Stucky Trash.

Back To The Future I

Bucky la ha pasado mejor.

Cuando terminó la guerra contra ese titán morado, el castaño tenía la esperanza de que las cosas volvieran a la normalidad. Steve a su lado, Sam molestándolo y los demás del equipo haciéndole compañía, pero no fue así. El rubio había tomado una decisión que rompió en pedazos su corazón, la cuál era irse de vuelta con Peggy y vivir una vida tranquila. James fingió estar de acuerdo con su decisión. Sin embargo, cualquiera con un poco de lógica podía notar la suma tristeza del soldado, viendo como la única persona que amaba se iba lejos, sin parecer importarle lo que pasaron juntos todo ese tiempo.
Le lloró a su almohada cada noche durante un par de meses, pasaba deprimido, no comía mucho, Sam debía visitarlo para animarle que saliera a tomar el sol. Wanda también lo apoyaba, diciéndole que no debía sufrir por una decisión que Steve, sin pensarlo demasiado, había tomado.

Y así, poco a poco, Bucky se recuperó con la ayuda de sus amigos. Dejó de lado sus recuerdos con el rubio y decidió seguir adelante. Este proceso duró todo un año, James debía sanar esa cruel herida que Steve le había dejado. Con suerte y esfuerzo, funcionó. Decidió que era hora de hacer su vida, ser feliz. Sus más cercanos le felicitaron por haber salido de su depresión.

Hoy, Sam, Sharon y Bucky terminaban una pequeña misión de campo. En la torre de los Vengadores parecía haber mucho alboroto, gente algo más feliz de lo usual, como si celebraran algo.

—Hey, ¿por qué no vamos a ver qué sucede allá? —Sugiere el moreno.

—Paso, estoy muy cansado.

—Vamos, Buck, no seas amargado.

—Sam, no quiero... —Se queja, aperezado— ¿Sabes? Mejor vas tú y me cuentas qué pasa, iré a dormir.

—Como quieras.

El castaño fue a recostarse a su habitación. Dejó su ropa a un lado, se duchó en cinco minutos y salió, directo a su cama para dormir.
Al día siguiente, Bucky se hizo su desayuno tranquilo y puso una serie en su televisión, antes de ir a una corta reunión. Se puso algo de ropa y se peinó, pero mientras lo hacía, tocaron su puerta. Despreocupado abrió, pero casi siente su corazón salirse por su boca al ver quién estaba allí en frente.

—Bucky. —Sonrió amplio Steve. James tragó saliva, muy nervioso, ¿aún estaba dormido?

—¿S-Steve...? ¿Eres tú?

—Sí, sí soy yo. —Pronto se abalanza contra el castaño para darle un abrazo, mientras Bucky está espantado, sin moverse en lo absoluto.

—¿Qué... Qué haces aquí?

—Es una larga historia en realidad, pero he vuelto. Me siento tan en paz al volver. —Dijo el rubio, parecía en verdad feliz al ver a su mejor amigo. Sin embargo, Bucky no lo estaba. Se apartó del abrazo con rapidez y miró a cualquier lado.

—Yo... Me... Me alegra que hayas vuelto. Eh... Discúlpame. Debería... Debería irme para una reunión, voy tarde, con permiso.

Cerró la puerta de su habitación y escapó con rapidez del rubio, sumamente atemorizado. ¿Qué hacía allí? ¿No estaba en otra línea temporal? No recordaba haber bebido o consumido alguna droga. Entonces, ¿qué hacía en el presente? Caminó con la rapidez del siglo hasta la sala de conferencias, pero chocó brutalmente con Sam, casi empujándolo al suelo. El moreno notó la palidez en el rostro del castaño y alzó una ceja confundido.

—La reunión empieza en cuarenta y cinco minutos por si no te has dado cuenta.

—Sí... Sí, como sea... —Balbucea inquieto y nervioso mirando hacia atrás, verificando que Steve no lo hubiera seguido.