva buena parte de sus barcos intactos. De alguna manera el huracán había perdonado a estas embarcaciones. El Tuerto sonríe, su único ojo fulgura. Señalando con su dedo indica:
- Chato, ¡Ése es el velero que nos llevara a Tijucas!!
Tres horas después la marina despide un barco por primera vez en más de un año. No hay guardia costera que exija nada, pronto con las velas a pleno salen de Miami por el canal Sur entre la Lummus y la fisher Island; en seguida ponen rumbo sur.
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El Ultimo
AdventureEl olor nauseabundo me descompone, las imágenes son horripilantes, los perros vagabundos y las aves de rapiña son los nuevos amos de las ciudades.