¿Mi funeral?

87.1K 8.1K 1.8K
                                    

Cuando tomas una decisión, generalmente valoramos lo que podría suceder en el futuro.
Ponemos en una balanza los pros y contras, como decimos. No consideramos los resultados comunes, o los que te llevan por caminos diferentes pero al mismo resultado, porque en ese caso sería los mismo que tomar una decisión al azar. No tendría caso meditarlo.
Pero cuando una decisión implica riesgos y sobre todo caminos diferentes con resultados totalmente opuestos ¿no es mejor meditar esa decisión? Ya sea que las bases para esa decisión sean tus deseos, sentimientos, principios o creencias, pero la tomas basado en lo que eres y en lo que representará para ti en un tiempo cercano o en un largo plazo. De alguna manera esa decisión definitiva cambiará tu rumbo, te cambiará a ti, tú esencia.

Como ahora,mi decisión a corto plazo es escoger un vestido para mi funeral.

Podrán decir... ¡oh ahora si ha perdido la cordura!
Pero no es del todo cierto. Y es que he pasado toda la mañana tratando de elegir un vestido para mi cita con la muerte, quizás a él no le haga gracia. Pero a veces el humor es todo lo que queda entre mi sensatez y mi locura.
Y pensándolo bien, para cualquier mortal, su cita con la muerte es su funeral, de alguna manera. Al menos todos se han enterado que ha acudido a una cita que todos tarde o temprano tenemos  y que la cita con la muerte se ha concretado de manera satisfactoria. Al menos para la muerte, ya que ha hecho su trabajo.

¿Quien lo diría? Yo eligiendo un vestido para mi funeral.  Aunque más bien sea una cita para conocer finalmente a la muerte. Cara a cara, es decir su rostro.

Ni siquiera sé porque lo estoy haciendo. Debería rehusar me, pero a veces para superar los miedos, debes tomar al toro por los cuernos, y sólo hacerlo.

La primera vez no salió nada bien, sólo logró desenterrar a un viejo amor, a alguien que esta muerto pero que puedo ver, y que además besé.

Había estado rompiendo récords. Tal vez besos con humanos, es decir que su corazón lata y respire, no había muchos.

Pero de mi lista de besos por dar... Definitivamente podía tachar a:

 √  La muerte
 √  Novio muerto

Se verían bien encabezando la lista.  Así que Channing Tatum, Chris Evans, ¿quién les gusta?Pueden pasar a segundo término. Era más interesante un beso de muerte.

La segunda decisión era: si debía aceptar de buena gana que la muerte entrará en mi vida.
Es decir había sido claro, quería una compañera, no quería amistad, lo cual ya era bastante pedir. Al menos para alguien que le tenía miedo. Pero si aceptaba ir, era como si estuviera aceptando esa pequeña posibilidad perdida entre todos los mundos infinitos, conocidos y desconocidos. De que yo pudiera e-na-mo-rar-me de él.
Hasta decirlo me parecía difícil. Tenía que esforzarme un poco. Era muy extraño pensar en aquel ser como alguien que pudiera amar. Sentir alguna emoción.

La muerte me había dejado en paz desde el día del cementerio.

Creo que de alguna manera había dejado que mis pensamientos estuvieran claros. Mientras había salido con Amelia y con otros amigos, bueno sólo dos, se podría decir que había pasado más tiempo con los vivos que con los muertos. Había tomado un respiro y tratar de ser algo normal, aunque no era nada normal acudir a tu propio funeral.

Seguía indecisa de que ponerme. ¿Una cena? Creo que podría descartarse. Dudo que la muerte  cene. ¿Al cine? ¡Claro a ver a los Muertos Vivientes, zombies o alguna película de fantasmas!

Me di por vencida. Ni siquiera sabía que iba a decirle. O como reaccionaría yo. Y ni siquiera sabía por que me importaba tanto que usar ¡como si fuera una cita real!

Finalmente me decidí por un vestido azul cerúleo, que resaltaba mis ojos y pelo platinado. Era un vestido primaveral, casual, y vaporoso, que estaba cómodo. A juego me puse unos botines negros de agujetas.

Cuando la muerte se enamoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora