Stucky Trash.

Becky?

Nota: One-Shot larguito, así que tómate tu tiempo 💕
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—¿Y para qué?

—Es propaganda, Capitán. Es un show corto que se dará en varios estados.

—¿Y por qué tengo que ser yo el que lo haga? ¿No puede decirle a otro?

—La mayoría están en entrenamiento. Y usted no lo necesita por ahora. —Dijo uno de sus superiores.

—Pero--

—Lúzcase, Rogers. Necesitamos darle una buena impresión a nuestro país.

Steve tomó el traje y se lo puso. Se miró al espejo y negó disgustado. Era horrible y la máscara parecía incluso mal cortada. Suspira, lo que más le frustraba que debía hacerlo varias veces hasta que todo América se supiera el bendito show de memoria.

—No me enlisté para esto, demonios.

Pronto sale, diciendo sus líneas heroicas y golpeando al falso Hitler. Los niños estaban emocionados al ver al Capitán "derrotar" al líder nazi y todos aplaudían. Steve sonreía por compromiso, de verdad detestaba hacer eso. ¿Por qué no lo mandaban a misiones especiales con alguna tropa? ¿En serio debía quedarse a ser el mono cilindrero del gobierno? Sonrió ya aliviado cuando terminó su número. Se quitó el disfraz y salió un momento para terminar de ver el show de las chicas bailando. Todas vestían igual a excepción de una, que parecía ser la líder del grupo. Era una castaña algo alta, sonriente y de cabello corto, llevaba una pequeña estrella roja en su brazo izquierdo y era bien aclamada por el público. Steve la miraba, encantado también por su actuación, era muy bonita. Pronto bajaron del escenario todas en fila y Rogers siguió con la mirada a la chica del traje blanco y azul. Pasarían algunas semanas juntos, ya que los shows se extendían a varios estados, así que pensó en acercársele, pero no sabía cómo. Tener un cuerpo perfecto no lo haría mejorar en sus habilidades para hablarle a una mujer.

¿A una mujer?

Ya se encontraban las bailarinas en el camerino y dos de ellas ayudaban a la "chica" a quitarse el maquillaje.

—¿Cómo lo hice? —Sonríe.

—Lo hiciste súper, tranqui. —Dijo una de ellas, quitándole el labial.

—¿Sí me vi como una chica?

—Por supuesto, no te preocupes. —Dejaron las toallas a un lado después de un rato.

—Y listo, ya eres James otra vez. —Ambas rieron y el castaño asintió.

—Pues, muchas gracias. Iré a cambiarme.

Se levantó y tomó su ropa para ir a cambiarse. Entró a uno de los compartimentos y se quitó sus tacones blancos y falda, después su camisa, que contenía cierto tipo de relleno, y la cinta azul que sostenía su peinado. Era una larga historia el cómo había llegado ahí.
James era un bailarín en busca de trabajo, pero en pleno apogeo de la guerra nadie contrataría a bailarines por ahí para alguna obra de teatro o cosas así. Lo llamaron a enlistarse, pero no había pasado las pruebas. Era de contextura algo delgada, con casi ningún músculo remarcado en él y muchas alergias que requerían la atención que no tendría en un campo de entrenamiento. Pero en realidad volvió feliz a su apartamento, no quería ser parte de algo así. Luego de unos días, le comentaron que necesitaban bailarines para algo importante, pero el día de la audición, James solo vio chicas. No era común ver chicos de todos modos y él no se preocupó. La coordinadora del evento leyó su nombre algo confundida y pensó que el chico podría estar allí por equivocación, pero aún así lo dejó participar. Luego de un rato, dieron los anuncios de a quiénes habían aceptado y Bucky sonrió aliviado al oír su nombre. Si era honesto, necesitaba dinero.
Se confundió un poco al ver que lo habían llamado por aparte, pero le comunicaron que era para el show del Capitán América y debían ser mujeres las bailarinas, así que podía quedarse con el empleo porque la coordinadora notó que su cuerpo no era del todo masculino y que podía pasar perfectamente como chica con la ropa adecuada y algo de maquillaje. Ella también le comunicó que lo había hecho excelente y que si aceptaba, podía ser la "bailarina" principal. James fingió considerarlo, cuando en realidad ya había aceptado en su mente. El castaño escondía un pequeño secreto y es que no le molestaba en absoluto vestirse de chica. Le atraían mucho las cosas femeninas, tal vez por ello estudió ballet en una academia. Sabía que nadie aceptaría lo que a él le gustaba, aunque se sentía muy cómodo siendo chico, también le gustaban las cosas de mujer.