Capítulo 31

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ANREW

Llega la Navidad, mi época favorita del año. Este año, Dan pasará la Noche Buena con su madre y su hermana en Irlanda. Ha ido en tren hasta allí. Sí, en tren. Se ha recorrido todo Europa por a través de su red ferroviaria sólo por no montarse en un avión. Cuando llegó a Francia, fue en autobús hasta Inglaterra y de ahí se montó en un ferry directo a Dublín. ¡Ni Willy Fog se hizo un viaje tan largo! Su miedo a los aviones es de estudio.

La última vez que hablé con él, estaba atravesando Polonia, por lo que no creo que tarde mucho volver a casa. El Año Nuevo lo pasará conmigo y con mis padres. Al parecer, Viktor se ha echado una novia y le ha invitado a pasar las fiestas con ella en Suecia. Dan le dijo que fuese sin problema y así aprovechaba para estar con sus chicas pero omitió que el último día del año lo pasaría aquí, junto a mí.

Dan no ha vuelto a pisar la casa de mis padres desde el día en el que mi madre se enteró de que no le había hablado a los suyos de nuestra relación. Mi padre ha sido el que nos ha invitado a la cena de hoy para intentar enterrar el hacha de guerra. No voy a mentir: estoy muy nervioso. No quiero empezar mal el año. Como mi madre monte un numerito de los suyos, sintiéndolo mucho por mi padre, cortaré por lo sano y no volveré a pisar su casa.

Horas después, Dan llega a mi casa y me coge de la cintura para darme un gran beso.

— ¿Me echabas de menos?— pregunto divertido y él me vuelve a besar.

Está guapísimo con su traje oscuro.

— ¿Estás listo?— me pregunta con una gran sonrisa y yo asiento algo dudoso.— Aquí quién debería estar nervioso sería yo— me dice y le doy la razón.

— Dan, sé que no lo vas a hacer pero quiero que sepas que si mi madre hace un comentario fuera de lugar, tienes vía libre para contestarla— le digo serio.

— No será necesario— dice pareciendo seguro de sí mismo.

— Si no lo haces, nos levantamos y nos vamos— digo y rueda sus ojos ignorándome.

Subimos en mi coche y conduzco hacia la casa de mis padres. Dan pone una mano sobre mi rodilla para intentar tranquilizarme pero no lo consigue. Quiero a mi madre pero Dan, es mi Dan.

Aparco cerca de la puerta y ambos salimos del coche.

— ¡Hijo!— mi padre me recibe con los brazos abiertos.

Después saluda a Dan con cariño.

— Pasad, por favor, no os quedéis ahí.

Miro a todas partes de la que antes era mi casa y todo me resulta tan desconocido y a la vez familiar. Antes venía mínimo una vez por semana; ahora las cosas son diferentes.

— Andrew,— oigo la voz de mi madre y me giro para encontrarme con ella.

Se acerca a mí y yo le doy dos besos de manera fría. Su mirada refleja tristeza pero esta situación es algo que ella sola se ha ganado a pulso. Mira a Dan y estrecha reticente la mano que él le ofrece. La tensión se puede cortar con un cuchillo.

Durante la cena, ésta vez hecha por un servicio de cocina, los únicos que intentan crear conversación son mi padre y Dan. Yo soy una persona que habla mucho pero en estos momentos no tengo ganas de hacerlo. Mi madre tampoco ha dicho palabra alguna pero continuamente mira a Dan de una forma que a mí no me gusta nada.

— Por cierto, ¿qué tal los exámenes?— le pregunta mi padre a Dan.

— No tan mal como me esperaba. Este cuatrimestre he aprobado todo, más una de primero que aún tenía pendiente— le explica orgulloso.

Sí, Soy Lobo Y Gay, ¿Algún Problema? [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora