Stucky Trash.

Buckitty II

Steve.

—¿Q-Qué?—

—¿Puedo preguntarte algo?—

—Sí, dime.—

—¿Porqué atacaste a Sharon?— Él me miró algo nervioso.

—¿E-Eh? Por... nada...—

—Ha de ser por algo, Buck.— Él trató de evadirme sentándose en el sofá de nuevo y mirando la televisión, entonces lo que hice fue apagar la televisión y estirarme en sus piernas. —¡Bucky-y!~

—Dime...—

—Respóndeme.—

—¿Por qué otra razón un gato atacaría a alguien? Porque no le agrada.—

—¿Tan rápido te cayó mal?—

—Sí.—

—¿Por qué?—

—Por nada, Steve. No lo sé...—

—Buck, no mientas.—

—No es por nada, Steve.— Él se levantó y se dirigió a la habitación. ¿Será por mí? Y si es así, que por favor me lo diga, porque es tan... no lo sé, pero solo quiero que sea mío. Solo mío. Es increíble, nunca pensé decir eso, menos de un chico.

—¡Bucky!—

—No es nada, ya te dije.— Jalé su brazo y lo atraje a mí hasta que estuvimos cara a cara. Bucky se sonrojó y se veía muy tierno.

—Bucky... Ambos sabemos que mientes.— Bucky se quedó pensativo viendo hacia el suelo.

—Y-Yo-... Nada.—

—Dime... por favor.—

—Yo... Ella... se acercaba a ti... Le gustas... te iba a besar...— Él me abrazó fuertemente y escondió su rostro en mi cuello. —¿Cómo voy a permitir que te besen si siento algo por ti? ¿Si... me gustas, Steve? ¿Si me dan celos que esa zorra se te acerque? ¿Si yo... te... amo?— Yo me sorprendí demasiado por esa declaración pero yo lo que hice fue abrazarlo de igual manera y besar su cabeza.

—¿Me... amas?—

—Sí. Te amo. Te amo. Te amo muchísimo. Nunca pensé en esto, en enamorarme de un chico, pero has demostrado ser la diferencia, Steve. No tienes idea de lo mucho que me encantas, de lo mucho que me he enamorado de ti. Desde que me encontraste en tu pórtico, mi vida ha mejorado mucho porque tú te preocupas por mí y me cuidas mucho. Me gusta eso, que siempre estés ahí para mí, aún cuando tengo mis ataques felinos me quieres y te quedaste conmigo. Tqqe amo por eso y mucho más, nunca me cansaría de decírtelo.— Eso provocó que se formara una sonrisa enorme en mi cara. Me sentí mucho más que feliz en ese momento.

—B-Bucky... Eres tan... adorable.—Me separé un poco de él y lo miré.

—¿Eh-...—

No continuó lo que iba a decir porque mis labios ya se encontraban unidos a los suyos. Bucky, al principio, abrió sus ojos como platos, sorprendido, pero al cabo de unos segundos, él empezó a mover sus labios. Una de mis manos subió para acariciar su mejilla y la otra estaba sobre su cintura. Bucky tenía sus manos en mis hombros. El beso era lento, suave, sin ninguna clase de apasionamiento, pero era lo que deseaba, lo que quería de Bucky, besar sus sensuales labios. Un simple beso que lograba expresar los sentimientos que teníamos por el otro sin el uso de palabras. Luego de unos minutos besándonos, nos íbamos separando con pequeños y suaves besos hasta estar totalmente separados.

—Buck, yo también te amo. Te amo, no me importa que seas un gato o un humano, te amo. Eres tan dulce y tan sensual, y gracias. Gracias por deshacerte de ella. Ella piensa que yo le gusto, pero ahora sabes perfectamente que yo estoy enamorado de ti, Bucky. Me encanta cuando duermes conmigo, cuando me incomodas, cuando jugamos juntos y empezamos a hacer cualquier cosa que nos divierta. Buck, me sorprendí mucho cuando lamiste mi mejilla, no sueles hacer eso.—