Right Friggin' Now (Justamente Ahora)

Capítulo 29: Diablos Luke

La cachetada resonó por la habitación más fuerte de lo que todos hubieran imaginado, aun de madrugada llame a las personas que no tendrían miedo de vérselas conmigo enojada o con un rubio muy melancólico.

— Estas diciendo que hiciste que Ally terminara llorando y le dijiste que te besas con tu ex novia, que es una maldita perra sabiendo que ya te había dicho que es una loca.

El dirigido asintió un poco ido de la conversión.

Ya estaba levantando mi mano para estamparle otra bofetada pero una mano me detuvo

—Sam — me llamo Max, el negó con la cabeza y me soltó.

— Es una causa pérdida — dije mirando el piso.

Ya no solo tenía rabia por lo que hizo sino por cómo debería sentirse Ally o como mi amigo me había mentido y también que yo le había dicho que no le rompiera el corazón.

— ¿Que se supone que hagamos ahora?

— Podríamos torturarlo más — respondió Catrina mientras miraba a Luke con indiferencia.

— Luke — dijo Jason inclinándose a su amigo — ¿Por qué? ¿Por qué repetir esta historia otra vez? Esa chica no merecía esto.

Luke lo miro con los ojos aguados.

— Kaitlin me necesitaba.

Todos se llevaron una mano al rostro y controlaron sus ganas de patear a Luke.

— Luke, Kaitlin te engaño, miles de veces, te humillo, nos trataba como basura e intento que expulsaran a Sam ¿Por qué seguís con esto?

— Sus padres se separaron.

Sam volvío a recordar lo que hablo con Dominic era justamente por esto que yo nunca estaría con Luke.

— Ella ya es una niña grande, creo que puede con eso sola o con sus secuaces.

— Ella está destrozada, no la reconocerían.

Sam miro a sus amigos para confirmar los hechos.

Negaron con la cabeza, le llego un mensaje de Cat.

Cat — estuvo saliendo con Jackson, en la boto y ahora quiere divertirse con Luke, otra vez.

Mire con desesperación a todo.

— Diablos Luke ¿Que tenemos que hacer para que entiendas que ella no te quiere?

El rubio levanto la cabeza dónde aún se notaba la marca de la cachetada que le deje.

— Ella solo...

— Si tuviéramos pruebas de que te miente, nos creerías — dijo Max.

—Ella cambio chicos, las personas cambian.

— Las personas cambian, pero no de un día para otro y sobre todo cuando solo mienten.

El chico negó con la cabeza.

— Lo pueden intentar, pero ella no es la misma y eso no resuelve mi problema.

— Claro que si —respondió Jason.

— Si descubrimos que es una perra tu harás todo lo humanamente posible para que Ally te perdone, no me interesa si quieres seguir con ella o no, pero te disculparas, pero si Kaitlin cambio puedes hacer lo que quieras pero aun te disculparas con Ally ¿Trato?

Luke asintió.

Sam le dio un cabezazo.

— ¿Y eso?

— Aun tengo rabia contigo.

— Entonces nosotros también podemos golpearle — dijo Cat.

— Son libres de hacer lo que quieran.

Max se traqueo los dedos y estiro el cuello.

—Lo haré cuando encontramos las pruebas — dijo, miro a los demás con un asentimiento y salió, Jason le pateó la espinilla y salió detrás.

Cat le miro y Luke levanto la vista aun con lágrimas de los golpes y del dolor interno.

— Espero que esa chica no te perdone.

Eso le dolió más al rubio que cualquier golpee que recibió.

Cat abrazo a Sam y la miro, Cat sabía que esto me dolía de una forma que ni Luke se imaginaba.

— Sam — esta miro a su mejor amigo.

— No quiero hablar contigo, no ahora.

— Lo siento.

— Algo me dice que tendrás que disculparte con más personas de ahora en adelante.

El no respondió, se levantó de la silla en la que estuvo todo el tiempo y beso mi frente de sin yo mirarle y salió de la casa.

Seis y media de la mañana.

La razón por la que mis amigos llegaron tan rápido fue porque al Luke contarme lo que hizo, me encerré en el baño y llame a Cat y al decir que Luke otra vez ignorada lo que yo le decía y comencé a llorar, las lágrimas le dolían, le dolía que aunque fueran amigos esa parte de Luke de confiar en todo y la de Sam de no confiar se veían conflictivas, solo basto esos sollozos para que Cat se despertara y llamara a los gemelos.

Cuando lloraba sucedía pocas veces pero cuando sucedía era lo único que importada así que fue denominado por todo como un Sam punto 0.

Suspire viendo mi cuarto, no podía dormir pero tener que esperar a Calum para que la obligara a correr por Los ángeles no era su mejor idea.

Le llego una llamada con el poco ánimo que tenía la conteste.

—Sam — su voz sonó más ronca de lo normal.

—Hola Calum.

—Cariño, hoy no estoy bien, porque no pasas por la casa para que no estés sola.

No lo pensó, eso era lo que necesitaba, no estar sola.

—Claro en una hora estoy allá.

—Okay.

Colgué, me acostó en la cama, no pudo dormir aunque estaba cansada así que me di una larga ducha y me vestí de la forma más cómoda que hubiera.

Sali de la casa, sabía que tenía ojeras y que mi cabello sucio y los lentes la hacían ver patética.

— ¡Vecina! — oh Dios ahora no.

—Vecino — no pudo ocultar su estado de ánimo aunque para sorpresa de los demás le caía bien su vecino.

El hombre se acercó a la cerca, ella camino unos pasos.

—Qué cara tienes, ha habido mucho movimiento en tu casa – asintió.

— Problemas de adolescentes, lo típico.

— ¿Y tu padre? — lo que falta.

— Trabajando como siempre.

— Si — el hombre sonrió, el vecino definido por mí era un maduro sexy, a pesar de mi no tolerar a los adultos en su mayoría este me parecía amigable.

—Me tengo que ir, fui lindo saber que un tengo vecinos a mi supervisión, adiós Bas.

— Adiós Samantha.

Pensó en corregirlo pero ahora su cerebro no estaba para esto.

Ni nada en general y menos para lo que se venía.