Capítulo 16

5.4K 478 12
                                    

DAN

— ¿Al final cuándo vienen tu madre y tu hermana?— me pregunta Fredek mientras vemos el partido en su casa.

— Este fin de semana. La verdad es que tengo bastantes ganas de verlas.

— Te hará bien que estén a tu lado.

— Lo dices como si no tuviese a nadie aquí— digo metiendo a mi boca un par de patatas fritas.

— Yo no he dicho eso. Me tienes a mí, a tu padre, a tu mate...— el color se va al instante de mi cara y mis tripas se revuelven.

— ¿Qué has dicho?— le digo con nerviosismo y él ríe.

— Por favor, Dan, no seas ridículo, se nota a la legua que algo en ti ha cambiado. Al principio pensé que estabas agobiado en el taller de tu padre o que tenía problemas con Mila pero con el tiempo me di cuenta de que algo más te estaba pasando. Tú no te das cuenta pero tu personalidad a cambiado mucho.

— ¿A qué te refieres?

— No sabría explicártelo pero hay veces que te quedas embobado, mirando a la nada, pensando en Dios sabe qué, y se te pone una cara de idiota que ni te imaginas— ríe.

— No digas bobadas. Seguramente estaría pensando en Mila— digo fingiendo indiferencia aunque por dentro estoy muy nervioso.

Fredek sobre todo no se puede enterar de lo mío con Andrew, bajo ningún concepto. Él es el hijo del actual Alfa de la manada, por lo que algún día se convertirá en mi Alfa y no podrá tolerar que su mejor amigo esté con un vampiro y además sea un hombre.

— ¿A quién pretendes engañar, Dan?— me dice poniéndose serio.— Nos conocemos de toda la vida; eres mi amigo desde que tengo uso de razón, por lo que te conozco. No sé por qué quieres ocultar algo que no tiene nada de malo— suspiro con pesar.

No le puedo mentir. No parará hasta que se lo cuente, aunque está claro que ya lo sabe todo.

— De acuerdo, tienes razón— sonríe de oreja a oreja y me sorprende al darme un abrazo.

— Me alegro muchísimo por ti, Dan. Así que, dime, ¿cuándo me la presentarás?— pregunta entusiasmado.

"La", vale, al parecer no sabe tanto como yo pensaba.

— Es difícil, Fredek, aún no estoy listo.

— No lo entiendo— dice frunciendo el ceño.— ¿Tiene tres cabezas o algo por el estilo?

— ¡No! Es perfectamente normal.

— Entonces ahora sí que no lo entiendo— dice.— Conocer a tu mate es algo asombroso. Hay miles de millones de personas en la Tierra y encontrar a la que te complementa es algo maravilloso. El día que yo encuentre a mi mate no podré esperar a mostrársela al mundo y sea como sea esa persona, estaré orgulloso de ella pase lo que pase. Puede que no sea una persona extrovertida ni tampoco despampanante, pero para mí lo será— dice dejando escapar una pequeña sonrisa.

— ¿Cómo estás tan seguro?— digo en voz baja.

— Muy fácil,— ríe,— porque cuando amas a una persona incondicionalmente, te da absolutamente igual lo que el resto del mundo piense.

— A veces no todo es tan fácil.

— Lo es. Esa persona me hará feliz, me hará respirar y a la vez ahogarme.  Nos protegeremos mutuamente— dice mirando a la nada, como si estuviese imaginándose a él mismo en esa situación.

Sus palabras me dan qué pensar. Yo siento todo eso y mucho más por Andrew y siento cómo le traiciono por no poderle dar todo lo que él se merece.

— ¿Es eso lo que se siente?— me pregunta sacándome de mis pensamientos.

— Es indescriptible— digo al fin y una sensación de liberación me invade al poder hablar por primera vez con alguien sobre mis sentimientos.— Cuando te alejas de tu mate es como si una parte de ti te faltase, la más importante. Todo de esa persona te llenará de una forma que no te puedes imaginar. Sus sonrisas, su voz, su mirada...

— Estás loco de amor— se burla de mí y yo le doy un empujón riendo.— Si es tu mate, estoy seguro de que es alguien muy especial.

— De eso puedes estar seguro.

•••

Un par de días después, Fredek y yo estamos en mi casa como cualquier otro día cuando suena el timbre. Mi corazón se acelera por la anticipación de saber quiénes están al otro lado de la puerta. Voy corriendo y al abrir mi gesto se descompone al ver a Andrew.

— Vaya, parece que esperabas a otra persona— dice alzando una ceja.

— Eh... no, no, pasa, por favor— le digo aún aturdido.

Cierro la puerta y cuando me giro veo cómo mira Andrew a Fredek.

— Ey, Andrew, ¿qué tal te va todo?— le pregunta mi amigo levantándose para estrechar su mano.

— Bien. Venía a hablar con Dan— dice tranquilo.

— Ups, entonces yo me voy— dice Fredek pero antes de que se pueda acercar a la puerta, ésta suena de nuevo.— ¡Abro yo!

Andrew y yo nos miramos serios, sin decir nada. Antes de que pueda decir nada me giro para recibir a mi familia.

— ¡Dan, cariño!— dice mi madre emocionada y yo la estrecho entre mis brazos.

— ¿Cómo estás, pecosa?— le dice Fredek a mi hermana dándole un beso en la frente, provocando que se ponga roja.

Ella me mira y yo la sonrío.

— ¿No me vas a dar un abrazo?— la pregunto y al momento salta sobre mí casi estrangulándome.— ¡Ayuda, por favor! ¡No puedo respirar!— grito y ella ríe.

El teléfono de Fredek suena. Al mirar la pantalla cambia su gesto y nos mira.

— Lo siento, señoritas, pero había olvidado que he quedado— dice y sale corriendo.

— Este Fredek y sus novias...— murmura mi madre riendo.

De pronto se da cuenta de la presencia de otro chico en la casa.

— Perdona, ¿nos conocemos de algo?— le pregunta mi madre y Andrew se tensa.

— Es Andrew, mamá, un amigo— les presento.

— Mucho gusto, Andrew— se estrechan la mano y puedo ver en la cara de mi chico su nerviosismo por la situación.

— Encantado— se limita a responder.— Creo que será mejor que yo también me vaya.

— Oh, no por favor, quédate— le dice mi madre.

— Mamá, Andrew tiene trabajo, no se puede quedar.

— Qué pena, espero que otro día te puedas quedar a cenar.

— Me encantaría— le sonríe.— Hasta luego— se limita a decir y se marcha sin mirarme.

Sí, Soy Lobo Y Gay, ¿Algún Problema? [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora