Ejemplo II Parte

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-inserte la dulce oración aquí- 

Hace 3 días empecé a leer 1 Samuel. Ha sido un libro bastante bueno, se los recomiendo. 

Hoy me correspondía el capítulo número 3, donde Jehová llama a Samuel. 

Me impactó esa parte ya que muchos hablan de los "llamados" que Dios hace. Me quedé meditando y fue entonces cuando me acordé de las Palabras de Jesús: 

"Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;" (San Mateo 28/18). 

Ese es nuestro principal llamado. Predicar el evangelio. 

A lo mejor no te sientas capacitado, preparado, piensas que eres demasiado joven o simplemente sientes miedo acerca de que te rechacen o de lo que los demás puedan pensar sobre ti por hacerlo. Déjame decirte, Cristo se hace fuerte en nuestras debilidades (2 Cor 12/9) y El te capacitará para los propósitos que tiene para tu vida. Sólo tienes que obedecer. Si no te sientes preparado o no te sientes capacitado ora y verás como Dios te bendecirá y te permitirá tocar vidas (1 Juan 3:22). Nunca olvides que Dios nos escucha (Salmos 4:3b). 

No necesitas saberte cada punto y coma de la Biblia, aunque si debes de tener un conocimiento acerca de la misma. Lo principal que debemos de tener para predicar el Evangelio es un corazón dispuesto a obedecer a nuestro Señor. Samuel, al igual que muchas de nosotras, era joven pero aun así atendió a su llamado, en otras palabras, fue obediente al llamado de Dios a su vida (1 Samuel 3/10). 

Samuel atendió a su llamado (1 Samuel 3/10) y podemos ver como Jehová estaba con El en todo momento (1 Samuel 3/19). 

Lo mejor de todo es que tal y como Jehová estaba con Samuel en todo momento, El puede estar contigo desde ahora y para siempre. El mismo Jesús nos prometió que estaría con nosotros todos los días hasta el fin del mundo (San Mateo 28/20). 

Caminar con Dios es algo que no tan sólo se limita a ti, sino que, cuando caminamos junto a Dios y El mismo Dios Creador está junto a nosotros, es algo visible hacia los demás. 

Todos reconocían que Samuel era un profeta fiel a Jehová (1 Samuel 3/20). 

Cuando atendemos a nuestro llamado y somos obedientes a Dios, somos bendecidos en tal manera que Dios camina junto a nosotros y esto hace que las personas de nuestro alrededor puedan ver la obra que Dios ha hecho en nuestras vidas. 

Somos jóvenes sí, pero esto no quiere decir que seamos menos. Podemos hacer muchísimas cosas para la edificación del Reino. Así como todos reconocían a Samuel por su buena relación con Dios, nosotros también podemos ser reconocidos por lo mismo. Seamos ejemplo y demostremos que somos útiles para el Reino de Dios. 

Recuerda las palabras del apóstol Pablo: 

  "Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza." (1 Timoteo 4:12)

Así que atendamos al llamado que Dios nos hace hoy, seamos ejemplo y prediquemos el Evangelio a toda criatura :) 

Recordando siempre, que todo sea para la gloria de Dios. 

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Fui movida a realizar una serie sobre el ejemplo que nosotros los jóvenes somos llamados a ser a los demás creyentes. Anteriormente hice la primera parte *w*. 

Espero que haya sido de Bendición, que Dios les haya hablado  :D 

Dios les Bendiga, hermanitas :) 




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