Stucky Trash.

Mermaid I

—¡Vamos, Flora! ¡Será divertido!~

—No lo sé, no creo que Su Majestad nos deje.

—Ay, padre no se dará cuenta, vamos.

—Bueno...

La sirena de pequeña estatura llamada Flora, acompañó a su mejor amigo James, el Príncipe de los Siete Mares a la superficie. El Rey y padre de él le había prohibido ir, ya que quería evitar incidentes, pero a Bucky le valió un carajo las palabras de su padre.

—Buck... —Dijo la de cola amarilla y azul viendo como la intensidad de la azul se volvía más fuerte.— Es una mala idea.

—¿Tienes miedo, pequeña Flora? ¿Quieres que llame a tu mami?

—Oh, jódete James. Yo llegaré primero.

Ambos subieron hasta poder tocar el aire y viento.

—Mira, allá está la isla de Scooter.

Los dos nadaron hasta la costa. Scooter era una chica que naufragó cuando era niña e hizo de una pequeña isla su hogar.

—Pero miren quiénes se dignan en visitarme...

—¡Hola! —Dijo la sirena.

—¿Qué onda, Scoots?

—No pensé que Su Alteza hablara tan informalmente. —Dijo inclinándose en forma de burla. Flora rió.

—Oh, por favor.

—Sabes que pronto serás rey.

—¿Y volverme como mi padre? Al carajo.

—No es tan malo.

—¿No es tan malo? Ya no tendré tiempo para salir a explorar, ni a asustar a navegantes, ni a espantar piratas, ni hacerles bromas. Solo podré estar sentado en una silla aburrida hasta mi muerte. Esa vida apesta.

—¿No es cierto que tu hermano quiere ser rey?

—Sí, no entiendo porque no lo toman a él en cuenta y no a mí. Yo no sirvo para ese trabajo.

—¿Y la princesa Romanoff?

—Ni me la recuerdes. No quiero casarme con ella y ella tampoco quiere casarse conmigo. No nos soportamos ni ver. ¿Acaso tengo que obedecerles siempre?

—Sí. —Dijo la castaña rojiza.

—Qué vida más mierda.

—Pues sí. Tal vez encontrando a tu chica ideal sientes cabeza, Buck.

—Nah, eso no me interesa. Yo quiero salir a explorar los mares.
—¿Estás seguro que no te interesa?

—¿Por qué lo dices?

—Mira... A unos kilómetros de aquí, está una isla enorme. Allí voy a vender mercancía, tal vez una bella humana te cautive.

—¿Humana? Scoots, ni siquiera debería estar aquí. Si saliera con una humana, estaría muerto.

—Nada más ve y échale un vistazo. Ahora que puedes.

—Ugh... Bueno, volveremos más tarde, entonces.

—De acuerdo.

—Bye, Scoots. —Dijo Flora.

—Bye, Flo.

Bucky y Flora nadaron hasta la costa. Vieron a un barco que estaba siendo cargado para poder zarpar. El príncipe de la isla era quien iba a ir a una expedición. Caminaba sobre un puente hacia el barco y Bucky lo miró. Flora siguió nadando, adelantándose. Bucky pensó que era uno de los humanos más atractivos que haya visto. Estaba atardeciendo, estaba algo oscuro, James no iba a ser visto. Se quedó observando al joven un rato.