Sí, Soy Lobo Y Gay, ¿Algún Problema? [COMPLETA]

Capítulo 34

PARTE 3:

Mayo 2016

DAN

Y aquí me veo, luchando junto a mi manada ante una traición de una manada cercana. Nadie se lo esperaba, nadie estaba preparado para hacer frente a esta situación.

Cuando mi padre sufrió su segundo infarto, me tuve que hacer cargo por completo del taller y además me alisté al ejército. El sueldo por parte del Alfa no es para nada malo y toda ayuda es buena.

Un lobo con el pelaje marrón oscuro se lanza sobre mí y me muerde. Yo me deshago de él con algo de dificultad por el cansancio. No sé el tiempo que podré aguantar ya.

De repente se oyen aullidos y nuestros contrarios se retiran. La batalla ha acabado pero nosotros estamos confusos no sabemos lo que ha ocurrido. Corro con todas mis fuerzas en busca de Fredek.

Entro en su casa y la masacre que encuentro me detiene por completo. Fredek está en el suelo llorando desolado con su madre cubierta de sangre y sin ropa en sus brazos. Detrás de ellos, su padre, el Alfa de la manana con su cuello desgarrado.

— Fredek,— intento que me haga caso pero no para de llorar.— ¿Dónde está Abigail?

No me contesta. Sus llantos me matan pero tengo que buscar a su hermana. Él no reacciona.

— Fredek, joder— le zarandeo.— Abigail, ¿dónde está?

— A-arriba.

Subo corriendo al segundo piso y grito su nombre.

— ¡Abigail!— abro el armario de su habitación y allí está ella, hecha una bola en el suelo con su cabeza envuelta en sus brazos tapando sus oidos.— Abigail,— la toco y ella se aparta.— Tranquila, soy yo, Dan.

Desde ese día, todo cambió.

Fredek es el nuevo Alfa de la manada y aunque físicamente no haya otro mejor para ocupar el puesto, mentalmente no está preparado. El Fredek que yo conocía, mi mejor amigo, mi hermano, ya no existía. Había muerto junto a sus padres aquel día. La gente de la manada tiene miedo. Se ha convertido en un déspota sin escrúpulos. Si alguien le mira mal, él le manda ahorcar.

He intentado por todos los medios que entre en razón pero es imposible.

Abigail me llama para pedirme ayuda con él de vez en cuando. Lo único que hace es beber y llevarse a mujeres a la cama. Cuando le miro a los ojos, no le reconozco.

•••

Andrew y yo estamos viendo una película en su casa cuando mi teléfono suena. En la pantalla veo el nombre de la hermana de Fredek por lo que supongo que hay problemas.

Conduzco junto a Andrew hacia una mansión en la que se celebra la fiesta. Buscamos a Fredek por todas partes hasta que le encontramos en una habitación con dos mujeres.

— Fuera— les digo a las chicas y ellas cogen inmediatamente su ropa y se marchan.

— ¡Amigo! ¿Por qué no te unes a la fiesta?— grita riendo.

Está hasta el culo. No sé qué se habrá metido ni lo quiero saber.

— Vámonos— Andrew y yo nos acercamos a él para sujetarle pero él se aparta poniendo cara de asco.

— ¡No me toques, maricón!— espeta con odio y me quedo en shock.— Si quieres una polla búscala fuera de aquí— dice riéndose de Andrew y la ira se apodera de mí.

— Cierra esa puta boca, Fredek.

— ¿Qué pasa?— dice fingiendo tristeza.— ¿No te gusta que me meta con tu amigo el marica?

Miro a Andrew de reojo y él agacha su cabeza.

— Vete a la mierda, Fredek— le digo y me giro para irme de allí junto a Andrew.

Estoy teniendo mucha paciencia con él por todo lo que ha pasado pero está apunto de colmar el vaso.

— Ya estoy en la mierda, Dan, ¿o no lo ves?— dice estirando sus brazos.

— Deja de compadecerte de ti mismo.

— ¿Yo? ¿Y qué me dice de ti? El niño perfecto, el que todo lo hace bien, el que todo el mundo quiere tener a su lado— me dice con odio.— El que estudia una buena carrera y que lo deja todo por ayudar a sus padres enfermitos.

— Mide tus palabras, Fredek— le advierto.

— ¡Soy el Alfa! ¿Por qué iba a hacer caso a un fracasado como tú? Un bienqueda que nunca logrará ser nadie en la vida porque lo único que le importa es que la gente le diga lo bueno que es en todo— me dice de la forma más cruel que puede.

— Vámonos, Dan— me dice Andrew pero yo no me muevo.

— Eres patético, Dan— asiento lentamente con la cabeza.

No digo nada, no merece la pena. Me giro y sigo a Andrew.

No sé si me duelen más sus palabras o que las haya dicho él.

Lo único que sé es que no hay nada que duela más que la verdad.

Desde entonces, Fredek y yo siempre que nos hemos visto acabamos mal. Darlo todo por un amigo y que luego te traicione como lo ha hecho él. Nunca había tenido un enemigo, hasta ahora.

•••

El verano pasa rápido y con él, algo en mí se queda en él.

Aeryn nos llama y nos da la noticia que tanto temíamos: mamá ha muerto.

Ni siquiera me he podido despedir de ella. Por primera vez en años, el taller cierra.

Animamos a Aeryn a que vuelva a casa con nosotros y ella acepta. Total, ya no le quedaba nada en Dublín.

Cuando regresa la abrazo y noto a mamá más cerca de mí. El dolor sería mayor si no nos hubiéramos mentalizado ya de que este momento llegaría antes o después.

Creía que Aeryn traería alegría a mi vida pero cuando piensas que nada puede ser peor, resulta que el mate de mi hermana es la única persona que no querría que fuese: Fredek.