Capítulo 36

4.1K 362 41
                                    

DAN

Fredek me sugirió que Andrew podría ser un buen espía para saber qué es lo que trama Rustam. Yo le dije que estaba loco y que ya podía ir quitando esa idea de la cabeza. ¿Cuál fue mi error? Contarle a Andrew el plan de Fredek.

Ahora mismo me encuentro caminando hacia su despacho junto a Andrew.

- Tomad asiento, por favor- dice señalando las dos sillas que hay frente a su gran escritorio y lo hacemos.- Me alegra veros aquí.

- Si estamos aquí es porque Andrew ha insistido- le digo Dan serio.- Si por mí fuera te puedo asegurar que no nos ves el pelo en tu vida.

- ¿Por qué has decidido venir, Andrew?- pregunta inquisitivo.

- Porque ya estoy cansado,- dice suspirando y yo le miro frunciendo el ceño,- cansado de ocultarme, cansado de huir. Es hora de luchar. Prefiero morir en el intento que vivir toda la vida encadenado, que es lo que estamos haciendo- dice decidido.

No pensé que Andrew se encontrase tan al límite. A mí tampoco me gusta ocultarme pero ya casi me había acostumbrado a ello.

- ¿Estás de acuerdo con él, Dan?- pregunta mirándome.

Tengo un debate interno sobre qué responder. Esto es un riesgo muy grande. No quiero poner la vida de Andrew en peligro por los planes de Fredek. Miro de reojo a Andrew y él asiente animándome a aceptar su propuesta. Quiero decir que no, ¡joder! Si fuese yo quien se tuviese que arriesga r por Andrew, no me lo pensaría y aceptaría sin dudarlo pero esto es diferente... Recuerdo la discusión que tuvimos con su madre años atrás. Ella me recriminaba que yo me arriesgase a dar a conocer lo nuestro y si digo que no a Fredek, lo volveré a hacer. Suspiro cansado. Llevo con Andrew ocho años ya. Ocho años huyendo, escondidos, sin siquiera poder ir al cine juntos por si alguien sospechaba.

Se acabó.

- Sí, estoy de acuerdo- digo finalmente y Andrew me da su mano como señal de apoyo. - ¿En qué consiste el plan?

- Iremos poco a poco,- comienza a explicar,- aunque no lo creáis no quiero que le pase nada a Andrew,- me tenso y Andrew me aprieta la mano con más fuerza para que me tranquilice.- Empezarás trayéndome información. Rumores que oigas por las calles, lo más mínimo quiero saberlo. Cuando pase más el tiempo te pediré información más concreta. ¿Tienes algún contacto en los altos mandos?

- Conozco al sobrino de Rustam- afirma dudoso Andrew.

- ¡Excelente! Entonces eso será todo por ahora- dice satisfecho.

- Espera, no tan rápido- le detengo.- no pensarás que esto lo hacemos a cambio de nada, ¿verdad? Queremos protección absoluta en cuanto haya la mínima sospecha de que alguien sabe algo de lo nuestro- asiente en señal de afirmación.- Si Andrew se encuentra en peligro directo, abortaremos la misión.

- De acuerdo, lo veo justo.

- Algo más,- dice Andrew y le miro,- no le harás nada al sobrino de Rustam, sea cual sea la información que te dé sobre él.

- Eso no te lo puedo prometer- dice serio.

- Entonces te tendrás que conformar con los rumores de las abuelas del barrio- dice alzando una ceja y yo aguanto una carcajada.

- Está bien, accedo. No le tocaré ni un pelo a su sobrino por nada de información que me traigas pero, si es por otro motivo, le podré partir la cara- negocia.

- Dominic es un gilipollas a veces, lo veo justo- dice Andrew sonriendo y estira su mano hacia él.

Se la estrecha y después hace lo mismo conmigo.

Nos acompaña hasta la puerta y Andrew es el primero en salir. Yo me giro hacia él.

- Fredek, esto no es un juego, es un tema muy serio.

- Lo sé.

- Si en algún momento las cosas se ponen feas para Andrew terminarás con todo— le advierto.

- Ya os dije que así sería.

- No, quiero que me lo prometas a mí- le digo serio y él me mira fijamente.

- Prometo protegerle con mi vida si es necesario, Dan.

•••

Fredek se encuentra con Andrew de vez en cuando. Él le informa sobre los rumores de su comunidad y Fredek actúa en consideración. No me da buena espina todo este asunto y más de una vez le pido a Andrew que deje de darle información, que Fredek lo entenderá pero él se niega. Está decidido.

— Andrew, por favor,— le suplico.— Hazlo por mí.

— Sabes que los chantajes emocionales conmigo no valen,— me dice mientras recoge la cocina.

— No tienes corazón— me cruzo de brazos.

— Claro que no,— de besa la mejilla,— mi corazón lo tienes tú enterito.

— Joder... ¿¡Y por qué a ti el chantaje sí que te funciona conmigo!?— digo con desesperación.

— Porque me quieres demasiado— ríe.

— ¿Y tú a mí no?— le pregunto indignado.

— No me has dejado acabar,— rueda sus ojos,— porque me quieres demasiado y eres tan bueno que siempre caes ante mis irresistibles encantos.

Niego con la cabeza riendo. Sabe perfectamente llevarme a su terreno.

Paseo por el salón con las manos en los bolsillos de mi pantalón y me detengo en una foto. Es la que nos hicimos cuando Andrew estrenó la cámara que le regalé en Puerto Rico.

— Sí que sales mal, sí— le digo para picarle recordando como se quejaba porque según él nunca salía bien en las fotos.

— Retiro lo de que eres buena persona— dice y yo río.

La verdad es que es mentira. Nunca podría salir mal en una foto. Es demasiado guapo para ello.

Me siento en el sofá y veo como camina con prisa de un lado a otro preparándose para ir a trabajar. ¿Llegará el día en el que me canse de mirarle? Lo veo imposible.

— Ya está todo,— dice poniéndose su abrigo.— Noto que olvido algo,— dice moviendo su pierna con nerviosismo.

— ¿Llaves?

— Las tengo.

— ¿Teléfono?

— Lo tengo.

— ¿Mi beso?— digo poniendo morritos.

— ¡Eso era!— dice divertido y pasa sus brazos por mi cuello para darme un gran beso.— Te amo, lobito.

— Yo también te amo, chupasangre.

Y volvemos a besarnos.

Si en este momento alguien me hubiese dicho que éste sería nuestro último beso, nunca hubiese despegado mis labios de los suyos.

•••

Camino de vuelta a mi casa, subiendo los cuellos de mi abrigo por el frío. Ya es tarde y no ni un alma pasa por la calle.

Sin saber de donde provienen, se escucha el ruido de unos disparos y noto un dolor punzante en mi costado.

Sí, Soy Lobo Y Gay, ¿Algún Problema? [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora