Stucky Trash.

Wakanda

NO SNAPPING.
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Narrador.

Una mañana pacífica en Wakanda, era como siempre, pero hoy era el día en que despertarían al Soldado del Invierno.

Bucky despertó. Abrió sus ojos y lo primero que vio fue a unos niños que lo llamaban repetitivamente de cierta forma. Salió de donde estaba y vio a la princesa de Wakanda, Shuri. Estaba en frente de un lago y él se colocó a su lado.

—Buenos días, sargento Barnes.

—Bucky... —Corrigió y ella asintió.

—¿Cómo se siente?

—Bien... Gracias. —Shuri sonrió.

—Acompáñeme. Hay cosas que debo mostrarle. —Ella caminó. Antes de seguirle, Bucky miró el bello paisaje un momento.

Iba detrás de la chica, y ella le mostraba el lugar. Era muy avanzado en tecnología con naturaleza en abundancia, muy hermoso y balanceado.

—Le tengo una sorpresa, señor Barnes.

Bucky se extrañó por un momento. Ambos entraron al castillo y vio que Shuri lo dirigía a un cuarto especial con tecnología. Lo puso en frente de un pequeño dispositivo holográfico.

—Le prometimos que cuando despertaras, sería el primero en verte.

Puso la aplicación de Skype y contactó a Steve, el cual no tardó en responder. Bucky lo miró y sus ojos se iluminaron.

—¿S-Steve?

—Hola, Bucky. —Shuri nunca vio al Capitán tan sonriente.

—¿Qué es esto? —Preguntó un poco confundido.— ¿Es un video?

—No, el Capitán Rogers puede verte. Está en vivo.

—Steve... ¿Puedes verme?

—Sí, te veo perfectamente.

—Increíble... —Una Dora Milaje llamó a Shuri y ella debía ir a atender otros asuntos.

—Bucky, te dejaré con el Capitán Rogers. Si necesitas ayuda o algo, avísame.

—De acuerdo. —La princesa salió y Bucky se sentó en frente de la cámara, mirando al rubio.

—¿Hace cuánto despertaste? —Bucky lo miró y respondió.

—No hace demasiado, tal vez unas horas... ¿Cómo se llamaba este lugar?

—Wakanda, es lindo.

—Tienes razón, me gusta mucho. No sabía que estaban tan avanzados en tecnología. Es increíble.

—Es cierto, tienen cosas muy interesantes allí. —Steve veía una sonrisa en él que recordaba perfectamente. Estaba tranquilo, feliz.— Ahí estarás a salvo.

—¿Dónde estás tú?

—Con Nat, Sam y Wanda, en misiones clandestinas. —Rió.

—Oh, Steve... ¿Qué acaso nunca te tomarás un respiro?

—Algún día lo haré, tranquilo.

—Eso espero. Esa afición tuya a pelear es algo enferma a veces. —Ríe.

—Puede ser... —Steve miró como estaba vestido.— Me gusta como estás vestido, te ves bien.

—Gracias. —Sonrió.— De hecho, esto es mucho más cómodo de lo que pensé.

—Se nota que sí...

—Espera un segundo... —Se acercó a la pantalla de vidrio y lo miró. Notó que tenía indicios de barba de unos cuantos días.— ¿Te está creciendo barba?