Mermaid II

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Ya había amanecido. Bucky se levantó alrededor de las siete de la mañana. Steve andaba por el desayuno de ambos. Fue al baño y miró la ducha. Cerró la puerta levemente y tomó una toalla, dejándola cerca de él. Se quitó su ropa y se metió en la ducha.

Su cabello estaba algo seco. Miró las botellas y vio un acondiciador. Lo aplicó en su cabello y lo lavó. Se sentía muy relajante, era algo divertido para él.
Luego, abrió la llave y dejó que la bañera se llenara con agua tibia, para después sumergirse en ella.

—Qué bien... —Suspira.— Extraño tanto el agua.

Se quedó allí, jugando a veces con la espuma formada. Se sentía muy a gusto.

Después de un rato, Steve llegó y se extrañó al no ver a Bucky en la cama, pero vio que la puerta del baño estaba algo abierta y supuso que estaría allí. Se puso en frente de un espejo y empezó a mirar su reflejo a través de él, ya que la bañera estaba al lado de la puerta.
Estaba recostado con los ojos cerrados disfrutando del agua, y ésta sólo dejaba ver su pecho. Steve creía firmemente que era una criatura adorable y bella. Se quedó mirándolo todo el rato que estuvo ahí. Cuando iba a terminar, Bucky se levantó y Steve pudo mirar todo su cuerpo, o al menos la parte de atrás. Mordió su labio inferior, ese chico era realmente perfecto. Poco faltaba para que Steve chorreara saliva.

—Demonios... —Suspiró sin dejar de morder su labio ni de ver al tritón.

Bucky se secó el cabello un poco y pronto salió con algo de ropa puesta.

—Eh, Buck. Aquí está nuestro desayuno.

—Oh, gracias. —Sonríe sentándose a su lado en la mesa. Mientras comían, al rubio se le ocurrió algo que podría hacer con Bucky.

—Oye, se me ocurrió que podría darte un recorrido por el pueblo, para que conozcas un poco. —El castaño asintió con una sonrisa.

Pronto ambos se alistaron para salir. Steve lo dirigió al establo donde estaba su caballo para recorrer el lugar más rápido.

—Ven, sube. —Bucky con su ayuda se subió al caballo. Acarició el suave pelaje del animal y este reaccionó bien. Al castaño se le facilitaba tratar con animales.— Parece que le agradas.

—¿En serio?

—Así es. —Dijo subiéndose adelante para domar al caballo, saliendo pronto a ver los lugares más importantes del pueblo.

Bucky estaba fascinado en verdad. Nunca había ido a un pueblo en la superficie, era todo muy bonito. Probaron comida de afuera, Steve le compró algo de ropa bonita y luego fueron a ver un pequeño campo de flores del castillo.

—Steve...

—Dime.

—¿Te gusta ser príncipe?

—Pues sí. A veces es estresante, pero no es tan malo.

—¿Planeas casarte? —El rubio se quedó pensando.

—Pues sí, pero no es algo que sea prioritario.

—Ya veo... —Susurra como siempre, pero apoya su barbilla en el hombro del rubio.

—Tal vez primero deba encontrar a la persona correcta. —Sonríe un poco, mirando a James. El castaño lo miró también y sonrió, algo sonrojado.

—Eso creo.

Los días pasaron y ambos la pasaban juntos la mayoría del tiempo. Steve le enseñó a andar a caballo y muchas otras cosas, incluido tocar algún instrumento. Bucky salía al pueblo algunas veces y compraba cosas para ambos. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que este día era su última oportunidad de besar al chico antes del atardecer.
Hoy los dos se encontraban en un pequeño bote, y Bucky estaba un poco desanimado, creyendo que no lograría su objetivo, pero si no lo iba a lograr disfrutaría los últimos momentos con el rubio.

Stucky Trash.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora