Promised III

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—Buck.

—¿Hm? —Dice mientras se alistaba para ir a trabajar.

—Se me olvidó decirte que hoy habría una pequeña fiesta en S.H.I.E.L.D. antes de salir a vacaciones, ¿quieres acompañarme?

—¿Fiesta? Bueno, nada más divertido que pasar un viernes en la noche en una compañía que me quiere asesinar. —Sonríe falso.

—Vamos, Buck. Sabes que las fiestas no son lo mío.

—¿Y a qué te refieres con "fiesta"?

—Es ahí mismo, es un poco formal y no es muy grande. Lo harán en el salón de conferencias. Por favor. —El castaño rueda sus ojos y suspira.

—Bien. Pero no tengo nada formal de vestir, tendré que improvisar.

—Eso es lo de menos, solo necesito que vayas conmigo. —Sonríe.— Gracias.

—Está bien. Te veré en la noche, entonces.

—Cuídate.

Bucky le sonrió un poco y salió para ir a trabajar, aunque todo el día pensó en la fiesta de la noche. Quería impresionar al rubio, que lo mirara y se sorprendiera, pero, ¿cómo lograr algo así? Ni siquiera sabía si Steve sentía atracción por los hombres.
Al salir, faltaban un par de horas para ir a S.H.I.E.L.D. y James aún no sabía qué hacer. Fue a un restaurante por algo de comer antes de ir. Vio que estaba la chica que siempre lo atendía, se habían vuelto muy buenos amigos, ya que el castaño frecuentaba el lugar. Ella era muy amiga de Peggy también, así que sabía un poco la historia de Barnes y por palabras del castaño, también sabía lo que sentía por el Capitán. Cuando ella limpiaba la barra cerca de él, Bucky aprovechó.

—Martinelli.

—Oh, hola, Bucky. —Sonrió la chica.— ¿Disfrutando la comida?

—Sí, está rico... ¿Puedo pedirte un favor?

—Adelante.

—Hoy hay una fiesta en S.H.I.E.L.D. y Steve dijo que fuera, pero bueno, no recuerdo muy bien cómo socializar. —Ríe un poco.— Además, quiero impresionarlo, verme bien para que tal vez se fije en mí y no en otras chicas. —Suspira, mientras la rubia sonríe.

—Bueno, ¿has tenido algo en mente para llamar su atención?

—En realidad no, por eso ocupo ayuda.

—Bien, hagamos algo. Mi turno termina en quince minutos. Peggy me invitó a la fiesta también, entonces me esperas y vamos a encontrar la forma de que Rogers no se resista a ti, ¿va? —Ríe y Bucky asiente.

—Por favor.

Pronto, ambos salieron del restaurante. Angie estaba emocionada, nunca había alistado a un chico para conquistar a otro, así que se divirtió haciéndolo y Bucky confiaba en que ella supiera qué era lo adecuado.

Tiempo después, Steve se preguntaba dónde estaba él. Creyó que tal vez no vendría, sabía que no eran sus actividades favoritas. Suspiró, un poco entristecido, quería divertirse un rato con él, pero luego su mirada se dirigió a la puerta. Se quedó sorprendido por lo que vio, poco faltaba para que su mandíbula cayera al suelo. Bucky entró con un traje entero negro y lo suficientemente ajustado, que definía a la perfección las curvas de su cuerpo. Sus fuertes brazos se remarcaban levemente en las mangas y su cintura se delineaba con un solo botón cerrado del saco. Traía puestos sus usuales guantes negros, ya que no era recomendable que la gente mirara su brazo de metal, y el toque final; su cabello corto como lo usaba antes, solo que con un poco más de volumen y sin rastro de su barba de pocos días. Angie entró también arreglada a su lado, orgullosa de su creación de soldado enclosetado de los '70 que va tras su capitán.

Stucky Trash.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora