Married?

1.7K 75 70
                                    

La Segunda Guerra Mundial había terminado hace cinco años aproximadamente.
Después del conflicto, Bucky y Steve regresaban a casa, pero el rubio seguía compartiendo citas con Peggy Carter. Tanto así que cinco años después, la chica se alistaba para su boda con Rogers. Estaba muy emocionada, fue con algunas de sus amigas a elegir su vestido para ir a casarse con él.
Mientras tanto, Bucky detestaba cada vez que tenía que salir de su apartamento para que ellos siguieran teniendo sus citas. Tolerar eso por cinco años es de mejores amigos. O algo así.

—¡Gracias al cielo! —Dijo el castaño cerrando la puerta al entrar en su casa.

—No exageres. —Rió Steve lavando unos platos.

—¿Disculpa? Es mi casa. —Responde con ironía.

—Bueno, sí.

—Mientras no hayan follado en la cama, está bien.

—¡Bucky! ¿Cómo te atreves?

—¿A qué no?

—Sabes que el "fondue" es hasta casarnos.

—Más te vale, esa es mi cama también.

—Lo sé.

Faltaban tres semanas para la boda. Un par de días después, Steve fue con Bucky a comprar su traje. El rubio se probaba varios, pero el castaño solo lo miraba. Era un hombre tan gentil y hermoso, con su indecisión se veía tan adorable ante los ojos de Bucky.
Lamentablemente, estaba a unas semanas de perderlo para siempre. Se casaría y ya no serían lo cercanos que han sido desde niños. Lo peor no era eso. Lo peor era que ocultar lo que sentía durante años. Como por ejemplo, su amor incondicional por Steve, al igual que todo su dolor y celos al ver que la chica se le había adelantado años de trabajo. Y ahora que estaba tan cerca de perderlo, sabía que ya nunca más acariciaría su cabello ni sentiría su calor en las noches ni lo haría sonreír ni lo abrazaría como lo hace. Se acabó. Y saber que otra persona lo hará, le repugnaba. Le revolvía el alma en porciones subatómicas. No lo toleraba, jamás lo lograría tolerar. Era su Steven, suyo, siempre lo ha sido.
Por otro lado, lo inevitable sucedió. Sabía que ese amor nunca sería correspondido. Al principio, fue el trago más amargo que podría tratar de digerir, pero poco a poco su corazón tristemente aceptó que jamás lo tendría. Jamás podría estar con él, por más que lo amara y quisiera ofrecerle el mundo entero.

—Este me gusta.

—Al fin decides. —Ríe.— Ya vámonos.

Steve pagó y llegaron a casa después. Ya era de noche, bastante tarde. Con lo dicho, ambos llegaron a dormir, básicamente. El rubio vio que Bucky se había acostado a sus espaldas y lo rodeó con sus brazos en la cintura.

—¿Qué tienes? —Dijo el mayor abrazándolo también.

—Nada. ¿Ya no puedo abrazarte?

—Debes aprender a soltarme. —Ríe leve.— Alguien más lo hará, ¿sabes?

—Por más raro que esto vaya a sonar, solo puedo abrazarte a ti para sentirme como en casa.

—Pues deberás acostumbrarte a no dormir conmigo.

—Lo sé... lo sé.

Eso sonaba bonito, pero no lo suficiente como para consolar a James. Aún era su mejor amigo inseparable.

(Días después)

Steve se alistaba para ir a cenar con Peggy y su familia. Él llevó a Bucky, como siempre. Era la única familia que tenía. El castaño odiaba acompañarlo a esas cosas, pero lo hacía por el alma de Steve, y debido a ese mismo celo de verlo con Carter, hoy intentaría algo. Estaba loco, su mejor amigo podría detestarlo. Además, había tardado demasiado en hacer esta acción, pero es su último movimiento. Era todo o nada.
Mientras Steve se alistaba, Bucky lo miró desde la puerta.

Stucky Trash.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora