-Teresa, ¿y ahora que hago?
Teresa sonríe, la besa feliz y le dice:
- Háblalo con Diego, morirá de felicidad.
- Lo sé, es que…
- Dime hija, ¿que te preocupa?
Sollozando Cecilia comienza:
- No se por donde empezar, estamos viviendo un tiempo prestado en un mundo que ya no es nuestro… ¿nacerá bien?, ¿no contraerá la enfermedad?, ¿podremos cuidarlo?, ¿que vida tendrá?, ¿cuando hayamos muerto que será de el?, ¿podrá encontrar alguna vez pareja?, ¿conocerá el amor?...
- Ceci, hija, son muchas preguntas y no tengo ninguna respuesta… sólo puedo darte dos razones, fe y esperanza.
- Teresa no tengo tu fe y mi esperanza flaquea ante la responsabilidad de traer mi hijo al mundo.
- Cecilia, aunque no creas en Él, Dios te ha cuidado y protegido, te ha salvado de una muerte lenta y segura, no temas, si no tienes fe, confía en la mía, yo estaré siempre a tu lado.
Cecilia vuelve sumida en sus pensamientos, al doblar la curva que lleva a su casa una sonrisa se dibuja en su cara.
- Diego?, Donde estás?
- Aquí mi amor, en la radio, hace unos días que no puedo hablar con Jimmy. ¿Que ocurre?
- Ven siéntate, parece que viene alguien.
- ¿quien, las hermanitas?
- no
- vamos Ceci, ¿Quien? ¿Otra persona?
- Sí
- ¿Los amazonas?
- No
- ¿Otro sobreviviente?
A Cecilia se le llenan los ojos de lágrimas…
- Sí!
Diego la mira confundido.
- Ceci, ¿estás jugando conmigo?
- Solo un poco.
- Entonces viene alguien?
- Sí
- Dónde mi amor.
Cecilia lleva las manos a su vientre y le dice:
- Aquí.
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El Ultimo
AdventureEl olor nauseabundo me descompone, las imágenes son horripilantes, los perros vagabundos y las aves de rapiña son los nuevos amos de las ciudades.